domingo, octubre 21, 2007

LA ENCRUCIJADA ECONÓMICA DEL AYUNTAMIENTO DE SANLÚCAR



Las licencias de obras, ante la crisis del sector de la construcción han descendido notablemente como fuente de ingreso en los ayuntamientos, otro hándicap para la gestión económica del Consistorio Municipal.
No es ningún secreto las limitaciones económicas en las que se mueve el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda. Herencia de la herencia de los que fueron dejando la herencia, aquí nos vemos, compuestos o descompuestos y sin dinero. Se supone que los que optaban a gobernar el consistorio eran más o menos conscientes de la deuda histórica a la que estamos llegando por la mala gestión de los que estuvieron y se fueron de rositas a consta del pueblo.
La cuestión es que el objetivo económico de este Ayuntamiento es poder tener liquidez a finales de cada mes para pagar cantidades desorbitadas de nóminas con gratificaciones varias, en un Consistorio que entre Empresas Municipales y Funcionarios ascienden a alrededor de unos 800 empleos.
La situación no puede ser peor cuando la propia Alcaldesa reconoce que el Ayuntamiento no tiene dinero para hacer ninguna inversión propia, sino que todo dependerá de lo que otras Administraciones Públicas dediquen a nuestra ciudad. La Alcaldesa, Irene García, ha sido muy sincera en esto, si bien habría que añadir que según diferentes fuentes solventes, es mucho lo que se puede hacer, en función de la valentía política de este Equipo de Gobierno, si no piensan a estas alturas más en los votos que en sanear la escandalosa situación. Y menos aún a las puertas de dos periodos electorales como son las Generales y la Autonómica.

Para pagar las nóminas se están recurriendo a créditos, justamente cuando el propio Banco Central de España pide encarecidamente a las entidades financieras que se ajusten el cinturón a la hora de los préstamos e inversiones. Aunque, para entendernos, el caso de las Cajas de Ahorros están en manos de los propios políticos que utilizan para financiar precisamente estas situaciones de ayudas a los propios organismos públicos locales o autonómicos.

En fin, es un riesgo que está ahí presente si llegara el caso, Dios no lo quiera, de agravarse aún más la recesión económica general como la que estamos viviendo a nivel internacional, que haría tambalearse la estabilidad del funcionariado.

Por otro lado tenemos las Empresas Municipales, que entre nóminas y Seguridad Social se lleva junto a la plantilla de la Corporación el 80 por ciento del Presupuesto. Así que habría que replantearse la situación de estas Empresas Municipales y mirar contrato por contrato, pues no se entiende que asciendan a unas 600 personas y no sean capaz de organizarse para ni siquiera cumplir con las necesidades básicas de limpieza pública. Existe además un enorme absentismo laboral que habría que aclarar también, pues no se entiende a estas alturas.

Si no fuera poco, a esto hay que añadirle un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), totalmente paralizado y necesario para los nuevas situaciones de planificación que urge tener el municipio.

La Auditoría Externa parece que marcha, pues el pliego de condiciones para la contratación de la empresa auditora se hizo público, aunque ahora hay que buscar el dinero para pagar a esta empresa, que imaginamos que auditaría no sólo el Ayuntamiento, sino sus Empresas Municipales.

Para ir terminando, otra cuestión es que si tenemos que vivir del dinero que inviertan los Organismos Públicos, evidentemente hay que mover muchos papeles, para entendernos, proyectos convincentes y serios, incluso a pesar de las promesas del Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pues suponemos que tendrá demanda constante de otros muchos compromisos nacionales e internacionales. Hay dinero público que las Delegaciones del Ayuntamiento tendrán que trabajar para conseguir inversiones, pues la creatividad, que no la fantasía, es muy útil para la gestión del municipio. Ciertamente se han hecho cosas, pero no lo suficientemente consistententes, aunque habría que dejar un mayor margen de confianza en este Equipo de Gobierno.

Y volvemos a tener la plantilla de la Policía Local revuelta. Imagino que cada uno tendrá sus argumentos, pero el caso es que se ha convertido en un problema casi enquistado para los diferentes Equipos de Gobierno que demuestran que no han tenido capacidad política o que realmente es un asunto realmente muy grave que al final pagamos los ciudadanos.

Creo que se tendrán que tomar medidas drásticas que aumente el capítulo de ingresos del Ayuntamiento y la reducción de gastos, creo que en el Capítulo 1, dirigido a Personal. En cuanto a los ingresos, que no tiene por qué hacerse en base a subirse aún más los impuestos, se hace difícil cuando las empresas serias y formales que existen en este país encuentran una inestabilidad tremenda en el municipio, y en mi opinión, no nos hace ningún favor que todas las miradas se hayan puesto en una Gran Superficie que regenta un señor imputado gravemente en el Caso Malaya. El centro comercial de la calle Ancha hay que reconocer que ha sido un fracaso atronador, como el del Multicines, y que lo que habría que hacer es incentivar de alguna manera a los comercios instalados en las calles, no sólo las principales, sino las del Barrio Alto.

Desde luego, y no es cuestión de dramatizar, la encrucijada económica es realmente grave, y no creo que sea conspirativos los sucesivos Informes de la Caixa en cuanto al paro de nuestra ciudad. Lo que más sorprende es que la mayoría de los sanluqueños no anden preocupados con estos asuntos, si bien no es ningún descubrimiento, el narcotráfico siempre ha venido siendo un recurso paliativo para esta zona, llegando a considerarse por muchos como “una industria” más de nuestra economía, algo realmente serio.

Manuel J. Márquez Moy

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