sábado, marzo 31, 2007

LAS CREENCIAS BÁSICAS DE LOS MORMONES y (II)

Continuamos con esta segunda parte, para conocer un poco más cómo viven la religiosidad otras personas que no pertenecen al mundo católico. Sofía continúa al final dándonos "su testimonio", una costumbre dentro del rito de los mormones, donde exponen su convencimiento a través de las experiencias vividas de su fé en sus creencias.








Dios, nuestro Padre Celestial



Jesús enseñó que Dios es “Nuestro padre... en los cielos” (Mateo 6:9).Llamamos a Dios
Padre Celestial porque es el Padre de nuestros espíritus.
Debido a que Él es su Padre, Dios le conoce y le ama a usted de forma personal. Él desea
que usted halle gozo en esta vida, y regrese a vivir con Él una vez que esta vida llegue a su fin. Él
ha preparado un plan para ayudarle a lograr estas cosas. Se trata de el plan de salvación, un plan de
felicidad. Nos ofrece la paz en esta vida y la vida eterna en el mundo venidero.
Jesucristo
Jesucristo es el Hijo de Dios. Él es el Hijo Unigénito de nuestro Padre Celestial’s en la carne.
Él es nuestro Redentor. Por medio de Jesucristo, nuestro Padre Celestial ha proporcionado el medio
para que todas las personas se acerquen a Él y regresen a vivir con Él para siempre. Amamos a
Cristo. Adoramos a Cristo. Él es nuestro ejemplo y nuestro Salvador.
El Espíritu Santo
Puesto que Dios no desea que quedemos sin la influencia
de Él, nos envía el Espíritu Santo para consolarnos y para ayudar a
guiar a Sus hijos. El Espíritu Santo, a veces llamado el Santo
Espíritu, es el tercer miembro de la Trinidad. Su misión es la de
testificar de la verdad, consolarnos, santificarnos y recordarnos
todo (Juan 14:26; Juan 15:26; Juan 16:13).
El propósito de la vida
¿Se han hecho alguna vez alguna de éstas preguntas?:
• ¿Cuál es el propósito de mi vida?
• ¿De dónde vine?
• ¿Por qué estoy aquí?
• ¿A dónde voy?
Si es así, no es la única persona que lo ha hecho. La mayoría de la gente se ha hecho esas
preguntas. Queremos entender el amplio propósito y significado de nuestras vidas. Sin un propósito,
el diario vivir se puede convertir en algo tedioso y vacío.
Afortunadamente, esas preguntas tienen respuestas, las cuales le pueden servir como meta
en su vida y ayudarle a encontrar una felicidad duradera. Respuestas tales como:
• Usted es un hijo de Dios.
• Antes de nacer, vivía como espíritu con Dios, su Padre Celestial.
• Vino a la tierra con el fin de aprender a ser más como Dios.
• Al final de su vida en la tierra, podrá volver a vivir con su Padre Celestial.
¿Cuál es el propósito de la vida?
¿Ha pensado alguna vez que la vida tiene que ser más que el vivirla día a día?
Hay mucho más; su vida tiene un propósito divino.
Dios, nuestro Padre Celestial, ha preparado un plan maravilloso para su felicidad. Cuando se
da cuenta de que Dios tiene un plan para usted, es más fácil entender por qué está en la tierra. Dios
desea que todos Sus hijos progresen y lleguen a ser como Él. Esta temporada en la tierra le da
oportunidades para que usted se desarrolle y progrese. El hecho de venir aquí le da la oportunidad
de:
• Recibir un cuerpo físico.
• Ejercer su albedrío y aprender a elegir entre el bien y el mal.
• Aprender y ganar más experiencia que le ayudará a llegar a ser más como su Padre Celestial.
Al seguir el plan de nuestro Padre Celestial, usted —como todos Sus hijos— puede regresar
algún día a vivir con Él y con sus seres queridos. Puede tener una gran paz en esta vida y el gozo
eterno en la vida venidera.
El plan de salvación
Usted vivió con nuestro Padre Celestial como uno de Sus hijos espirituales antes de iniciar
su vida en la tierra y se encontraba feliz en ese lugar, pero Dios sabía que no podría seguir
progresando a menos que se alejara de Su presencia por un tiempo.
De modo que Él presentó Su plan: el plan de salvación. Mediante éste, usted vendría a la
tierra, donde obtendría un cuerpo físico y tendría experiencias que le ayudarían a aprender y
progresar. El propósito del plan es ayudarle a llegar a ser más como Él.
Nuestro Padre Celestial sabía que mientras usted estuviese en la tierra cometería errores, al
igual que todos; por esa razón, como parte de Su plan, Él proporcionó un Salvador, Jesucristo, quien
haría posible que los pecados fuesen perdonados, y que todas las personas que aceptaran Su
sacrificio regresaran a vivir con nuestro Padre Celestial.
El hecho de que usted esté en la tierra significa que aceptó el plan de nuestro Padre Celestial
y vino con el deseo de hacer todo lo que estuviese a su alcance para recibir todo lo que Él tiene para
nosotros.
Lo maravilloso acerca del plan de nuestro Padre Celestial es que, si lo seguimos, no sólo
volveremos a Su presencia después de morir, sino que tendremos paz y felicidad en esta vida.
Si desean más informaciones, pueden mirar en
www.mormon.org
El Profeta actual de la Iglesia Mormona Gordon B. Hinckley


Mi testimonio sobre la iglesia
Yo sé con todo mi corazón que ésta iglesia es verdadera y que Jesucristo vive. Sé que somos
hijos e hijas espirituales de nuestro Padre Celestial y que él nos ama.
Llevo en ésta iglesia desde que era pequeñita, o sea, toda mi vida y no puedo imaginarme
una vida sin ella. A través de la iglesia, mi vida es más feliz; conozco el propósito de ésta vida y por
qué estoy aquí; a dónde iré después de ésta vida. La vida en ésta tierra es más llevadera a pesar de
sus pruebas diarias.
Sé también con todo mi corazón que las familias pueden ser eternas. Es maravilloso pensar
que después de ésta vida estaré de nuevo con mi familia por toda la eternidad; sería muy triste si
fuese de otra manera. Sé que volveremos a la presencia del padre.
El amor que nuestro Padre Celestial nos tiene, es inmenso; por eso nos ha dado la
oportunidad de venir a ésta tierra y obtener un cuerpo, para que podamos progresar y el día de
mañana, podamos volver a su presencia.
El Libro de Mormón es verdadero, es otro testamento de Jesucristo. Por medio de él,
podemos saber si todos los compendios que están escritos en él, son verdaderos (Moroni 10: 4).

Sofía Benn



jueves, marzo 29, 2007

Manifiesto a favor de la Vida, de la Paz, la Igualdad

Cada día mueren 35,000 niños de hambre según la FAO. Es un genocidio de proporciones impresionantes, al que asistimos impasibles. Al mismo tiempo, se calcula que el gasto diario en armamento es de 2.800 millones de dólares y los subsidios agrícolas de los Estados Unidos y de la Unión Europea rondan los 800 millones diarios. No hay fondos para el tratamiento del SIDA... pero los beneficios del complejo industrial bélico–militar dirigen en buena medida la economía mundial. Es apremiante compartir justamente. No hay mejor caldo de cultivo de la radicalización, la animadversión y la agresividad que la humillación y la exclusión. La violencia no se justifica, pero sus orígenes deben de examinarse atentamente.
En lugar de fortalecer el multilateralismo y dotar a las Naciones Unidas de los medios y autoridad necesarios para emprender un gran plan global de desarrollo en beneficio de todos, se siguen explotando los recursos naturales de países progresivamente empobrecidos cuya ciudadanía se ve forzada a emigrar en circunstancias que con frecuencia constituyen un agravio a su dignidad. No es con votos cautivos, con obediencia ciega y con temor como se construye y consolida la democracia genuina. No es con guerras de codicia, con demostraciones de fuerza, acciones bélicas e invasiones dirigidas por intereses económicos y energéticos -que generan una espiral de violencia, de acción y reacción, de intervención y represalia- como puede hacerse frente a los grandes desafíos y asimetrías de todo orden que presenta la situación mundial.
Los gobernantes abdicaron de sus responsabilidades políticas, sustituyendo valores universales por las leyes del mercado. El resultado ha sido la concentración de la riqueza en unas cuantas manos y la ampliación de las brechas sociales y económicas.
¡NO A LA POBREZA! Hay que exigir a los gobernantes, a través de un auténtico clamor a escala mundial, que den prioridad al cumplimiento de los Objetivos del Milenio. Ha llegado el momento de la no resignación, de la implicación personal.
Proclamamos, una vez más, que no justificamos los atentados y la violencia, venga de donde venga. Condenamos todo tipo de terrorismo: el de los grupos ocultos en las sombras y el terrorismo de Estado. Se ha utilizado la tortura, el trato cruel y degradante, violando reiteradamente el derecho internacional y humanitario.
Es necesario que la Comunidad Internacional ponga fin a la barbarie, a las masacres. Como se establece en la Carta de las Naciones Unidas son los pueblos los que deben decidir sobre su destino. Debemos sumar con apremio voces de todos los pueblos del mundo para decir: ¡BASTA! A LA GUERRA Y A LA VIOLENCIA.
Hemos callado en exceso. Ahora se acabó el silencio. Los pueblos elevarán su voz. La guerra es una tragedia para todos. Es urgente desarmar la razón armada. Hoy más que nunca son necesarios la capacidad de diálogo y de alianza, el compromiso de intentar la resolución pacífica de conflictos, fomentando actitudes de encuentro y respeto a los demás, mediante la aplicación cotidiana de los Derechos Humanos.
Es necesario cambiar el curso de los acontecimientos a través de acciones colectivas, desarrollando la solidaridad entre los pueblos. Es urgente que los intelectuales, artistas, educadores, científicos... abandonen su pasividad y pasen a la acción. Sólo así sus escritos y sus palabras serán creíbles y podrán contribuir a sumar sus esfuerzos a los de muchos otros para detener la locura de la guerra, de la confrontación y de la violencia.
Ha llegado el momento de la gente. Y, sobre todo, de los jóvenes, de los hombres y mujeres que reclaman otro mundo posible. Las instituciones y medios de comunicación deben ayudar a la ciudadanía mundial para que, por fin, dejen de ser espectadores y desempeñen su función de protagonistas en el diseño del futuro. Los gobernantes, parlamentarios, miembros de los Consejos Municipales... tienen una especial responsabilidad en este cambio histórico.
Ha llegado también el momento de las culturas y religiones más diversas para que, unidas por la solidaridad y amor al prójimo que les es inherente, se sitúen en la vanguardia del rescate de la dignidad humana.
Es necesario que los pueblos asuman la resistencia social, cultural, política y espiritual a través de movilizaciones, de la no cooperación a la violencia e injusticia, de sumar esfuerzos con otros pueblos y denunciar a los responsables de dominaciones y del dolor que afecta la humanidad.
Hay que ponerse en pie, en pie de paz y caminar hacia nuevos horizontes de vida y no de muerte. A pesar de todo, esa es la esperanza.
Por cuanto antecede, con la mirada puesta en las generaciones venideras, hacemos un llamamiento a todos quienes se sientan igualmente concernidos para que manifiesten pacíficamente, a través de todos los medios a su alcance, presenciales y virtuales, su adhesión a la paz:
NO A LA GUERA Y A LA VIOLENCIA!
SÍ A LA PAZ Y A LA JUSTICIA!
Si logramos avances progresivos, pronto podrá alcanzarse la “mundialización de la conciencia”, la independencia real de los pueblos.

Todo aquél que quiera adherirse a esta campaña puede dirigirse a: http://www.fund-culturadepaz.org/PEACE.htm

Federico Mayor Zaragoza, Ex Director General de la UNESCO, Presidente de la Fundación Cultura de Paz y Copresidente del Comisionado de Alto Nivel para la Alianza de Civilizaciones en la ONU.

miércoles, marzo 28, 2007

EL AYUNTAMIENTO DESTROZA UNA PARTE IMPORTANTE DE LA ZONA DE MAYOR VALOR CIENTÍFICO DEL PINAR DE LA ALGAIDA
















La llamada zona de "Las Cabrerizas" en el Pinar de la Algaida, incluído en el Espacio Natural de Doñana se ha dañado muy seriamente el conjunto de uno de los ecosistemas más interesantes del monte. Esta zona es de especial importancia por su valor ecológico. Con esto me quiero referir que la función que en interrelación contínua desarrollan suelo, herbáceas, arbolado, fauna es de vital necesidad para la conservación de la biodiversidad de este área de Doñana en Sanlúcar de Barrameda.























Uno de los álamos blancos descuajados











El Ayuntamiento de la localidad concede cada cierto tiempo licencias para la tala de pinos o eucaliptos para el aprovechamiento de los ciudadanos, previo pago de sus correspondientes tasas. Normalmente se concede con facilidad los eucaliptos, ya que progresivamente, esta especie alóctona, introducida en España a finales del XIX y principios del XX, perjudicial en muchos casos, no todos, se van sustituyendo por especies naturales de este paisaje de monte mediterráneo.




En cuanto a los pinos se suele seleccionar algunos muy dañados, pero en una cantidad mínima de cinco o diez ejemplares.










Un lirón careto, habitante habitual de esta zona





Hay lugares del Monte destinado para este cometido de talas para el aprovechamiento maderero. Pero el Ayuntamiento ha tenido la desagradable idea de conceder la licencia, no entiendo todavía por qué, de la tala de eucaliptos en esta zona de las Cabrerizas, donde como he introducido el ecosistema está interrelacionado de una manera muy óptima para la conservación del medio. Estos eucaliptos de gran porte, con la responsabilidad del Guarda Municipal, han sido talados llevándose por delante a unos ejemplares de álamos blancos centenarios (Populus alba), que cumplían una función de cobijo para una interesante fauna. Además corresponden a una repoblación efectuada en el siglo XVII, siendo el cobijo de varias especies de rapaces nocturnas, topillos, reptiles, zorros, tejones, ginetas, lirones caretos y una gran población de ruiseñores.















El autillo, otro de los moradores de esta alameda, principalmente utiliza como zona de cazadero de los numerosos topillos, musarañas, y ratones.










El lugar era y es uno de los más deliciosos del monte, con características semejantes a los llamados bosques galerías, pues es donde más variedad de especies diferentes concurren en un apretado matorral situado en el denominado ecotono, zona de transición entre dos ecosistemas diferentes, como es el caso del mundo impresionante de la marisma y los numerosos vericuetos del monte y con el nivel freático muy cerca de la superficie.





















Uno de los ejemplares centenarios que todavían quedan que le dan un aspecto selvático al monte, donde ascienden por su viejo tronco candiles, madreselvas, clemátides, zarzaparrillas y nuezas.




Es incomprensible que hasta en cuestiones tan delicadas como la gestión del medio ambiente natural se cometa este tipo de atropellos. Y para aquéllos que vean lo mismo en un paisaje marismeño que en el pinar, sólo recordarles que es una de las zonas más interesantes desde el punto de vista científico. Ya en décadas atrás, cuando el agua invadía en los cincuenta-sesenta del siglo XX este área concreta, existía en estos álamos unas "pajareras", tipo a las que hoy se conocen mundialmente que están presentes en los alcornocales de Doñana, en la otra banda. En ella instalaban sus nidos las ardeidas (diferentes tipos de garzas).



El máximo responsable de esta salvajada es el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda, pero el caso es que hemos perdido para siempre estos centenarios álamos de la zona también conocida como "Los Álamos de Enmedio" y algún ejemplar también en el "Refugio de Don Fabio", nombres vernáculos propios de la zona.
















La rugosidad de la corteza y su color oscuro delata la vejez del álamo blanco. En la imagen otro de los álamos blancos descuacajados tras la caída de los eucaliptos talados encima de su porte.


Manuel J. Márquez Moy























martes, marzo 27, 2007

LAS CREENCIAS BÁSICAS DE LOS MORMONES (I)



Sofía Palacios, o Sofía Benn, desde su matrimonio con el alemán Oliver Benn, nos introduce en esta primera parte en los argumentos esenciales de la Iglesia Mormona, como se la conoce popularmente. Aquí podremos encontrar, como bien dice el título, las creencias básicas de los tantos y tantos mormones repartidos por todo el mundo, incluso aquí en Sanlúcar de Barrameda. Sofía vive actualmente en el Norte de Alemania, donde reside desde hace algunos años, pero casi todos los veranos se escapa a su tierra de adopción, Chipiona, aunque nacida en San Fernando (Cádiz). Quizás el lenguaje sea un tanto sorprendente para los no iniciados en las costumbres religiosas, pero es interesante al menos saber qué piensan los mormones y un poco de su historia y despejar tanbién las leyendas urbanas que todavía discurren por esta sociedad.







Tal vez usted se pregunte en qué creen los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los
Santos de los Últimos Días. Algunas de las creencias básicas de la Iglesia son:
• Dios es nuestro Padre Celestial . Nos ama y desea que regresemos a vivir con Él.
• Jesucristo es el Hijo de Dios; Él es nuestro Salvador y nos redime de la muerte debido a la
resurrección. Él nos salva del pecado a medida que nos arrepentimos.
• Por medio de la expiación de Jesucristo, podemos volver a vivir con Dios si es que
guardamos Sus mandamientos.
• El Espíritu Santo nos ayuda a reconocer la verdad.
• Los primeros principios y ordenanzas del Evangelio son fe en Jesucristo, arrepentimiento,
bautismo y la recepción del Espíritu Santo.
• La Iglesia de Jesucristo ha sido restaurada a la tierra.
• La autoridad del sacerdocio de Dios está presente en Su Iglesia de hoy así como lo estuvo en
la iglesia original.
• La Biblia y el Libro de Mormón son la palabra de Dios.
• En la actualidad Dios revela Su voluntad a los profetas del mismo modo que lo hizo en la
antigüedad.
• Nuestra vida tiene un propósito sagrado.
• Las familias pueden estar juntas para siempre .
• Por medio del servicio a los demás experimentamos gozo y nos acercamos a Dios.
Resumen de creencias
A José Smith se le preguntó cuales eran las creencias básicas de la Iglesia y él resumió las
enseñanzas y creencias de la Iglesia en 13 puntos básicos conocidos como "Los Artículos de Fe" de La
Iglesia de Jesucristo de los Últimos Días. Estos son:
1. Nosotros creemos en Dios el Eterno Padre, y en su Hijo Jesucristo, y en el Espíritu Santo.
2. Creemos que los hombres serán castigados por sus propios pecados, y no por la
transgresión de Adán.
3. Creemos que por la Expiación de Cristo, todo el género humano puede salvarse, mediante la
obediencia a las leyes y ordenanzas del Evangelio.
4. Creemos que los primeros principios y ordenanzas del Evangelio son: primero, Fe en el
Señor Jesucristo; segundo, Arrepentimiento; tercero, Bautismo por inmersión para la
remisión de los pecados; cuarto, Imposición de manos para comunicar el don del Espíritu
Santo.
5. Creemos que el hombre debe ser llamado por Dios, por profecía y la imposición de manos,
por aquellos que tienen la autoridad, a fin de que pueda predicar el evangelio y administrar
sus ordenanzas.
6. Creemos en la misma organización que existió en la Iglesia Primitiva, esto es, apóstoles,
profetas, pastores, maestros, evangelistas, etc.
7. Creemos en el don de lenguas, profecía, revelación, visiones, sanidades, interpretación de
lenguas, etc.
8. Creemos que la Biblia es la palabra de Dios hasta donde esté traducida correctamente;
también creemos que el Libro de Mormón es la palabra de Dios.
9. Creemos todo lo que Dios ha revelado, todo lo que actualmente revela, y creemos que aún
revelará muchos, grandes e importantes asuntos pertenecientes al reino de Dios.
10.Creemos en la congregación literal del pueblo de Israel y en la restauración de las Diez
Tribus; que Sión (la Nueva Jerusalén) será edificada sobre el continente americano; que
Cristo reinará personalmente sobre la tierra, y que la tierra será renovada y recibirá su gloria
paradisíaca.
11.Reclamamos el derecho de adorar a Dios Todopoderoso conforme a los dictados de nuestra
propia conciencia, y concedemos a todos los hombres el mismo privilegio: que adoren
cómo, dónde o lo que deseen.
12.Creemos en estar sujetos a los reyes, presidentes, gobernantes y magistrados; en obedecer,
honrar y sostener la ley.
13.Creemos en ser honrados, verídicos, castos, benevolentes, virtuosos y en hacer el bien a
todos los hombres; en verdad, podemos decir que seguimos la admonición de Pablo: Todo lo
creemos, todo lo esperamos; hemos sufrido muchas cosas, y esperamos poder sufrir todas las
cosas. Si hay algo virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza, a esto
aspiramos.
Una introducción a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Cuando Jesucristo en la tierra, organizó Su Iglesia para que todos recibieran Su Evangelio y
un día regresaran a vivir con Dios, nuestro Padre Celestial. Tras la ascención de Jesucristo al cielo,
Sus apóstoles continuaron recibiendo revelaciones de Él sobre cómo dirigir la obra de Su Iglesia. No
obstante, después de que los apóstoles fueron asesinados, los miembros cambiaron las enseñanzas
de la Iglesia que Él había establecido. Aunque hubía personas buenas y un poco de verdad, esta
apostasía o alejamiento general de la verdad causó que la Iglesia fuera retirada de la tierra. El
apóstol Pedro profetizó que Jesús restauraría Su Iglesia antes de Su segunda venida (Hechos 3:19-21)
Jesucristo empezó a restaurar la plenitud de Su Iglesia mediante el profeta José Smith en
1820. La Iglesia se ha expandido hasta convertirse en una religión mundial con más de 11 millones
de miembros y tiene las mismas enseñanzas y la misma organización básica que la Iglesia que Jesús
había establecido en los tiempos del Nuevo Testamento.











José Smith, considerado el restaurador de la Iglesia mormona.
Historia de la Iglesia



En el verano de 1820, un joven de 14 años llamado José Smith se internó en una arboleda
cercana a su casa en Palmyra, estado de Nueva York, y oró para saber a qué iglesia unirse. Como
respuesta a su oración, se le aparecieron Dios el Padre y Su Hijo, Jesucristo, al igual que seres
celestiales se le habían aparecido a Moisés y Pablo en los tiempos bíblicos. José aprendió que la
iglesia que Jesucristo había organizado originalmente ya no existía en la tierra.
José Smith fue escogido por Dios para restaurar la Iglesia de Jesucristo en la tierra. Durante el
transcurso de los 10 años siguientes, José recibió las visitas de otros mensajeros celestiales, tradujo
el Libro de Mormón y recibió la autoridad para organizar la Iglesia. Se organizó la Iglesia en
Fayette, New York, el 6 de abril de 1830, bajo el liderazgo de José Smith. Dicha Iglesia ha crecido
hasta convertirse en una organización que tiene miembros y congregaciones por todo el mundo.
Las Escrituras
Por medio de apóstoles y profetas, Dios ha dado a Sus hijos escritos sagrados que se llaman
Escrituras. Las Escrituras le ayudarán a usted a llegar a conocer a Dios, a saber de Su amor por
nosotros y de Sus enseñanzas. La colección de Escrituras más conocida es la Santa Biblia. Además
de la Biblia, los Santos de los Últimos Días aceptan los siguientes libros omo Escrituras:
• "El Libro de Mormón: Otro Testamento de Jesucristo ", un registro de los tratos de Dios con los
habitantes de la América antigua.
• "Doctrina y Convenios", una coleccción de revelaciones divinas que se dieron a fin de
establecer la forma en que se había de dirigir la Iglesia de Jesucristo de los últimos días.
• "La Perla de Gran Precio", una selección de revelaciones, traducciones y escritos de José
Smith.
El ángel Moroni se presenta a un José Smith adolescente todavía.

La Santa Biblia
La Santa Biblia testifica de Jesucristo, y ha ejercido influencia y ha dado sustento a millones
de los seguidores de Jesús.Es una colección de escritos sagrados que contiene las revelaciones de
Dios y los relatos de Sus tratos con Sus hijos.
Los relatos históricos de la Biblia abarcan muchos siglos, desde los días de Adán hasta la
muerte de los apóstoles. Los libros de la Biblia asimismo fueron escritos por profetas que vivieron
durante varias épocas de la historia del mundo; esos libros comentan acerca de dichos profetas.
Seguramente usted sabe que la Biblia se divide en el Antiguo Testamento y el Nuevo
Testamento.
El Antiguo Testamento contiene textos sagrados escritos antes del nacimiento de Cristo.
Muchos de los profetas del Antiguo Testamento predijeron la venida de un Salvador y Redentor.
El Nuevo Testamento habla de la vida de ese Salvador y Redentor, que es Jesucristo.
También relata cómo se estableció la Iglesia original de Cristo.
El Libro de Mormón
El Libro de Mormón es otro testigo de que Jesucristo verdaderamente vivió, de que fue el
Hijo de Dios y de que es el Hijo de Dios. Contiene los escritos de antiguos profetas. Uno de ellos,
llamado Lehi, vivió en Jerusalén al rededor del año 600 a. de J. C. Dios mandó a Lehi llevar un
pequeño grupo al continente americano; allí, esa gente se convirtió en una gran nación.
Dios siguió llamando profetas de entre ese pueblo. El Libro de Mormón es una colección de
los escritos de esos profetas y de las personas que llevaron los registros. Lleva el nombre de
Mormón, uno de los últimos de estos profetas de la antigüedad.
Dichos profetas sabían del plan de nuestro Padre Celestial para con Sus hijos y de la misión
de Jesucristo. Registraron que después de Su resurrección, Cristo se apareció a la gente de América,
les enseñó Su Evangelio y estableció Su Iglesia entre ellos. El libro contiene las enseñanzas de
Jesucristo, y testifica de Su Expiación y de Su amor. Apoya y verifica a la Biblia.
El Libro de Mormón concluye con una gran promesa según la cual, quienes lo lean con
sinceridad y oren al respecto, sabrán por el Espíritu Santo que el libro es verdadero (Moroni 10:4).
Las familias
La familia puede ser una de las fuentes de mayor felicidad para nosotros. No hay otro amor
más profundo ni otro gozo tan pleno como el que puede existir dentro del círculo familiar. Las
familias nos dan lo mejor de lo que ofrece la vida.
La familia es donde también se puede sentir el dolor más profundo; y pueden tropezar y aún
fracasar. Sin embargo, a menudo es posible alcanzar la felicidad en la familia aún cuando haya
dolor.
Al igual que todo lo que es de valor, las relaciones familiares requieren esfuerzo, pero el
esfuerzo vale la pena porque el plan es que las familias perduren para siempre y que nos brinden
gozo.
La familia es fundamental en el plan que Dios tiene para nosotros
Nuestra familia provee el marco para gran parte del progreso que experimentamos en la vida.
En nuestras familias amamos, prestamos servicio, enseñamos y aprendemos unos de otros.
Compartimos nuestras alegrías y nuestros pesares. Los lazos familiares pueden presentarnos
desafíos difíciles, pero también nos brindan algunos de nuestros mayores gozos.
Aunque no podemos elegir las condiciones de nuestro nacimiento, cada día podemos elegir
que nuestra familia sea más fuerte y más feliz.
Es posible que las personas regresen a vivir en la presencia de Dios y que las familias estén
unidas por la eternidad.
La familia: Una proclamación para el mundo
La Primera Presidencia y el Consejo de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los
Santos de los Últimos Días.
Nosotros, la Primera Presidencia y el Consejo de los Doce Apóstoles de La Iglesia de
Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, solemnemente proclamamos que el matrimonio entre
el hombre y la mujer es ordenado por Dios y que la familia es la parte central del plan del Creador
para el destino eterno de Sus hijos.
Todos los seres humanos, hombres y mujeres, son creados a la imagen de Dios. Cada uno es
un amado hijo o hija espiritual de padres celestiales y, como tal, cada uno tiene una naturaleza y un
destino divinos. El ser hombre o mujer es una característica esencial de la identidad y el propósito
eternos de los seres humanos en la vida premortal, mortal y eterna.
En la vida premortal, los hijos y las hijas espirituales de Dios lo conocieron y lo adoraron
como su Padre Eterno, y aceptaron Su plan por el cual obtendrían un cuerpo físico y ganarían
experiencias terrenales para progresar hacia la perfección y finalmente cumplir su destino divino
como herederos de la vida eterna. El plan divino de felicidad permite que las relaciones familiares
se perpetúen más allá del sepulcro. Las ordenanzas y los convenios sagrados disponibles en los
santos templos permiten que las personas regresen a la presencia de Dios y que las familias sean
unidas eternamente.
El primer mandamiento que Dios les dio a Adán y a Eva tenía que ver con el potencial que,
como esposo y esposa, tenían de ser padres. Declaramos que el mandamiento que Dios dio a Sus
hijos de multiplicarse y henchir la tierra permanece inalterable. También declaramos que Dios ha
mandado que los sagrados poderes de la procreación se deben utilizar sólo entre el hombre y la
mujer legítimamente casados, como esposo y esposa.
Declaramos que la forma por medio de la cual se crea la vida mortal fue establecida por
decreto divino. Afirmamos la santidad de la vida y su importancia en el plan eterno de Dios.
El esposo y la esposa tienen la solemne responsabilidad de amarse y cuidarse el uno al otro,
y también a sus hijos. "He aquí, herencia de Jehová son los hijos" (Salmos 127:3) Los padres tienen
la responsabilidad sagrada de educar a sus hijos dentro del amor y la rectitud, de proveer para sus
necesidades físicas y espirituales, de enseñarles a amarse y a servirse el uno al otro, de guardar los
mandamientos de Dios y de ser ciudadanos respetuosos de la ley dondequiera que vivan. Los
esposos y las esposas, madres y padres, serán responsables ante Dios del cumplimiento de estas
obligaciones.
La familia es ordenada por Dios. El matrimonio entre el hombre y la mujer es esencial para
Su plan eterno. Los hijos tienen el derecho de nacer dentro de los lazos del matrimonio, y de ser
criados por un padre y una madre que honran sus promesas matrimoniales con fidelidad completa.
Hay más posibilidades de lograr la felicidad en la vida familiar cuando se basa en las enseñanzas del
Señor Jesucristo. Los matrimonios y las familias que logran tener éxito se establecen y mantienen
sobre los principios de la fe, la oración, el arrepentimiento, el perdón, el respeto, el amor, la
compasión, el trabajo y las actividades recreativas edificantes. Por designio divino, el padre debe
presidir sobre la familia con amor y rectitud y tiene la responsabilidad de protegerla y de proveerle
las cosas necesarias de la vida. La responsabilidad primordial de la madre es criar a los hijos. En
estas responsabilidades sagradas, el padre y la madre, como iguales, están obligados a ayudarse
mutuamente. Las incapacidades físicas, la muerte u otras circunstancias pueden requerir una
adaptación individual. Otros familiares deben ayudar cuando sea necesario.
Advertimos a las personas que violan los convenios de castidad, que abusan de su cónyuge o
de sus hijos, o que no cumplen con sus responsabilidades familiares, que un día deberán responder
ante Dios. Aún más, advertimos que la desintegración de la familia traerá sobre el individuo, las
comunidades y las naciones las calamidades predichas por los profetas antiguos y modernos.
Hacemos un llamado a los ciudadanos responsables y a los representantes de los gobiernos
de todo el mundo a fin de que ayuden a promover medidas destinadas a fortalecer la familia y
mantenerla como base fundamental de la sociedad.
El presidente Gordon B.Hinckley leyó esta proclamación como parte de su mensaje en la
Reunión General de la Sociedad de Socorro, el 23 de septiembre de 1995, en Salt Lake City, Utah,
E.U.A.


La naturaleza de Dios
La mayoría de las personas cree en la existencia
de un Ser Supremo aunque le den diferentes nombres.
Nosotros sabemos que Dios, nuestro Padre
Celestial, vive. Él nos conoce a cada uno y nos ama
como Sus hijos.
Se nos manda amar a Dios (Mateo 22:36-38).
Jesucristo enseñó que para obtener la vida eterna
debemos conocer al único Dios verdadero (Juan 17:3).
Puesto que somos Sus hijos, debemos saber quién es Él
y cómo es Él.
A medida que usted llegue a conocer y amar a
Dios, hallará mayor paz y gozo, tanto en esta vida como
en la venidera.



Sofía Benn






sábado, marzo 17, 2007

GALA ÉVORA ESTRENA SU ARTE AHORA COMO ACTRIZ

Gala tiene un marcada expresión facial india, propia de uno de los orígenes que se les atribuyen a los gitanos.




Conocí a Gala Évora (Gala Muñoz Herrera-1983-Sanlúcar de Barrameda), cuando sacó su primer disco con el grupo que la dió a conocer, "Papá Levante", aunque de niña la tuve como alumna en un programa educativo de Medio Ambiente. La familia Muñoz Alcón es muy conocida a nivel nacional e internacional en el mundo artístico, especialmente por Manolo Sanlúcar, gran intérprete y compositor y afamado guitarrista. Manolo Sanlúcar es precisamente tío de Gala. Pues pude conocer a Gala a través del padre, el controvertido productor y compositor José Miguel Évora. Fue casi todo un año viviendo de cerca las intimidades de Gala y su familia, y lo que más me llamó la atención es que percibía que a ella le asfixiaba el entorno en el que se movía, principalmente porque necesitaba proyectar un mundo interior lleno de contrariedades, de poesía desgarradora y sutil a la vez, sobre el pentagrama de la Vida con mayúsculas.
Gala siempre fue una joven muy inquieta, inconformista. Disfrutaba encima de un escenario, aunque después tuviera en la intimidad ese halo de timidez y cierto romanticismo. La vida de los artistas suele ser muy enrevesada a veces y eso lo vivió ella desde muy niña en su casa. Aquéllo era un constante paso de cantantes, técnicos de sonido, arreglistas, pero siempre con la música como trasfondo, especialmente el piano de su padre.
A Gala le llegó la oportunidad de dar rienda suelta a su creatividad con Papá Levante, ya que ella era la coreógrafa y al fin y al cabo la protagonista, por ese alma de líder con la que nacen algunas personas. Pero Papá Levante no fué suficiente, pues sus inquietudes le llevaban a mucho más, como la moda, -quería crear sus propios diseños de ropa bajo una marca- e inesperadamente llegó el momento de la interpretación en el cine.
Gala Évora en un momento del rodaje de la película "Lola" que se estrena estos días.
Capacidades no le faltan, pues son de estas jóvenes con una fuerza interior fuera de lo común, excéntrica y muy sensible. Todavía no he visto la película en la que interpreta la primera etapa juvenil de la artista Lola Flores. Lo positivo de toda esta nueva experiencia como actriz-aunque me dá la impresión que siempre tuvo esa gran cualidad genética- es que ya conoce una gran parte de cómo funciona los entresijos de este mundo de la farándula.
Ahora prepara su propio disco en solitario, donde no le faltarán sus mejores asesores, como su padre, o su hermano Borja. Está visto que Gala nació para artista y que impregnará de su buen hacer cualquier cosa que se proponga.
Manuel J. Márquez Moy


UN LIBRO MUY INTERESANTE SOBRE EL ISLAM

Acabo de leer un libro que me parece sugestivo para el problema candente del “diálogo entre civilizaciones”, que en muchos casos se trata ni más ni menos que de un diálogo entre religiones. Es del famoso teólogo Hans Küng, quien como sabemos, ha tenido grandes problemas con el Vaticano. Su ficha es la siguiente:
Küng, Hans, El Islam. Historia, Presente, Futuro, Editorial Trotta, Madrid, 2006, 847 pp. ISBN 84-8164-781-0 (en rústica). Existe también una encuadernación en tela (ISBN 84-8164-869-8). Traducción de José Manuel Lozano Gotor y Juan Antonio Conde Gómez.
La lectura de este libro me ha impresionado sobre todo por dos razones. En primer lugar por la amplitud del tratamiento del tema. El autor ha procurado abordar todos las cuestiones y preguntas sobre el islam que pueden interesar no sólo a las personas cultas, sino al hombre de la calle. No escamotea ninguna de ellas, y procura ofrecer una respuesta nítida y serena a cada una. Algo así como “respuestas a todo lo que usted deseaba saber sobre el islam y no se atrevía a preguntar”.
En segundo, por el carácter pedagógico y claro del tratamiento: el autor utiliza numerosas subdivisiones con ladillos aclarativos que conducen al lector con facilidad por la senda de la exposición y de los razonamientos. El libro tiene además, abundantes diagramas y resúmenes de cuestiones en forma de preguntas abiertas sobre los temas más importantes, que ayudan también mucho a la comprensión del lector. El lenguaje es nítido y la lectura no se hace pesada en absoluto. Aun sin haber tenido en las manos el original alemán intuyo que la traducción es buena, pues la lectura es coherente, fluida y agradable.
Dada la amplitud de la temática tratada por Küng no me parece posible una crítica, ni siquiera somera, de sus abundantes tesis. Creo que el mejor servicio para el lector puede ser ofrecer un panorama, no exento de algún reparo, de su contenido.


















El controvertido teólogo Hans Küng


El libro tiene un marcado y confesado propósito irenista, es decir, pacificador: contribuir a la paz entre las religiones a base de un diálogo serio basado en un profundo conocimiento del “otro” desde dentro, es decir, de un estudio a fondo, cordial, de la perspectiva de las otras religiones, en este caso el islam. El autor aboga por el diálogo interreligioso y por la búsqueda de una ética común entre las religiones que permita un entendimiento básico que evite el temido “choque de las civilizaciones”.
El primer área de conocimiento aborda el islam en sus orígenes y trasfondo histórico: su imagen de religión controvertida desde el punto de vista de Occidente, y la contraposición entre un islam ideal y otro real. El problema de los comienzos de esta religión se analiza por medio de una exposición histórica desde los orígenes: la situación de Arabia hace unos cinco mil años, los restos del judaísmo y del cristianismo en esa región y la figura de Abrahán como primer creyente del islam (¡no Mahoma, sino Abrahán es el primer musulmán, puesto que es un ejemplo de aceptación de los principios básicos de éste, afirman los expertos!)
La segunda parte se centra en el islam como fenómeno ideológico-teológico. Son tres los temas tratados: 1. El Corán como libro y como revelación. 2. El mensaje nuclear del islam y 3. Los elementos estructurales que lo vertebran.
El primer tema explica las características del libro, el fenómeno de la inspiración de su texto, según los creyentes, y el largo proceso de recopilación y edición del Corán definitivo.
El segundo sintetiza la esencia del islam en una doble formulación: sólo existe un Dios y su profeta definitivo, y ahora único, es Mahoma. La mayoría de las gentes mantienen ingenuamente que los musulmanes creen en un Dios, distinto del de los judíos y cristianos, al que llaman “Alá”, como si este vocablo fuese un nombre propio, ignorando la elementalidad de que esta palabra en árabe no significa más que “Dios”, a secas –se sobreentiende que el único que existe-, y que ese Dios es el mismo que el de la Biblia judía y el de la Biblia cristiana.
El autor insiste con rigor en el teocentrismo del islam y en la consecuencia respecto al ser humano: como criatura no puede adoptar otra postura que la absoluta obediencia a la divinidad (en la práctica ésta se traduce en sumisión, a veces irracional y fanática a sus autoproclamados representantes).
El tercero: los elementos estructurales del islam aparecen claramente explicados por el autor: la oración ritual y sus características, los rasgos del culto islámico, en el que brilla por su ausencia la falta de un sacerdocio institucionalizado como en el cristianismo, los “tributos sociales” como la limosna, el tiempo anual de ayuno y la gran peregrinación a la Meca al menos una vez en la vida.
El lector debe caer en la cuenta de que en sus mismos orígenes el islam se presenta como una religión carente de una teología complicada, ¬al contrario que el cristianismo que nace ya con una cristología bien constituida. El islam, por su parte, nace y se desarrolla como una teología simple y sencilla, carente de mitos en su formulación esencial: no hay trinidad, no hay descenso y encarnación del salvador, ni una compleja historia de la salvación que incluye el sacrificio cruento del salvador, etc.
La tercera parte del libro de Küng es una historia sucinta, pero más que suficiente del islam. Esta historia presenta el necesario marco político y sociológico y el cambio de modelos ideológicos que controlan o son resultado de los cambios: el paso desde la comunidad o umma protoislámica al imperio árabe y su transformación en el paradigma del islam clásico – ya no necesariamente árabe- con pretensiones de religión exclusiva a la vez que universal.
En esta sección histórica tienen cabida también las cuestiones ideológicas en las que bastantes lectores pueden quizá centrar su interés: las grandes disputas teológicas de los principios del islam hasta llegar a la suma teológica de Al-Gazzali y una cierta teología normativa en vigor hasta hoy día; las escuelas jurídicas que forman el derecho islámico, con valor teológico y legal hasta hoy día; la mística islámica y el sufismo.
Como conclusión de esta parte histórica Küng se plantea una cuestión candente para muchas personas hoy: ¿hasta qué grado ha sido conformado el islam por los movimientos de la modernidad europea, a partir sobre todo del siglo XVII? ¿Ha sido de algún modo modernizado por la revolución científica e industrial, por la Revolución francesa y la Ilustración?
En este apartado Küng reconoce el retraso evidente del mundo islámico y árabe, pero afirma –no sin ánimo conciliatorio- que exageran los críticos europeos que mantienen la tesis de que el Islam aún no ha pasado prácticamente de la Edad Media. Küng señala aquellos aspectos ideológicos en los que el islam ha sido influido (¿a su pesar?) por la modernidad, y sobre todo efectúa una ponderada reflexión de lo que supuso el renacimiento árabe del siglo XIX y las tensiones entre paradigmas aún existentes de pensamiento y sociedad como reformismo / tradicionalismo islámico; modernismo / nacionalismo islámico; nacionalismo secular y arabismo supranacional.
El libro no concluye aquí. El autor tiene aún ánimos para exponer cuáles son los “retos del presente” para el islam: la vía secularista, la islamista y la vía socialista. Concluye que en el islam actual hay -vivas y confrontadas- multitud de tendencias, lo que conforma un islam en un perenne cambio, mucho más acusado de lo que creen la mayoría de los occidentales.
Un apartado de esta sección abre las posibilidades al diálogo interreligioso con “nuevos planteamientos teológicos para el diálogo” y a un examen de las cuestiones teológico-especulativas en las que puede haber cierta comunicación o confrontación interreligiosa: Jesús, monoteísmo y trinidad, Biblia y Corán; la crítica a la Biblia y la posible –y muy peligrosa- crítica al Corán… Küng se muestra más bien confiado en las posibilidades de un acercamiento entre las hermenéuticas cristiana e islámica de sus correspondientes Escrituras.
Aunque la distancia entre la moderna actitud cristiana, sobre todo la de corte científico, ante la Biblia y la actitud tradicional hacia el Corán parece inmensa, ésta no puede seguir siendo inalterable. No es excluible una convergencia tarde o temprano entre islam y cristianismo… lo que es, por otra parte, absolutamente necesario para la paz mundial, según Küng. Para muchos lectores parecerá demasiado ingenua por el momento la esperanza del autor de que relativamente pronto triunfará la voz del acuerdo y de la armonía. Ojalá (del árabe, wa [diptongo resuelto en o] ša [j] Allah: “Dios lo quiera”) sea así, aunque muchos lectores se mantendrán escépticos.
Una última parte del libro (de las pp. 597 a la 733) aborda las “posibilidades de futuro” y trata de los temas siguientes: la -posible y deseable- renovación interna islámica; el futuro del orden jurídico islámico; el futuro del orden estatal, económico, político y de vida islámicos. Aquí se encuentra el lector con cuestiones absolutamente interesantes y vitales para el mundo de hoy como son la reforma, aún pendiente, de la shariah o ley islámica; los derechos humanos y su aceptación por la teología musulmana; el trato a la mujer; la educación; la no deseable unión de estado y religión; el islam y la yihad, en muchos casos necesariamente traducible como auténtica “guerra santa” contra los infieles, sobre todo cristianos y judíos; las perspectivas musulmanas sobre un nuevo orden económico mundial en donde se discute si estas ideas aportan alguna solución a los problemas intrínsecos del capitalismo, y finalmente el futuro del orden islámico de vida donde vuelven a plantearse los candentes problemas del fundamentalismo en el mundo musulmán.
Hay que admirarse de la valentía y claridad del autor que no elude en ningún momento los problemas y apunta soluciones a cada uno de ellos tanto desde el punto de vista exterior, del observador cristiano, como interior, del ideario estrictamente musulmán. El lector tiene abundante materia de reflexión y, probablemente, de amable disensión.
Recomiendo encarecidamente este libro que me parece una excelente reflexión y síntesis sobre tantas y tantas cuestiones sobre las que los no especialistas no disponemos de adecuados instrumentos intelectuales para emitir juicios ponderados. Éste libro los proporciona, por lo que es muy bien venido.
Sentimos tan sólo que siendo este país una tierra de buenos arabistas hayamos tenido que importar un producto que se podría haber realizado aquí con iguales predicados de bondad.

Antonio Piñero es colaborador del Programa "Las Huellas de la Memoria"



sábado, marzo 10, 2007

GUERRACIVILISMO: ¿PARA QUÉ VAMOS A ENGAÑARNOS?

Luisa Isabel analiza en este artículo desde su perspectiva la situación de crispación política y social a la que nos han llevado con preocupación los líderes de los partidos mayoritarios españoles a costa de la lucha antiterrorista. Es un análisis de una de las personas que mejor conoce el panorama político de este país.








En la noche del 2 de marzo del 2007, se gritó en la Plaza de la Villa de Madrid: "¡Contra ETA, metralletas!". Banderas españolas desplegadas. Algunas con el águila. El PP y Falange. Con Falange, un Inestrillas. ¿El Inestrillas implicado en el asesinato del diputado de Herri Batasuna? ¿O el supuesto golpista? Al diputado lo mataron a tiros. En un restaurante de Madrid.

En el otoño de 1976, la derecha tenía miedo. Temía la revancha. Imposible pues era mayor el miedo de la izquierda. En la calle se hablaba de golpe de estado. De una vuelta a los fusilamientos y los paseos. Era imposible, porque no había militar con el prestigio indispensable, para que le siguiese facción del ejército, pero lo creían, atemorizados por grupos de extrema derecha, que movilizando ejército de matoncillos a sueldo, que debidamente protegidos por la policía, aporreaban esporádicamente a la gente de izquierdas.


La violencia culminó en la matanza de los abogados de Atocha. Culminada la entrega de la izquierda al sistema, la derecha mamporrera se diluyó, cumpliendo el destino de los partidos subvencionados.
En tanto gobernó Suárez, no se habló de corrupción. Sin embargo muchos de los que llegaron al poder con la hoja de parra, salieron con el riñón bien cubierto. Para empezar el Presidente. Pero los mecanismos que derribaron a la República no empezaron a funcionar antes de que llegase al poder la izquierda. Obvio la victoria de Felipe González, el hombre de Suresnes, al estar por catar, se tomaron precauciones. El 23-F sacó a la calle a los restos de Fuerza Nueva. Y probó lo ya sabido: todo intento de golpe militar, estaba abocado a terminar en arrestos.
Siguieron los Pactos de la Moncloa. Bajo la sombra de las pistolas, se aseguró la continuidad inmovilista del sistema. En los largos años de gobierno de González, culminó sin sangre de por medio la repetición de la maniobra que restó seguidores a la República, creando las condiciones que facilitaron su derrota.
El escándalo económico del "Estraperlo", la represión de los mineros asturianos y la matanza de Casas Viejas, arrebataron al sistema la aureola de prestigio, que le permitió derribar a una monarquía desprestigiada. Creado el sentimiento de que llegado al poder, todos "eran iguales", fue posible la Guerra Civil, seguida de 40 años de dictadura. A los largo del prolongado mandato de González el PSOE perdió los cacareados "100 años de honradez", dejándose en la aventura del GAL la aureola de ética y limpieza política.
El día en que los españoles concluyeron que instalados en el poder, "todos son iguales", la derecha ganó las elecciones, en un país de izquierdas. Gobernando en minoría, con la mira puesta en la mayoría absoluta, procuró complacer a un electorado, que le prestó el voto sin dárselo. Basada la Democracia Hispana en las urnas, pues como en nuestros a la estadounidense no le queda mucho más, eran muchos los españoles que se preguntaban por qué no se empleaban para solventar los problemas vasco y catalán. Asegurado el respeto mutuo al resultado, previa y debidamente, sería posible acabar con un terrorismo, que al tener raigambre popular nunca podrá ser erradicado por la fuerza.
Cierto que la sinceridad del PP en su diálogo con ETA, parece haber sido más que dudoso. Pero se supo y la derecha de la paz acopió tantos votos de la izquierda que se permitió ganar por mayoría absoluta cambiando el mapa político del país. Es posible que de no haberse involucrado en la Guerra de Irak, se le hubiese perdonado la marcha atrás, en los tratos con los vascos. Pero sumada la prédica violenta, en cuanto tocaba al problema interno a la proclamación de la "armas de destrucción masiva" como articulo de fe y la intervención en la Guerra de Irak, el PP dejó de ser la "derecha de la paz", para convertirse en "el partido de la guerra". Lo era en la mente de la mayoría, cuando unos traficantes de poca monta, cambiaron las drogas por los explosivos.
Beneficiándose del abandono de los propietarios de la mina "Conchita" y de la Guardia Civil local, bajo cuya responsabilidad queda el impedirlo, acopiaron los suficientes para matar a cerca de 200 madrileños. No dimitió el Presidente, cúpula del gobierno, que consintió la irresponsabilidad. Ni siquiera el Ministro del Interior, que hubiese debido estar más vigilantes. Reaccionaron culpando a ETA, con obstinación y contumacia, sin que les hiciesen rectificar las pruebas en contrario.
Dimitidos por el electorado, no se resignaron ni cambiaron el discurso. Buenos escolásticos de formación, estando en la oposición, se expresan como si estuviesen en el gobierno. O como si se lo hubiesen usurpado, siendo suyo en propiedad.
Con esa facilidad que algunos adquirimos, en la infancia y por educación, para mantenernos en nuestro camino, sin dejarnos silenciar, amedrentar, vencer ni desviar por la adversidad, pasan por alto los asunto de corrupción, que tocan al partido, como si no fuesen con ellos, ni en su momento lo hubiesen consentido, centrando el discurso y la atención en el terreno que les conviene. Un discurso apabullante, violento y machacón, que como aconseja Camino, no pretende convencer. Tirando por el atajo busca y consigue apabullar, consiguiendo que para atreverse a disentir en voz alta, incluso pensando con convicción lo contrario, haga falta dosis apreciable de valor.
Es su fuerza. Y su talón de Aquiles que se le pierda el miedo. Porque podría suceder, tienen prisa. Y en su prisa, adoptan actitudes guerra civilistas, rebasando de lo razonable, en el lenguaje de un odio y un rencor, que es bajeza. Lo siento, pero empiezo a echar de menos aquel "Odia el delito y compadece al delincuente", que campeaba sobre el quicio de la cárcel.
No recuerdo cuántos años estuvo Mario Conde en la cárcel. En todo caso, muchos menos de los que le tocaron. El asunto Banesto fue causa del suicidio de un amigo. Pero a la viuda no se le ocurrió clamar, pidiendo que Conde se "pudriese" en la cárcel. Entre otras razones, porque con ello no resucitaba al muerto, ni a los que perdimos, nos devolvería nuestro dinero. De la Rosa salía por "depresión", sin que lo justicieros levantasen la voz y hay un Abelló al que condenó el Supremo, que no ha pisado la cárcel. Supongo que le habrán amnistiado.
Los culpables de no pocas ruinas y no sabemos cuántos suicidios, pues por no decir que se suicidan muchos, donde nadie lo hacía, no se la noticia, entran en la cárcel por una puerta para salir por otra, sin que nadie se rasgue la vestiduras. Ni hay voz que se levante para preguntar, aunque no sea más, cuantos crímenes y desapariciones se archivan cada año sin resolver, lo cual indica un número proporcional de asesinos sueltos, menor por haberlos en serie. Ni cuántos sucesos escandalosos se han cerrado en falso, mandando a la cárcel, sin pruebas, culpables presuntos.
Por nada de esto se convocan manifestaciones. Pero las calles se llenan, bandera española en ristre, lo que en nada beneficia a la enseña, porque se ha decretado prisión atenuada para De Juana Chaos, que no liberación.


Si nos atenemos a esos principios jurídicos, que hicieron a todos los hombres iguales ante la ley, el mencionado, ha pasado y cumplido en la cárcel la condena limite, que prescribe la ley, fijada en 20 años de prisión continuada, en tiempo de Franco, y en 30 en los países y tiempos de mayor dureza represiva. Para retenerle, los jueces hubieron de recurrir a unos artículos, publicados estando en prisión, haciendo de De Juana el primer preso por "delito de opinión" de sistema, que ha cuidado de no dar lugar, retirando el derecho a la palabra, a cuantos considera susceptibles de cometerlo.
A partir de este error, surgió la huelga del hambre, supongo que mitigada, pues de lo contrario habría muerto. Prolongada y estando el preso en evidente mal estado, a las razones humanitarias, que de toda evidencia exigía cambio de situación, con mayor motivo que la "depresión" esgrimida por De la Rosa para regresar a su casa, se suman las políticas, no escapando a nadie que la muerte de De Juana en la cárcel, hubiese creado serias complicaciones. Tales que de estar el PP en el poder, es probable que lo hubiese liberado igualmente. No, por supuesto, por humanidad. Es "debilidad" que no roza su lenguaje.


Luisa I. Álvarez de Toledo (Duquesa Medina Sidonia)