viernes, febrero 01, 2008

UN PLENO ORTEGUIANO






El pasado miércoles se celebró un Pleno Ordinario en el Ayuntamiento de Sanlúcar, como va siendo costumbre, la última semana de cada mes. No hubo problemas para aprobar por unanimidad casi todos los puntos del orden del día. Conocimiento de decretos inscritos en el Libro de Registro de Resoluciones de la Alcaldesa, algunas propuestas de ejecución de Estudios de detalles de carácter urbanístico que llevaban paralizados desde el año 2.004, otra nueva Operación de Tesorería por importe de 10 millones y medio de euros con Cajasol.
Si uno analiza las circunstancias en las que este Ayuntamiento se desenvuelve en la actualidad, se termina por comprender muchas cosas. Y esa fijación en los detalles aparentemente nimios, que parecen no tener sentido, es lo que realmente Ortega y Gasset elevó para crear toda una revolucionaria corriente filosófica en el primer tercio del siglo XX. Una mirada, un gesto, un tono en la intervención de algún concejal, una ausencia notable, la manera de moderar el Pleno, la oratoria, son muchos detalles que dicen mucho sobre el sentido de lo que está pasando en este caso en el Salón de Plenos del Ayuntamiento y, por consiguiente, en la política en Sanlúcar.
El concejal de AS (Alternativa Sanluqueña), José Luis Cuevas, precisamente lanzó una máxima orteguiana que venía a decir más o menos, que en las instituciones lo que sobran son los tecnócratas, y lo que tiene que haber son buenos técnicos y buenos políticos. Ahí quedó eso para sorpresa de un Antonio Prats que no llegaba a comprender lo que Cuevas afirmaba.
Desde que comenzó esta legislatura municipal se han venido creando diferentes Consejos, de la Mujer, de Urbanismo, de Medio Ambiente, de Cultura, de la Juventud, para en teoría dar a entender que se cuenta con la participación de la ciudadanía, aunque sus opiniones no son vinculantes, ya que obviamente la última palabra la tiene el político. Y como estamos un poco cansados de la burocratización de todo, pues Prats trataba de recordar que no fueran simplemente órganos fantasmas.
Hubo un punto, el 13º, donde se solicitaba al Pleno la encomienda de la gestión del Servicio de Inspección Ambiental a la Comunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir, que defendió la Delegada de Medio Ambiente, Inmaculada Muñoz, pero sin mayor trascendencia, si tenemos en cuenta que el Servicio ni funcionaba antes ni vislumbramos que lo haga ahora desde una mermada Mancomunidad del Bajo Guadalquivir, que prácticamente es un organismo muerto.

El punto más interesante fue el de Ruegos y Preguntas, donde Antonio Prats lanzó una batería de preguntas a diestro y siniestro. Y una última intervención del Delegado de CC.OO (Comisiones Obreras), Manuel Romero Caro, que había pedido la palabra para aclararnos las facturas “raras” que se habían encontrado en el periodo de quince días que la ciudadanía ha tenido para observar la liquidación de las cuentas del ejercicio de 2.003, cuando ya gobernaba el PP y AS. La verdad es que Romero Caro dio a entender lo que muchos sospechaban sobre las cuantiosas irregularidades que ha habido en la etapa del Gobierno de PP-AS. Y todavía quedan por liquidar las de 2.004 a 2.006. Caro pidió encarecidamente que se investigue y abra las respectivas diligencias contra los responsables de las presuntas irregularidades.

Las diferentes Delegaciones siguen estando blanditas, siendo los Delegados del CIS (que gobiernan en coalición con el PSOE) los que equilibran los desajustes del Equipo de Gobierno. Irene García es la que se esfuerza en gobernar, la verdad sea dicha, en vez de mandar, aunque le cuesta lo suyo que siempre ha sido y sigue siendo mandar, como hacen la mayoría de los Delegados, que mandan pero no Gobiernan, sino que lo hacen los técnicos (la tecnocracia que denunciaba José Ortega y Gasset).
Porque dejemos claro, que no es lo mismo mandar que gobernar. En palabras de Luisa I. Álvarez de Toledo (Duquesa de Medina Sidonia):

“La "política", ciencia de la “polis”, es el arte de administrar y gobernar; de conseguir por las buenas, lo que la estupidez impone por las malas; de prever las consecuencias de actos y hechos. Hacer un puente corresponde al técnico. Captar la necesidad de construirlo, determinar su ubicación, buscando obtener la mayor utilidad, con el menor gasto, molestias y protestas, corresponde al político. Y al funcionario, bajo su supervisión, procurar la mayor calidad al menor precio.”




Manuel Romero Caro, en el turno de su palabra, ocupó por momentos el lugar del ausente Manuel Mª Gil (IU)












También hay que añadir que la oposición casi no existe. Sin embargo, en favor de los Delegados, muchos no gobiernan porque la Alcaldesa no les deja, o en algunos casos concretos porque no tienen todavía capacidad, por lo que se impone la tecnocracia, que tiene su perjuicio en que el técnico no debe suplantar al político en el ejercicio de su función. Y por último, también mandan los sindicatos, para bien o para mal, aunque todavía no sabemos a qué precio.

Manuel J. Márquez Moy


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