sábado, agosto 09, 2008

APUNTES EDUCATIVOS VITALES PARA EL ENTORNO DE LOS NIÑOS

Manuel Caño Delgado explica aspectos de la educación junto a la Laguna de Tarelo en Sanlúcar de Barrameda

Uno va acumulando ideas y reflexiones como si de un cuaderno de campo se tratara, sobre experiencias que va viviendo a lo largo de los años, hasta que va conformándolas y dándoles cierta solidez argumental. Manuel Caño Delgado fue una de esas personas que se pueden calificar como adelantadas a su tiempo, cuando comenzó a trabajar en la Educación para la Paz. Muchos lo veían como un “bicho raro” que trataba de sacar adelante ciertas utopías. Pero el tiempo le ha ido dando la razón. El tiempo y muchos colegas de profesión. Su intención y objetivos es cierto que eran pretenciosos, pero también muy necesarios. Educación para la Paz para lo cotidiano, desde el hogar y desde los colegios. Impregnar de códigos de valores a niños y adultos para resolver conflictos de manera positiva.

Por otro lado tenemos la desorbitada acumulación de adrenalina. Es decir, que acumulan tensión y no encuentran la forma de descargarla. La adrenalina es una hormona que libera nuestro propio organismo desde las glándula suprarrenales (arriba de los riñones) hacia la sangre para situaciones estresantes, de miedo, temores. Se ha comprobado que los niños acumulan cada día más adrenalina de la necesaria y por tiempo muy prolongado debido a que están expuestos cada día más a situaciones que le provocan temor por vivencias desagradables en el hogar principalmente y centros escolares. A modo de reflexión hay una acción vital que se debería aplicar por los adultos a los niños desde que son muy pequeños para no promover inconscientemente conductas problemáticas en el comportamiento emocional de los vástagos. La educación afectiva es esencial y erramos muchas veces dejando una huella profunda en las emociones de los menores con actitudes que de manera sutil captan y dañan la autoestima de los niños. Así que éstos buscan amparo afectivo y comprensión en otros entornos fuera del núcleo del hogar cuando observan en sus casas un ambiente hostil. En estos vídeos Manuel Caño Delgado, que continúa su labor como Psicólogo y Orientador, explica muy claramente los estímulos positivos y negativos que deberíamos utilizar en el largo y complejo proceso de la educación.


Y por otro lado tenemos un problema creciente hoy día que es imprescindible significar. Se han hecho estudios que concluyen que los niños desde edades muy tempranas acumulan excesiva adrenalina de manera casi permanente o con demasiada frecuencia. Esto lo hemos podido observar en estudios psicosociales en el Programa de Investigación “Las Huellas de la Memoria”. Existe un gran porcentaje de niños que llegan incluso a convivir con altas dosis de adrenalina durante años sin llegar a descargar la tensión y el daño que eso produce en sus comportamientos y en su salud. Incluso hay niños que se hacen adictos a la adrenalina, pues llegan a "emborracharse de adrenalina", si me permiten la expresión, ya que sienten sensaciones de placer, con lo que contínuamente van buscando sitaciones de riesgo y verdadero peligro a corta edad. Actitud que se acrecienta con la edad.

La cuestión radica en que es vital enseñarles desde pequeños a descargar la adrenalina que no se utiliza. Hay diferentes modos, desde conversaciones afectivas, hasta la utilización de aficiones que supongan creatividad artística por su parte, o la práctica del deporte. Y es que habría que matizar que los niños se puede considerar que han hallado por sí mismos, en los entornos en los que se mueven maneras de descargar esa adrenalina pero con métodos agresivos. Por lo tanto, como ese autoaprendizaje lo han incorporado a sus hábitos de costumbre y de conducta, cuanto más mayores se van haciendo más difícil es posteriormente educarlos en buscar otras alternativas que no supongan esas descargas agresivas. En estas primeras edades de su infancia es muy importante que el niño encuentre no un hogar entre algodones, pero sí que los componentes del hogar aprendan a resolver las tensiones que surgen día a día con templanza, y, por consiguiente, también en los centros escolares. Lo ideal sería atajar, o más bien, aprender a identificar y cómo concebir los focos que producen esas tensiones a adultos y menores, pero eso es un camino harto difícil, aunque no imposible, pues ciertos detonantes de ese estrés que existen en el entorno inmediato pueden ir corrigiéndose o afrontarlos con otras actitudes más inteligentes.

Manuel J. Márquez Moy, Coordinador del Programa de Investigación "Las Huellas de la Memoria"

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