CUANDO LA ALCALDESA DE SANLÚCAR SUBIÓ AL SINAÍ

Cada día me produce más hastío escribir de política local. Eduardo Domínguez Lobato, entre la galería de personajes a los que les dedicaba un artículo, tenía uno muy curioso que él me lo recordaba con frecuencia al final de sus años, sentados los dos en su mesa camilla. No recuerdo el nombre, porque eran personajes pintorescos, con sus apodos, pero reparábamos en lo que declamaba por las calles de Sanlúcar allá por los años sesenta: ¡“No me creo ná!”, repetía una y otra vez. Llegábamos a la conclusión que aquél hombre no estuvo loco, sino que había llegado a resumir el sentido de la vida en una sola frase filosófica, en una sentencia: “¡No me creo ná!”. Evidentemente lo hacíamos con sumo respeto, aunque aquello no dejaba de tener su gracia porque se le aplicaba hoy día a muchas cosas.
El lunes 15 de Septiembre estuvo Manuel Chaves por aquí, inaugurando oficialmente el curso escolar, han pasado el Consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, la Ministra de Vivienda y algunas autoridades más.
Siempre hay que reconocer que se agradece que se acuerden de que Sanlúcar de Barrameda existe por mor de la Alcaldesa Irene García.
De pronto, aparece el otro día en una rueda de prensa anunciando los proyectos para el nuevo curso político que se reanudaba tras las vacaciones de ella, supongo. Y mi sorpresa es que nos presenta los diez mandamientos. Parece como si hubiera subido al Sinaí, en plan Moisés, que pudiera ser el Teide, y que tras una intensa meditación con la cúpula de la Diputación, que está que arde, hubiese bajado al pueblo y nos diera el cambiazo de las tablas por el becerro de oro o el oro del becerro, como diría Antonio Gala. “Ahí tenéis mis promesas”, tipo campaña electoral “y yo me llevo el becerro de oro.”.
Los diez mandamientos: un pacto por el empleo, viviendas sociales, comienzo de las obras del acceso de la carretera del Puerto, el Hato de la Carne. No sé ustedes, pero a mí me parece esto más de lo mismo, o mejor dicho, lo mismo que lleva diciéndonos hace un año y medio. Pero no explica que para empezar la Carretera del Puerto todavía se está redactando el Proyecto y otros muchos trámites.

Un convenio con Cajasol que se hará cargo de las facturas pendientes de los proveedores que no cobran desde hace 15 años. Pero que se sepa no hay ninguna operación aprobada todavía con la entidad, algo remisa a comprometerse a compleja tarea con lo que está cayendo en plena crisis económica; además ya se aprobó hace un año con caracter finalista una operación también co Cajasol de 2 millones de euros para el pago de las sentencias judiciales provenientes de las deudas con los proveedores. ¿Dónde han ido esos 2 millones de euros?.

Prometí una valoración de la reunión de la Mesa de Seguimiento de las Aguas del Guadalquivir, pero no se me ocurre otra cosa que decir que esto sigue oliendo a timo; que los resultados de la batimetría iban a estar a finales de Junio y a estas alturas el que aquí nadie haya presentado nada, da mucho que pensar.

La auditoría, ni mú, bueno, a finales de Octubre. Tengo especial interés con ese dinero adjudicado-20.000 euros- qué auditoría se ha realizado. Y ahora pide lealtad institucional a la oposición. ¿Lealtad, en qué?. ¿En que no se la critique?. ¿Lealtad en buscar apoyos para un convenio que se le atraganta? ¿Tiene lealtad ella, como máxima representante local a la ciudadanía que la eligió, o su lealtad tiene que ver más con sus superiores y sus sueños de ascenso político? Perdonen, es que ya uno a estas edades va aprendiendo la filosofía de aquél respetable majareta del “No me creo ná”.

Manuel J. Márquez Moy