miércoles, octubre 29, 2008

EL VANDALISMO TIENE CURA


Es cuestión de buscar un equilibrio entre adrenalina y autoestima

Parque de los Boy Scouts
La rotura del material urbano, pintadas en lugares inadecuados y otro tipo de destrozos se debe tomar como dos problemas conductuales de tipo psicosocial y cultural. Siempre ha habido actos vandálicos protagonizados principalmente por grupos compuestos de ciertos jóvenes, aunque suele haber a veces alguna variante. Hacer un llamamiento general a la población en estos tiempos lamentablemente sirve de muy poco. Sea el paseo marítimo, el deterioro de alguna figura monumental, el arranque de cuajo de algún banco de un paseo, denota evidentemente que en esa ciudad no se está haciendo lo suficiente. Además, sin darse cuenta, no se puede exigir respeto a los ciudadanos cuando las propias autoridades municipales destrozan impunemente el patrimonio histórico y descuidan los parques. Y no es un juego demagógico, sino un ejemplo de que también los políticos requieren participar de la conservación y el cuidado de la ciudad con verdadera conciencia.

Clamar en el desierto con notas de denuncias públicas no son nada efectivas. Vuelvo a repetir la frase del filósofo José Antonio Marina, con aquello de “la solución a estos problemas debe implicar a toda la tribu”. Y la tribu somos todos. Sin lugar a dudas normalmente cuesta un trabajo de algunos años, pero lo que no se puede realizar son labores anecdóticas según sople el viento. Es decir, dedicar un periodo de un mes y suspenderlo hasta volver a retomar la actividad de concienciación hasta sabe Dios cuándo. Esa forma de tratar los asuntos de la ciudad son síntomas claros de muy escasa preocupación por parte de los gobernantes. El vandalismo, la delincuencia, tiene cura pero hay que tomárselo muy en serio.

Los políticos quieren resultados rápidos, logros rápidos, inauguraciones rápidas, y hay cuestiones que requieren su tiempo, cociendo planes a fuego lento, donde se implique seriamente, realmente a la comunidad vecinal, la familia, los centros colegiales.

Por otro lado tenemos la labor policial. Si hay un cuerpo de seguridad que actúa con carácter y de manera planificada se pueden ir corrigiendo algunas conductas de actos vandálicos, paralelamente a un trabajo de motivación tutelado por personas especializadas en formación psicosocial.

Cuando me refería en el titular a que el vandalismo tiene cura a base de equilibrar la adrenalina y la autoestima es porque son dos de los conceptos que están presentes en la raiz de estos comportamientos que ya hemos analizado en otras ocasiones ampliamente. El sentimiento de vacío emocional es un problema hoy muy generalizado entre la población joven y adulta, lo que nos desvela un síntoma clásico de baja autoestima. Y el resentimiento en otras personas, el sentimiento de soledad está en el origen de un excesivo estrés y adrenalina que lleva a algunas personas a no saber hacia dónde proyectar sus sentimientos negativos, por lo que encuentran ciertos estímulos sintiéndose partícipes de una agresión al mobiliario urbano, en vez de encontrar alternativas para descargar la excesiva adrenalina con otros métodos alternativos más sanos.

Manuel J. Márquez Moy

1 comentario:

  1. Anónimo1:16 a. m.

    Moy hay una cosa muy curiosa, sabes de que manera todo este bandalismo se pudiese terminar?.

    Muy facil, comunicarle a toda la chusma de sanlucar que destroza sanlucar que se vayan a casa de la alcaldesa y lo hagan alli.

    Ya veras que no tardaba mucho en arreglarlo.

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    Deberas tengo unas ganas locas de que termine de saltar toda la mierda que tiene sanlucar en los medios de comunicacion.

    a ver..........

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