miércoles, octubre 01, 2008

¿Y QUÉ HAY DE NUESTRA CRISIS LOCAL?


Aquí no es cuestión de que Irene García, o Juan Marín, o Francisco Collado (pseudo -Delegado de Economía y Hacienda), le responda a Antonio Prats que se vaya a Wall Street, o a la Reserva Federal. Nuestra crisis es idiosincrasia, esencia pura que se respira por nuestras calles y balcones. Aquí no hay activos tóxicos que valga, aquí hay veneno subprime, que eso sí que tiene tela. Aquí te vas a pasear por la orilla de la playa y te llegan aromas de corrupción y hachís que bajan desde el Guadalquivir con lodos. Nuestra crisis es nuestra y sempiterna, económica y de anomia social. Forma parte de los presupuestos de nuestro Ayuntamiento, y es una costumbre a la que parece que le hemos cogido cariño, es como una feria, una tradición, que acompañamos con vino de la tierra. La crisis tiene solera, desde la misma transición democrática que bendijo el recordado José Luis Medina Lapieza. Desde entonces adoptamos la crisis y no la hemos soltado.
Siempre ha parecido que Sanlúcar de Barrameda no despegaba definitivamente como cabecera de la Provincia gaditana, como puntera, porque nuestros políticos no habían sabido mirar al horizonte de la Bahía, de Doñana, de la Campiña, y del Valle del Guadalquivir, río arriba.
Y tantos años con protocolos, convenios, con la creación de organismos, tipo Gerencia de Urbanismo, Mancomunidad del Bajo Guadalquivir, Emuvisan, Pactos, y pensábamos que estábamos en la Gloria.
Santo Lugar. Lugar Sagrado del Sol. Una tierra donde la Historia Universal nos dejó una enciclopedia en cada rincón, callejuela, cuesta, edificio, torreta, barrancas; desde la Protohistoria de Tartessios y Fenicios hasta los baches Contemporáneos de la Calle de la Bolsa. La Naturaleza no ha podido ser más agradable con nosotros, regalándonos las condiciones para que en los santuarios bodegueros se produjera el milagro de la manzanilla.
Pero el ensueño se vuelve sueño y seguimos votando por la crisis. Aquí no es cuestión de rescates financieros millonarios, de tipos de interés, sino tipos y tipas con intereses privados oscuros que no han mirado por lo público.
Y ya está bien de que no seamos capaces de reaccionar ante tanta mediocridad, servilismo y perrismo. y de mirar para otro lado. Ahora nos dan la crisis para que nos entretengamos, pero nos han dado la del mercado financiero internacional, pero ésta, siendo grave, no es óbice para que de una vez por todas abordemos nuestra crisis particular, endémica y nos propongamos en serio proyectar la ciudad del presente, pues todavía tenemos cuentas pendientes desde hace tres décadas. Dejemos de jugar a políticos de postín y a vacuas artimañas, y que nuestros administradores públicos locales justifiquen de una vez sus sueldos trabajando eficazmente por Sanlúcar de Barrameda, si es que se atreven.
Manuel J. Márquez Moy

1 comentario:

  1. Una enciclopedia en cada rincón que apenas se usa. La suciedad urbana nos delata.Idiosincrasia supone entre otras señas de identidad, un profundo respeto al entorno.

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