martes, agosto 11, 2009

EL MARCO DE JEREZ INTENTA CONCENTRAR LA OFERTA ENOTURÍSTICA MÁS DESARROLLADA DE ANDALUCÍA

Un estudio de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (FAFFE) analiza el ‘turismo del vino’ como dinamizador económico. Este tipo de turismo, aún emergente en Andalucía, presenta un gran potencial si se apuesta por el marketing, la profesionalización y el trabajo en red –por ejemplo, con itinerarios conjuntos entre distintas rutas-

Existen destinos a nivel mundial que han conseguido hacer del vino un reclamo turístico de primera magnitud: Nappa Valley (EEUU), Melbourne (Australia) o La Toscana (Italia), por citar algunos entre los que también se encontrarían regiones de Alemania, Hungría o Argentina. Este tipo de turismo, sin embargo, actualmente se encuentra en fase de crecimiento en el caso de Andalucía, de ahí que desde la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (FAFFE) –entidad adscrita a la Consejería de Empleo- se haya realizado una investigación para determinar su potencial e intentar que genere la mayor riqueza posible, con su consiguiente repercusión en el mercado de trabajo. Así surge el “Estudio del ajuste entre las Denominaciones de Origen del Vino Andaluz como reclamo turístico”, que analiza los Marcos de Jerez, Montilla-Moriles (en Córdoba), el Condado de Huelva y la Sierra de Málaga-Málaga.


Entre las primeras conclusiones de este análisis, se establece que el Marco de Jerez concentra a las bodegas con mayor desarrollo de su oferta enoturística (o del ‘turismo del vino’) de Andalucía. En este sentido, el modelo de oferta turística de las bodegas andaluzas incluye, básicamente, visita guiada a la bodega, exposición del proceso de producción y crianza, degustación de caldos y venta directa de vinos. Sin embargo, una de cada tres bodegas del Marco jerezano añade a este paquete de servicios la dinamización de la visita con espectáculos o actividades adicionales, así como la oferta gastronómica en sus instalaciones. De esta manera, Jerez destaca como referente actual del turismo enológico, pese a que la competencia aumenta constantemente a escala internacional.



El citado estudio sobre enoturismo fija dos puntos débiles a nivel andaluz dentro de esta actividad: que el gasto medio por turista es escaso en comparación con otras zonas del mundo –diez euros por visitante al día según el Consejo Regulador del Jerez, mientras que otros destinos turísticos, como Nappa Valley, triplican este gasto-, y que la duración de estas estancias turísticas en Andalucía es corta (de menos de dos días, y con alta frecuencia de visitas de un solo día. En comarcas alemanas, la estancia media alcanza los siete días). Expertos en el sector consultados para realizar la investigación de la FAFFE –procedentes de entidades públicas, del sector vitícola, bodeguero y turístico- afirman que las soluciones a estas debilidades pasan, fundamentalmente, por dos medidas.


Primero, buscar la cohesión entre zonas andaluzas de manera que se programen rutas conjuntas por varias Denominaciones de Origen –trabajo en red-; y, segundo, potenciar las estrategias de marketing para vender este tipo de turismo (en este caso, se podría emplear el benchmarking o importación de otras experiencias similares). Las redes de ciudades como destino enológico permiten mayor rentabilidad porque generan sinergias. Se estima que con los itinerarios conjuntos entre distintos territorios andaluces el número de pernoctaciones puede incrementarse de manera notable a la vez que, entre otras ventajas, se minimiza el despoblamiento de núcleos rurales al incluir estas zonas en las visitas programadas.



El Marco de Jerez, en la provincia gaditana, produce las denominaciones de origen de Jerez-Xérés-Sherry, Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda y Vinagre de Jerez. Se extiende a lo largo de ocho municipios gaditanos (Jerez, El Puerto de Sta.María, Sanlúcar, Chiclana, Chipiona, Puerto Real, Rota y Trebujena) y un municipio de la provincia de Sevilla: Lebrija. La superficie inscrita suma 10.372 hectáreas, y se calcula que abarca a unas 100 bodegas. El perfil del enoturista de este Marco tiene una edad media de 40 años, viaja en pareja sin hijos, y posee un nivel adquisitivo medio-alto.



Las principales necesidades para consolidar la oferta enoturística, manifestadas no sólo por el Marco de Jerez sino por el resto de los andaluces, atienden a una mayor promoción y difusión de la oferta, y a una mayor coordinación con el sector turístico general (agencias, restaurantes, hoteles, actividades complementarias). Hay que tener en cuenta que, en el caso de España, el 70% de nuestros turistas manifiestan que realizar una cata o visitar una bodega es un complemento a otras actividades que, en el caso de Andalucía, son, sobre todo, las culturales (una de las principales motivaciones para visitar la comunidad). Es decir: el turismo del vino no gira sólo en torno a la existencia de una bodega o viñedo como recurso principal, sino que el perfil de visitante actual precisa de recursos complementarios relacionados con la cultura o con el turismo rural. Un punto fuerte a este respecto para Jerez es la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre (y el caballo en general) o su vinculación al mundo del flamenco.




Las conclusiones de este estudio para el Marco de Jerez se dividen entre las obtenidas al analizar el sector bodeguero, y las proporcionadas por entrevistas en profundidad a los agentes del enoturismo en la zona. En primer lugar, el análisis del sector bodeguero revela que el ‘turismo del vino’ no se concibe aún como una línea de negocio independiente, sino como un complemento a la actividad principal de la bodega. Esto deriva a veces en que el servicio es pobre al desaprovechar los recursos existentes. Además, es necesario aumentar el nivel de profesionalización del sector y reforzar la cooperación con el sector turístico (a esto último las bodegas se muestran especialmente predispuestas).


En cuanto a las conclusiones suministradas por las entrevistas en profundidad, se propone la creación de un organismo independiente que represente los intereses públicos y privados del sector, independientemente de la existencia de la Asociación de la Ruta del Vino del marco. También se quiere utilizar las bodegas para diferentes usos -como para eventos-, crear una marca gastronómica en la zona y fomentar el conocimiento del vino entre la población local.

Remitido por la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía

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