viernes, julio 01, 2011

"HOY VIERNES: CHIMPÚN" por Luis Miguel Fuentes



Felipe González fue el que empezó a dejar el obrerismo, el socialismo de linotipia y fiambrera, por una socialdemocracia que quizá quería mirar un poco a Alemania, pero luego sólo miró a los bancos, a esos dineros de Solchaga que olían a estanco y a casino y, claro, a la OTAN, que le parecía esa película de Un día en Nueva York, con los cañones para sentar a señoritas que cantaban con los marineros. Había que modernizar al PSOE y a España, europeizarlos como se europeizaba todo entonces, porque aún nos sentíamos un poco africanos o filipinos.



Era el socialismo con forro capitalista, un socialismo posibilista, mezcla de negocio (fue la época de los grandes tiburones), buen rollito de la Movida, un poco de destape, primeros bailes de embajada en Europa y algo todavía de retórica añeja para dar muchos sopapos a la derecha eterna, que aún lo era. Luego llegaron la corrupción, la caída de González, el pucherazo de Borrell, el fracaso de Almunia y la derechita pulcra y sosona de Aznar. Lo de Zapatero fue el segundo intento de modernización del PSOE. Quiso hacerlo esta vez femenino y como orientalista, pero manejar el dinero con mariposas y poner corazoncitos en el lenguaje y los ministerios no bastó para conducir un país al que le venían dos crisis aupadas una sobre otra: la nuestra, la de un sistema productivo atrasado basado en el ladrillo, y la internacional, la financiera.




Zapatero empezó a ñoñear, a torpear y a hacer ideología del espiritismo. Todo le salía como un anuncio de compresas y así es imposible llevar con seriedad nada, ni un partido ni un país. Es decir, que el socialismo se hizo primero posibilista y luego iluso, acabando la era de González en corrupción y la de Zapatero en memez y hambre. Ahora están en un interregno en el que Rubalcaba es sólo una coda triste, que terminará en chimpún como todas las codas.



En el PSOE sólo piensan en qué hacer tras ese chimpún. No dudo de que hay gente en el PSOE que desea un partido socialdemócrata moderno y diferente, sin dinosaurios ni majorettes. Pero no creo que eso se pueda conseguir con los que lo dirigen ahora. En Andalucía, esto es aún más evidente. Aquí ni siquiera pasaron por la purificación de la derrota. En Andalucía, por conveniencia, se ha superpuesto el felipismo tardío, superviviente y acomodado con el zapaterismo verderón y flautista, así que se fundían las viejas herencias de los unos y el maquillaje buenista de los otros en un caos que sólo se ha ido sosteniendo por la inercia del poder. Aquí el PSOE siempre ha sido otra cosa, ese reinado, esa gran cosechadora, esa costumbre, viviendo de lo vivido. Pero eso ya ha dejado de funcionar. Todos esperamos el chimpún final. Luego, veremos si nos traen una nueva socialdemocracia, un nuevo disimulo o un nuevo fracaso.

Luis Miguel Fuentes es Columnista, Articulista y Cronista del Diario "El Mundo"

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