jueves, febrero 23, 2012

LA GUARDIA CIVIL DE CÁDIZ IMPUTA AL GUARDA DE UN COTO POR COLOCACIÓN DE CEBOS ENVENENADOS EN SAN JOSÉ DEL VALLE





















Tristemente sigue siendo una práctica común el tratar de acabar con las consideradas "alimañas", especies que los dueños de cotos de caza ven como perjudiciales para sus intereses cinegéticos, ya que estas depredan sobre animales como perdices, codornices, conejos. Aunque esto es cierto en gran medida, los cebos de venenos están prohibidos terminantemente pues no sólo actúan sobre los presuntos depredadores, sino que el veneno se extiende a otras especies en peligro de extinción y a aguas subterráneas y el medio en general. En las fotos, uno de los zorros envenenados y uno de los cebos utilizados.




Agentes de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y el Seprona han sido coreponsables de la investigación



La Guardia de Cádiz, en colaboración con Agentes de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, ha puesto a disposición judicial al guarda de un coto de caza, por colocación de cebos envenenados en una finca de San José del Valle.

Agentes de Medio Ambiente de la Delegación Provincial de Cádiz y del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil han llevado a cabo, de forma coordinada, una investigación ejemplar sobre un episodio de envenenamiento detectado a principios de este mes, en un coto de caza de la localidad gaditana de San José del Valle.

En una inspección ocular conjunta practicada el pasado día 2 de febrero, en la que participaron agentes de ambos cuerpos con la ayuda de perros adiestrados en la localización de cebos envenenados, pertenecientes al Equipo Canino de la Estrategia Andaluza contra el Veneno que dirige la Consejería de Medio Ambiente, fueron hallados diversos cadáveres animales, tanto de especies silvestres (un zorro, dos milanos reales y un meloncillo) como domésticos (dos perros), así como cebos que evidenciaban la intoxicación intencionada como causa más probable de la muerte.

Posteriormente en la inspección complementaria que se llevó a cabo en una nave de la finca se encontró un nutrido arsenal para las más diversas prácticas ilegales de caza, compuesto por 14 cepos para la captura de predadores, 150 perchas para aves insectívoras, más de 80 lazos de distinto tamaño y diseño y material para su fabricación, munición del calibre 22, varios cartuchos de postas, un silenciador, un reclamo electrónico, una caja de madera que a modo de criadero contenía más de 500 alúas u hormigas aladas para su empleo como cebo en la caza de insectívoras, así como sustancias químicas que, dada su apariencia, se sospechó que pudiera tratarse del tóxico empleado en el envenenamiento de fauna.



Un tóxico prohibido desde 2007 y camuflado con otro envase

Una vez recogidas todas las muestras biológicas así como los productos tóxicos decomisados, siguiendo un protocolo de actuación específico para estos casos, fueron remitidos al Centro de Análisis y Diagnóstico de la Fauna Silvestre de Andalucía (CAD), donde a través de análisis toxicológicos se ha podido constatar que tanto los cebos, como algunos de los cadáveres que fueron levantados por los agentes medioambientales actuantes, contenían Aldicarb, la misma sustancia que precisamente era hallada en dos envases procedentes de la nave inspeccionada, uno de ellos mezclado -como si de un cóctel tóxico se tratara- y otro -en estado puro- que se encontraba camuflado bajo la presentación comercial de otro producto fitosanitario diferente que es de curso legal. El Aldicarb o Temik es un producto fitosanitario altamente tóxico cuya simple manipulación resulta muy peligrosa, razón fundamental por la que su comercialización está prohibida por la Unión Europea desde el año 2007.


Los hechos descritos pueden significar para los autores de este tipo de delitos consecuencias penales de hasta dos años de prisión, así como la imposición de sanciones administrativas tipificadas como muy graves, cuya cuantía puede oscilar entre los 60.101 y 300.506 euros; además de otras medidas accesorias que van desde la inhabilitación para el ejercicio de la caza para los autores materiales de los hechos, a la suspensión cautelar o definitiva de la actividad cinegética del coto. De este modo y atendiendo a la naturaleza jurídica de los hechos, en la tarde de ayer fue interrogado por la Guardia Civil e imputado como presunto autor de un delito contra la fauna el guarda del coto, C.D.C., que a continuación fue puesto a disposición judicial del Juzgado de Instrucción de Guardia de Jerez de la Frontera.


Fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, así como de la Consejería de Medio Ambiente se felicitan por el éxito que este tipo de actuaciones conjuntas conllevan, dado que se aúna la eficacia de las Administraciones Públicas competentes.


Redacción "La Aventura Humana"

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