viernes, marzo 10, 2023

ANILLANDO AVES

 Me levantaba todos los días a las 5 de la mañana, incluido sábados y domingos,  y en un punto cercano a mi casa me recogían en un coche particular de camino al Pinar de la Algaida de Sanlúcar de Barrameda. En la Colonia de “Monte Algaida”, una colonia agrícola, recogíamos a otro compañero, Luis, que fallecería en un accidente de tráfico en uno de los cinco años. Y antes de amanecer ya llegábamos cada día a la Casa de Talero, una antigua Casa de Guardas, ya desaparecida, que aún se utilizaba para guardar aperos para utilizarse en el monte.


La Casa de Talero, el lugar que utilizábamos para recoger todos los datos de las investigaciones. Era la casa de antiguos guardas hoy derribada



 Allí nos organizábamos y en lugares estratégicos poníamos las redes japonesas o también llamadas invisibles, únicamente autorizada para la investigación y totalmente prohibidas para otro uso que no sea científico. Era la zona de la llamada ecológicamente la vera de la marisma, un punto de confluencia entre el monte y la marisma, llamada Las Cabrerizas o los Álamos de Enmedio. Una vez puesta las diversas redes nos íbamos a desayunar a la Casa de Talero y preparar todo el instrumental para el anillamiento. El trabajo que hacía la Ornitóloga alemana Gudrun Hilgerloh de la Universidad de Francfort era para investigar cómo se orientaban las paseriformes en su paso desde el Centro-Sur de Europa hasta Senegal y Camerún, y la escalada que hacían en esta zona de Doñana, donde hoy está incluida la Algaida. Las paseriformes es un grupo normalmente de aves pequeñas, casi todas insectívoras y granívoras, de la que la mayor es el cuervo y en España la más pequeña el reyezuelo. Yo llegué a trabajar tras conocer al Biólogo sanluqueño, hoy casi un hermano  para mí, Plácido Rodríguez Parada “Clarita”, como le conocen muchos, actualmente Director de la Reserva Natural Concertada “Cañada de los Pájaros” en Puebla del Río (Sevilla),  Es miembro de una de las importantes sagas de guardas de Doñana, “Los Clarita” que crecieron y conocieron la antigua Doñana, hoy casi desaparecida. Conocí  a sus padres, Antonio “Clarita” y Victoria y me incorporé al grupo de trabajo de esta interesante investigación.


Las aves utilizan normalmente el Estrecho de Gibraltar o del Bósforo (Italia) para no tener que recorrer mucho espacio por encima del mar.



Me facilitó trabajar en el grupo mis conocimientos ya sobre las aves y sobre los nombres científicos de las mismas. Estamos hablando de 1.984, cuando yo contaba con apenas 15 años. Pues en estos trabajos no se hablan de las especies en castellano, sino con sus nombres científicos, para los que se utilizan el latín y a veces el griego, al igual que para todas las especies de seres vivos del mundo. Es un lenguaje universal para evitar problemas en la identificación y facilitar los trabajos en todo el Planeta. Lo que empezó siendo una temporada de primavera-verano se amplió durante cinco años consecutivos, divididos en esas dos etapas primavera-verano y otoño-invierno que es cuando normalmente se realizan los viajes migratorios de las aves. En otoño-invierno abandonan las zonas invernales del Centro y Norte de Europa hasta la Península ibérica e incluso dan el salto a África buscando climas más cálidos y suaves y en primavera-verano regresan  de nuevo al Centro y Norte de Europa   para la reproducción. Actualmente con el cambio climático esta costumbre se ha alterado. Hay especies que son sedentarias, es decir, que viven en el mismo lugar durante todo el año.

Con Rosario Márquez montando una de las redes japonesas en la vera de la marisma


Tras el desayuno íbamos a cada una de las redes con unos bolsones, todo con sumo cuidado para recoger las  aves que caían en las redes, con lo que había que tener cierta habilidad y cuidado para no dañar las patas y el plumaje. Luego la  llevábamos a la Casa de Talero, que era como un centro de operaciones, para tomarles los datos necesarios, identificarlas, sexo, si eran jóvenes o adultos, a veces según las plumas de las alas o de la cola, pesarlas, mirarles la grasa y el tamaño. Poco a poco pasaban las mañanas con la recogida de las aves a las que se las anillaba con anillas homologadas por el antiguo ICONA (Instituto para la Conservación de la Naturaleza) que dependía del entonces Ministerio de Agricultura,  Pesca y Alimentación.

Portada del libro de identificación de paseriformes que utilizábamos en las investigaciones y que Gudrun me regaló

 


Unas páginas del  libro de identificación para cuando podía haber alguna duda para observar las plumas del ala en este caso de una especie de Phylloscopus, el género de los Mosquiteros, una de las especies comunes en el monte, aunque con una gran variedad de especies.


Y cada ciertas tandas de  unos 15 ó 20 minutos hacíamos un nuevo recorrido por las redes para recoger más aves.  El Ministerio de Medio Ambiente no llegaría hasta 1.996 en España. Una vez anilladas las aves se liberaban y un grupo reducido se guardaban para durante las noches hacerles unas pruebas con unos aparatos sencillos creados por Gudrun Hilgerloh donde se analizaba la orientación de las aves en la dirección  de sus migraciones. Se había comprobado antes que las migraciones las hacían especialmente por las noches


  La prensa y la televisión se hicieron eco de las investigaciones que se llevaban a cabo



Recordar que estas pruebas se completaban con dispositivos que la Base de Rota facilitó a la Doctora Ornitóloga para contrastar los movimientos de las aves paseriformes . Curioso es también que algunas de las aves que caían en las redes ya estaban anilladas y después se comprobaba en un registro central del ICONA el lugar donde se anillaron, algunas lo habían sido en Inglaterra u otros países del Centro y Norte de Europa, con lo que se podía saber el recorrido que había realizado el ave.

 Con Plácido Rodríguez Parada en la Reserva Natural "Cañada de los Pájaros"


 


Durante estos cinco largos años aprendí con Gudrun a identificar a las aves por sus cantos en el campo por donde paseábamos frecuentemente. Con Pilar Rodríguez Parada también aprendí mucho de botánica, pues era su especialidad. Así con Pilar, con Rosario Márquez convivimos numerosas jornadas de fríos, lluvias, mosquitos, calor, lo que es la Naturaleza. Teníamos también muchas visitas ocasionales de medios de comunicación y la diaria de los Guardas del pinar, tanto el Guarda Municipal, José Gómez Hermosilla “Josele”, como los de la Agencia de Medio Ambiente, dependientes de la Junta de Andalucía, Rafael Parada Giménez, “Julio”,  José Manuel López Ibáñez y José Mª Díaz Ruiz “El Forestal”  

 Datos personales que conservo aún de aquellos años de anillamiento e investigación en uno de mis cuadernos de campo.



 Yo hacía mis anotaciones personales en mis cuadernos de campo que me permitió conocer la presencia de las especies de paseriformes que habitaban o se movían  en esta zona de Doñana.  Tuve el privilegio que Gudrun me regalara su libro de identificación de especies paseriformes, que aún conservo.  Muchas de las aves que anillábamos eran transaharianas, que no sólo daban el salto de Europa a África, sino que después cruzaban el Desierto  del Sáhara normalmente hasta Senegal o Camerún y otros países. Gudrun Hilgerloh continuó tras estos cinco años realizando investigaciones por el mundo para conocer los mecanismos que utilizan las aves para conocer los recorridos que necesitan hacer para cambiar de latitudes.


Con Paco Atienza en uno de los días que nos visitó al anillamiento, junto a una de las redes. Yo me encuentro a la dcha.


 Serían muchas las cosas que podría contar sobre estos cinco años, como observaciones complementarias que hacíamos de rapaces, restos y huellas de especies, la visitas nocturnas de algunos zorros, especies curiosas que caían en las redes. Eran impresionantes el número de especies que utilizan esta vía de Doñana como zona de escalada tanto en la ida como en la vuelta de sus pasos migratorios. Y digo eran porque  la pérdida de muchas poblaciones de aves de estas especies en estos años  por el uso excesivo de pesticidas es preocupante. Ya que la base alimentaria de estas aves son los insectos. Además del deterioro de Doñana como lugar de suma importancia no sólo para las paseriformes.

Manuel J. Márquez Moy, Periodista y Especialista en Educación Ambiental