martes, julio 05, 2011

"UNO DE LOS MAYORES DESASTRES ECOLÓGICOS EN SANLÚCAR ES LA DESTRUCCIÓN DE LA 'CORNISA VERDE' Y EL ALTO DE LAS CUEVAS" por Manuel J. Márquez Moy





















Tres instantáneas de todo un conjunto de elementos de interés. La ermita de San Diego de Alcalá, antes de ser destruída definitivamente, y dos imágenes de la Barranca del Alto de las Cuevas.










Los sucesivos equipos de gobierno que hemos tenido en democracia han permitido y acelerado el proceso de destrucción de una de las zonas de mayor valor, y trato de acentuar cada contenido, geológico, dinámica ecológica, paleobotánica, y científico en muchas otras disciplinas.

La llamada Cornisa Verde es el resto de una terraza fluvial sedimentaria de la evolución del Guadalquivir que data entre hace 18.000 y 10.000 años. Al amparo de esta terraza fluvial que se extiende desde los actuales Pinares de Bonanza hasta la Playa de la Jara, -donde anda el Acantilado del Espíritu Santo, protegido también y abandonado-, dividiendo en dos Sanlúcar de Barrameda transversalmente creció una franja prolífica con las más variadas e interesantes especies de herbáceas, matorrales y arbóreas antes incluso de que el ser humano pisase estos paisajes, lleno de vallejadas, barrancas y barrancos, y arroyos y manantiales naturales.

Es normal que con la colonización de estas tierras parte de esta cornisa verde se fuese estrechando, pero se ha llegado a un extremo en el que han destruído uno de los paisajes más hermosos de Sanlúcar de Barrameda, donde hasta hace algo más de una década quedaban su mayor exponente la Barranca del Alto de las Cuevas, Montesión, y el Acantilado del Espíritu Santo. Curiosamente toda la cornisa verde a la que nos hemos referido anteriormente está protegida, pero evidentemente no se ha hecho ni caso por parte del Ayuntamiento, incluso peor, ha contribuído a que se especule y haga desaparecer casi toda la Cornisa Verde.




Con la recalificación y especulación de suelos, se pudo construir la urbanización Pino Alto, con el beneplácito del Ayuntamiento que impunemente se ha ido apropiando de terrenos que no le corresponden y plantean terminar con la reliquia que queda del paisaje primigenio de toda esa Cornisa Verde en la Barranca del Alto de las Cuevas. No sé en qué andaba yo metido en ese tiempo, hace unos años cuando hicieron una barbarie con la antigua ermita de San Diego de Alcalá, que si bien no era la original, sí se había ido remozando con los siglos, y estaba en mal estado, pero se debía haber hecho una restauración en condiciones, y no un “chalé”. Y con respecto a lo que los vecinos llaman “matojos” son arbustos de máximo interés que apenas quedan ya en Sanlúcar. ¿Quién no recuerda ya los acerolos o acerolas?, que tienen mucho que ver con el desarrollo cultural también. Se debe hacer una restauración ecológica del lugar, por especialistas; y la zona de Montesión, otro tanto de lo mismo y reforestarla, que parece que tenemos pánico aquí a los árboles.

La Cornisa Verde ha ido desapareciendo a medida que ha ido creciendo la ciudad, pero hubiera sido perfectamente compatible una cosa con la otra. Los barros rojos ha sido siempre su nombre común porque son sedimentos que se fueron oxidando durante su arrastre desde el primitivo Guadalquivir en la última glaciación würmiense.



Manuel J. Márquez Moy, Especialista en Interpretación del Paisaje

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