domingo, octubre 28, 2007

LAS ARMAS DE TOMÁS OLIVO


Fotograma de uno de los tantos programas de TV dedicados a la crítica de "una fauna particular", donde se analizaba la figura de Tomás Olivo e Isabel Pantoja
La gran superficie, ese centro comercial en el área de Rematacaudales, en la carretera del Puerto, en el término municipal de Sanlúcar de Barrameda, ya va dando que hablar demasiado. Lo que se sabe con certeza es que hay un numeroso grupo de jóvenes que han empezado unos cursos de formación, contratados por las distintas empresas que tienen proyectadas instalarse en ese Centro Comercial. Pero, ¿qué ocurre con esa gran superficie para que no esté abierta aún?.
Por un lado está la Promotora de Tomás Olivo, controvertido empresario imputado en varios casos, siendo el más sonado el caso Malaya de Marbella, junto al ya popular Sr. Roca. Un Tomás Olivo, que según testigos oculares, va por la Gerencia de Urbanismo de Sanlúcar con dos escoltas armados, en alguna ocasión que ha venido a gestionar algún asunto. Presuntamente el Sr. Tomás Olivo pudo pagar alguna comisión a los anteriores gobernantes del PP.

Según Irene García, actual Alcaldesa del Ayuntamiento de Sanlúcar (PSOE), la pelota está en el tejado de Tomás Olivo para llevar a buen término la licencia de apertura de la dichosa Gran Superficie.

Las malas lenguas afirman que presuntamente el actual Equipo de Gobierno también quiere su comisión, a lo que podría estar oponiéndose el Sr. Olivo. Aun así, como son sólo presunciones, la cuestión radica en las irregularidades urbanísticas, no sólo de 8.000 metros cuadrados que se han edificado de más y que está denunciado en la Fiscalía Anticorrupción, sino otras cuestiones legales que son las que están dilatando dicha apertura y finalización de la obra, según me confirmó ayer mismo la propia Irene García. En cuanto cumplan con esos requisitos con la entrega de los expedientes con las correcciones que se le han impuesto para cumplir con la normativa urbanística, afirmó, tendrán su licencia de apertura.

Mientras tanto las diferentes empresas siguen con sus cursos de formación a los futuros empleados en el Hotel Posada de Palacio y otros lugares.

En definitiva, lo que parece vergonzoso es que sea este personaje el promotor de una de las escasas inversiones que vienen a Sanlúcar de Barrameda.


Manuel J. Márquez Moy

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