La Secretaría de Estado de Cambio Climático pide a la entidad que cumpla los requisitos científicos que se fijaron en el informe de 2010 · Advierte que la declaración de impacto ambiental ha quedado sin validez, ya que la razón de dos años de estudios del Dictamen de los científicos sustituye al anterior estudio de 2.003.
El Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino ha dado un toque serio al Puerto de Sevilla sobre las obras que comenzaron a principios de este mes dirigidas a limpiar de lodos el fondo del estuario del Guadalquivir, concretamente el canal de navegación en el tramo más cercano a Doñana y a la desembocadura. El toque está motivado por la denuncia de los ecologistas ante el Seprona y las administraciones por la decisión del Puerto de empezar estas obras sin cumplir, por primera vez en la Historia, con los científicos que debían hacer el seguimiento de los trabajos y analizar cómo afecta esta operación a la biodiversidad y fisonomía del río. Está claro que la Autoridad Portuaria está sometida a una gran presión política y comercial de todas las marcas de renombre que han invertido millones de € en el Puerto hispalense. Se insiste en que no tiene sentido hacer tales inversiones millonarias en esclusas, ampliación del Puerto, convenios con navieras y marcas comerciales de primer orden, sin tener resuelto el principal problema, el gran problema, la situación más que lamentable de la Desembocadura del Guadalquivir.
Este dragado de lodos es esencial para investigar los efectos de otro polémico dragado, el de profundización, que hasta ahora se considera inviable. El aviso por escrito se envió la semana pasada por parte de la secretaría de Estado de Cambio Climático que dirige Teresa Ribera y en él se reprocha a la Autoridad Portuaria de Sevilla la falta de cautela científica que ha tenido al iniciar las obras del llamado "dragado de mantenimiento" sin cumplir los requisitos del Comité Científico fijados en 2010, según confirmaron ayer a este periódico fuentes del citado ministerio. El departamento estatal notificó en su día al Puerto que debía seguir las indicaciones de ese comité científico. A raíz de este aviso, el Puerto de Sevilla podría haber dado orden el martes de interrumpir las obras de este dragado.
La draga que venía trabajando estas semanas apareció el martes atracada en el Muelle de Tablada, según fuentes consultadas por el Diario de Sevilla. La paralización de las obras hasta nuevo aviso no fue ni confirmada ni desmentida ayer por la Autoridad Portuaria a preguntas de este periódico. El escrito de la Secretaría de Estado también tumba el principal argumento del Puerto para iniciar estas obras sin contar con el asesoramiento previsto de los científicos. Teresa Ribera deja claro al Puerto que la autorización medioambiental que se otorgó provisionalmente en 2003 de ningún modo es aplicable a las obras de extracción de lodos adjudicadas a la UTE Acciona Infraestructuras y Rohde Nielsen Sucursal España. Y ello es así porque la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) provisionalmente concedida entonces ya ha quedado sin validez después de las demoledoras conclusiones del reciente estudio científico del estuario del Guadalquivir, realizado por los expertos Miguel Losada y Javier Ruiz, ambos del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
CONSEJO ESPECIAL La primera reacción del Puerto de Sevilla tras la advertencia del Ministerio que dirige Rosa Aguilar ha sido convocar un consejo extraordinario de administración sobre este problema para hoy jueves, que finalmente no se celebrará. La dirección ha preferido forzar una reunión con la secretaria de Estado Teresa Ribera. Los consejeros recibieron esta semana la convocatoria de este consejo y en ella se hacía referencia al escrito del ministerio sobre el dragado de mantenimiento. La Autoridad Portuaria restó ayer importancia a este tema y lo calificó como "una discrepancia con el Ministerio que esperemos se resuelva pronto" en declaraciones al Diario de Sevilla, pero en privado la dirección del Puerto no oculta su profundo malestar por este nuevo freno a una obra importante para la navegabilidad.
El Puerto no da datos ni detalles de cuándo será esa reunión. El dragado periódico de mantenimiento es imprescindible para restaurar el calado nominal en los tramos que haya disminuido por la acción hidrodinámica y las lluvias. Desde que este periódico desveló que el Puerto había iniciado las obras sin contar con los científicos previstos, la polémica y las denuncias ecologistas no han cesado pidiendo la paralización de los trabajos. Ecologistas en Acción denunció la semana pasada los hechos ante el Seprona (Guardia Civil), ante la Junta y ante el Ministerio, y la organización WWF también se quejó a las administraciones. El Ministerio reaccionó pidiendo información al Puerto sobre esta obra y finalmente le ha hecho la advertencia de que no está haciendo bien las cosas. El comité de científicos que se pronunció en 2010 sobre el estudio encargado en 2007 por el Ministerio de Medio Ambiente y que desveló el mal estado del estuario del río con datos serios que no existían hasta entonces dejó claro que "el dragado de mantenimiento es necesario y debe continuar, pero modificando sus condiciones de tiempo, lugar y magnitud , asesorado por conocimiento científico para evitar el solape de las consecuencias del dragado con otros factores en el estuario y minimizar así sus efectos negativos".
En definitiva, que había que hacerlo con métodos y material científico como los sensores que se colocaron durante los tres años que duró el primer estudio del estuario del Guadalquivir presentado en febrero de 2011, cuyas conclusiones dejaron en papel mojado la autorización provisional que obtuvo el Puerto en 2003 para ganarle dos metros al fondo. Según datos del Puerto de Sevilla, con el dragado de mantenimiento se extraen de 500.000 a 2 millones de metros cúbicos de lodos del fondo del río, equivalentes a menos del 1% del volumen de sedimentos en suspensión que se mueven por el Guadalquivir desde su nacimiento, en Jaén, hasta la desembocadura gaditana. Eso es nada, comparado con los 9 a 10 millones de metros cúbicos de lodos que proyectan mover con el polémico dragado de profundización. A más lluvias, más volumen de lodos se acumulan en el canal de navegación, afirma el Diario de Sevilla. Está claro que cuando este problemón deja de ser ecológico para convertirse en asunto político casi siempre la balanza se orienta hacia los intereses del gigante económico en que han convertido al Puerto de Sevilla.
Ana Sánchez Ameneiro/Redacción "La Aventura Humana"
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