miércoles, agosto 08, 2007

NO PUEDE SER MÁS DE LO MISMO


Calle Santo Domingo. Cada calle tiene que "decirnos algo", expresar una parte de nuestra cultura con sus comercios, monumentos y casas solariegas

No resulta fácil vivir en Sanlúcar de Barrameda si no eres de los que miras para otro lado cuando ves los problemas. Problemas. Pues sí, problemas y bastantes. Quedan dos opciones básicas, o te marchas o continuas aquí en tu tierra haciendo lo que puedes. Todos, insisto todos tienen derecho a volar de Sanlúcar como un día se vuela del hogar familiar, en busca de mayor proyección, mayores oportunidades o lo que se tercie. Los que hace años optamos por continuar en esta bendita tierra, no es que seamos héroes ni más bondadosos, ni más comprometidos. Aunque de todo hay. A pesar de mis muchos defectos y errores, no he dejado de persistir en confiar en que Sanlúcar de Barrameda tiene salida de este atolladero en la que muchos la metieron durante estos años de democracia. Desde supuestos comunistas, socialistas postizos y la derecha incalificable. Hay y ha habido ciudadanos que siguen luchando porque Sanlúcar de Barrameda no sólo sea la vida institucional del Ayuntamiento. Por sacar rentabilidad de nuestro patrimonio material e inmaterial, porque recursos no nos faltan y lo sabemos, lo que ocurre que todo anda como muy desordenado. También es cierto que esos recursos se van mermando, en la mar, en las zonas rurales, en la campiña, en el patrimonio histórico civil y sacro, en una cultura de las más interesantes que nos podemos imaginar. Al terreno que miremos vemos recursos, pero que no se han sabido explotar racionalmente. En la música, la clásica y la flamenca, por ejemplo. En los grandes hitos históricos. En la literatura. En la enología y la viticultura.
Para rentabilizar todo ello y evidentemente muchas cosas más se requieren muchas cosas. Sentido y sensibilidad empresarial. Invertir en cuestiones que no son nada costosas, pero que requieren gestión y voluntad y acción.
Pero aquí muchos, no todos, siguen jugando a cuestiones de estrategias políticas rastreras.
Y claro las expresiones como “esto no cambia”, “esto no tiene solución”, “aquí nadie le preocupa el pueblo ni le tiene verdadero cariño”, “esto es más de lo mismo”. Son frases que se han instalado en el lenguaje colectivo y se percibe hartazgo.

Esta mañana me encontré en cultura a las 9 de la mañana un grupo de jóvenes ensayando una obra de teatro. Algo digno. Ellos no saben de historias o conjuras de políticos. Van al mundo que ellos confían de la creatividad.

Y cuando uno piensa: ¿cuántas cosas se nos están yendo de las manos??!!!

Manuel J. Márquez Moy

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