Con Pilar Manjón, el día del encuentro.
Pilar Manjón viste de negro desde aquél fatídico y brutal 11 de marzo de 2.004 en que perdió a su hijo. Llega con mucha naturalidad, sus ojos denotan un cansancio profundo, aunque no existe mirada en el vacío. Te abraza con la mirada, qué menos, quizás buscando alguna respuesta no sabe muy bien dónde ni en quién. Tiene el llanto fácil, aunque trata de controlarlo cada vez que puede. Llega con Amanda Meyer, la abogada de la acusación particular de la Asociación de Afectados por el 11-M que Preside Pilar Manjón.
P.-No sé si se esperabas tener que afrontar también tanta lucha en medio de tanta tragedia, con burocracia, políticos sin escrúpulos y otras asociaciones.
R.-Bueno, no es que me lo imaginara. El problema es que cuando comparezco en el Congreso de los Diputados y a partir de ese momento la utilización partidaria de las víctimas del terrorismo llega al límite de abortar mi intervención, pues empiezas a darte cuenta, en ese mismo momento cuando sales y empiezas a darte cuenta que no te lo van a poner nada fácil. Lo que no me podía esperar insultos a una víctima del terrorismo que lo único que ha hecho es poner un ataúd en lo alto de una mesa con el mismo dolor que cualquier víctima del terrorismo, aunque no coja un autobús con la foto de mi hijo y tampoco cobre dinero por la muerte de mi hijo. ¿Qué le vamos a hacer?. Me tocó, pero esto lo asumo y estoy absolutamente honrada y orgullosa de representar a las víctimas y los afectados por el 11-M, acto de Casablanca...Que ya no somos dos, que ya somos 1.200 socios víctimas del terrorismo.
P.-Tuviste que llegar a tu comparecencia en la Comisión para dar un tirón de orejas a los políticos que parecían estar más entretenidos en infantilidades como en un patio de colegio que en tratar el asunto con mayor seriedad.
R.-Ese momento, fue un momento especial. Primero porque fui vetada. Al ser vetada por el Partido Popular decidí que en ese momento sí que iba. Pero ahora iba caiga quien caiga con los galones. Y fui. Fui con un documento consensuado de veintitantas páginas. No lo había escrito ni en la calle Génovas, porque es que allí no hay ni cerebro ni cerebelo para escribir eso, pero tampoco en Ferrat, ni tampoco en Comisiones Obreras. Era un documento de víctimas. Solamente hay que leerlo para saber que era un documento escrito por una víctima. Dos días antes tú pides una sala para que me acompañen víctimas y llegas allí y el Presidente de la Comisión Paulino Rivero no tiene preparada la sala. Recuerdo que Llamazares tuvo que estar firmando autorizaciones como que iban todas las víctimas que estaban fuera del hemiciclo. Cuando ya acabé la comparecencia estaban todas en un despachito como si estuvieran en literas. Una encima de otra. No se había preparado eso, no se había preparado que yo llegara. Se impuso la intervención de otra asociación sin ninguna representatividad como víctimas del 11 de marzo para que no fuera sólo mi voz la que se escuchase Yo creo que se merecían todo aquello que dije. La frase que más me han dicho a mí, porque soy la cara, dijiste poco, yo hubiera dicho más. Entonces da la sensación que el parlamento se ha alejado del pueblo. Votamos y cada cuatro años
P.-¿Satisfecha con la Instrucción del Sumario del Juez del Olmo y el Posterior Juicio dirigido por el Juez Bermúdez?R.-Sí. Sí. La instrucción estábamos ya muy nerviosos, queríamos que acabara fundamentalmente porque se nos iban los plazos. Luego se cerró un sumario y hay otro abierto con las actuaciones posteriores al día que se cerró. Y con el proceso del Juicio , sí. Muy contenta, muy contenta con mi equipo de abogados, creo que han dado la talla, no han dejado de la Teoría de la Conspiración ni siquiera un naipe encima de la mesa y ahora ya a esperar sentencia. Ya los señores jueces han deliberado, se han marchado de vacaciones y redactaron la sentencia, y esperamos que a finales de Septiembre a principios de Octubre tengamos la Sentencia.
P-¿Cómo se vive el día a día, de dónde tomas las vitaminas de la Vida, el oxígeno para seguir luchando?R.-No la hay. No. No hay mañana. El día a día es el amanecer y el día 11 de Marzo se llevaron los proyectos de futuro, las ilusiones, los sueños, la alegría. Se sigue sobreviviendo, pero se sobrevive hoy y después viene mañana si es que viene, pero que ya no hay proyectos. Te falta lo más precioso. Ninguna madre debería sobrevivir a su hijo. Nadie. Ninguna madre.
P.-Perdona la brutalidad de la pregunta, pero, ¿sientes miedo ante las amenazas que recibes, porque nadie se sentiría cómodo con amenazas constantes?
R.-No. Cuando ya no tienes ilusiones en la vida lo que no saben esa mancha... no me voy acabar la frasecita por no ser bruta tampoco, que no tengo temor, que el dolor que me podían producir me lo produjeron. Todos los que estaban en aquella pecera, los que estaban sentados fuera. A partir de ese momento, qué, ¿qué me van a hacer?. Mi vida no vale más que la de mi hijo. Mi hijo era lo más precioso que yo tenía.
Muchas gracias Pilar, y adelante.
- A ti, Moy.
P.-Tuviste que llegar a tu comparecencia en la Comisión para dar un tirón de orejas a los políticos que parecían estar más entretenidos en infantilidades como en un patio de colegio que en tratar el asunto con mayor seriedad.
R.-Ese momento, fue un momento especial. Primero porque fui vetada. Al ser vetada por el Partido Popular decidí que en ese momento sí que iba. Pero ahora iba caiga quien caiga con los galones. Y fui. Fui con un documento consensuado de veintitantas páginas. No lo había escrito ni en la calle Génovas, porque es que allí no hay ni cerebro ni cerebelo para escribir eso, pero tampoco en Ferrat, ni tampoco en Comisiones Obreras. Era un documento de víctimas. Solamente hay que leerlo para saber que era un documento escrito por una víctima. Dos días antes tú pides una sala para que me acompañen víctimas y llegas allí y el Presidente de la Comisión Paulino Rivero no tiene preparada la sala. Recuerdo que Llamazares tuvo que estar firmando autorizaciones como que iban todas las víctimas que estaban fuera del hemiciclo. Cuando ya acabé la comparecencia estaban todas en un despachito como si estuvieran en literas. Una encima de otra. No se había preparado eso, no se había preparado que yo llegara. Se impuso la intervención de otra asociación sin ninguna representatividad como víctimas del 11 de marzo para que no fuera sólo mi voz la que se escuchase Yo creo que se merecían todo aquello que dije. La frase que más me han dicho a mí, porque soy la cara, dijiste poco, yo hubiera dicho más. Entonces da la sensación que el parlamento se ha alejado del pueblo. Votamos y cada cuatro años
P.-¿Satisfecha con la Instrucción del Sumario del Juez del Olmo y el Posterior Juicio dirigido por el Juez Bermúdez?R.-Sí. Sí. La instrucción estábamos ya muy nerviosos, queríamos que acabara fundamentalmente porque se nos iban los plazos. Luego se cerró un sumario y hay otro abierto con las actuaciones posteriores al día que se cerró. Y con el proceso del Juicio , sí. Muy contenta, muy contenta con mi equipo de abogados, creo que han dado la talla, no han dejado de la Teoría de la Conspiración ni siquiera un naipe encima de la mesa y ahora ya a esperar sentencia. Ya los señores jueces han deliberado, se han marchado de vacaciones y redactaron la sentencia, y esperamos que a finales de Septiembre a principios de Octubre tengamos la Sentencia.
P-¿Cómo se vive el día a día, de dónde tomas las vitaminas de la Vida, el oxígeno para seguir luchando?R.-No la hay. No. No hay mañana. El día a día es el amanecer y el día 11 de Marzo se llevaron los proyectos de futuro, las ilusiones, los sueños, la alegría. Se sigue sobreviviendo, pero se sobrevive hoy y después viene mañana si es que viene, pero que ya no hay proyectos. Te falta lo más precioso. Ninguna madre debería sobrevivir a su hijo. Nadie. Ninguna madre.
P.-Perdona la brutalidad de la pregunta, pero, ¿sientes miedo ante las amenazas que recibes, porque nadie se sentiría cómodo con amenazas constantes?
R.-No. Cuando ya no tienes ilusiones en la vida lo que no saben esa mancha... no me voy acabar la frasecita por no ser bruta tampoco, que no tengo temor, que el dolor que me podían producir me lo produjeron. Todos los que estaban en aquella pecera, los que estaban sentados fuera. A partir de ese momento, qué, ¿qué me van a hacer?. Mi vida no vale más que la de mi hijo. Mi hijo era lo más precioso que yo tenía.
Muchas gracias Pilar, y adelante.
- A ti, Moy.
Manuel J. Márquez Moy
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