El examen al que se someterá el Espacio Natural tiene como base, fundamentalmente, los informes y denuncias que ha presentado en los dos últimos años el Club Doñana, una entidad promovida por ex miembros del antiguo Patronato del Parque expertos en medio ambiente y grandes conocedores del devenir del espacio protegido y su entorno.
Jesús Vozmediano, abogado y promotor del Club, aseguró que «la situación de Doñana reviste una enorme gravedad en cualquier aspecto que se considere, debido al incumplimiento generalizado de las leyes, así como a la parálisis y la permisividad por parte de las administraciones responsables».
"Desde junio del pasado año, el Club ha remitido tres informes a los organismos internacionales con los que Doñana está vinculado. Dos de ellos recogen denuncias sobre la situación del Parque, con especial mención a la problemática del agua, las infraestructuras, la pérdida de biodiversidad, el crecimiento urbanístico en la comarca, etc,
Sin embargo, no ha sido el Club la única entidad que ha puesto en solfa la situación de Doñana. Desde Extremadura, la coordinadora que se opone a la construcción de una refinería, conectada a través de un un oleoducto con el puerto de Huelva, también ha acudido a las instancias internacionales para denunciar la amenaza que para Doñana supondría un importante derrame de petróleo en las aguas próximas al Parque Nacional.
Además, resalta Vozmediano, se da la circunstancia de que Sevilla, que comparte con las provincias de Huelva y Cádiz el territorio de Doñana, será también mirada con lupa en Brasilia. Su sitio Patrimonio de la Humanidad —Catedral, Alcázar y Archivo de Indias— puede correr la misma suerte del Parque Nacional, en este caso por las denuncias contra la construcción de la Torre Pelli en la Isla de la Cartuja.
Según el portavoz del Club, es difícilmente explicable que se dé esta doble circunstancia, lo que demuestra también que España no ha sido capaz de garantizar lo mejor de su patrimonio.
En lo que concierne al Parque Nacional, considera Vozmediano que es «un penoso reflejo de la decadencia ambiental de España, de la ineficacia e impotencia de las administraciones ambientales, y evidencia asimismo el retroceso generalizado de las políticas de conservación de la naturaleza a nivel nacional y autonómico».
En diciembre del pasado año, el ex presidente del Gobierno Felipe González fue nombrado por la Junta máximo responsable del Consejo de Participación de Doñana (antiguo Patronato), en sustitución del científico Ginés Morata. Inmediatamente después de tomar posesión, el Club Doñana hizo llegar un escrito a González «en el que le indicábamos —recuerda Vozmediano— el reto que tenía de abordar los gravísimos problemas del Parque. Y la realidad —lamenta— es que no lo ha hecho. Tendría que agilizar todas las medidas vinculadas a la conservación, la ordenación del territorio y el desarrollo sostenible del entorno. Si no lo hace, en dos años Doñana puede perder todos sus reconocimientos internacionales»." "Yo, aún así, lo dudo, porque existe como un fuerte lobby que ejerce una gran presión para que Doñana siga conservando sus títulos, a pesar de sus grandes problemas", afirma Manuel J. Márquez Moy, "y ahora aprovechan para poner en marcha el II Plan de Desarrollo Sostenible, bastante discutible".
Redacción "La Aventura Humana"