Un ejemplar de Avutarda (Otis tarda)
El año pasado se observaron 4 ejemplares de esta ave que se dio por desaparecida en la provincia en 2006 y cuya población actual es de 359 individuos en Andalucía . De cualquier modo, las consideradas aves esteparias han sufrido durante este último decenio una regresión significativa en sus poblaciones. Especies como alcaravanes, ortegas, grullas, gangas y otras muchas han dejado de verse incluso en lugares que eran habituales dentro de su ecosistema estepario de amplias planicies de baldíos, campos de cereales y grandes fincas agrícolas. Sólo un buen número de codornices y perdices han mantenido el tipo, además de aves insectívoras como las tarabillas, calandrias, trigueros, bisbitas.
La Consejería de Medio Ambiente ha confirmado que el pasado 2008 se produjo la cría en libertad de la avutarda común en el medio natural de la provincia de Cádiz, circunstancia alcanzada nueve años después de que se observase por última vez en la zona la reproducción de esta especie amenazada. Los técnicos han logrado determinar la presencia de al menos cuatro ejemplares en la provincia gaditana, dos hembras y dos machos –uno de los cuales es una cría- lo que confirma la mejoría de las poblaciones de esta ave ya apuntada desde la primavera de 2007 con la localización de varios ejemplares adultos.
La actuación de seguimiento desarrollada el pasado año se engloba dentro del ‘Programa de actuaciones para la conservación de las aves esteparias en Andalucía’, estrategia puesta en marcha en 2004 que ha permitido conocer el estado poblacional de esta especie y rescatarla de la situación de fuerte retroceso en la que se encontraba, y del plan de seguimiento de fauna silvestre amenazada. Esta circunstancia había dado lugar incluso a que la avutarda común llegase a considerarse desaparecida de la provincia de Cádiz tras producirse en abril de 2006 en La Janda la muerte de un macho adulto controlado, por entonces el único ejemplar conocido.
Una vez frenado el descenso en el número de ejemplares, tras la declaración de especie como protegida y catalogada de amenazada y la ejecución de actuaciones para la conservación de la misma, la población global a nivel andaluz se estima actualmente en unos 359 individuos, 107 machos y 252 hembras. Además, los datos obtenidos el año pasado invitan al optimismo puesto que han reflejado un cambio de tendencia en el que tradicionalmente ha sido uno de los mayores factores de riesgo para la especie: la baja tasa reproductiva. En 2008 no sólo se ha registrado el mayor índice de productividad conocido en la comunidad autónoma, sino que se ha constatado el éxito reproductivo en todos los núcleos andaluces de avutarda común (Córdoba, Sevilla, Jaén, Huelva y Cádiz).
Por otro lado, la Consejería de Medio Ambiente, con la ayuda de agricultores y propietarios, está desarrollando en Cádiz distintas actuaciones de mejora para asegurar la conservación de la diversidad biológica asociada a los hábitats estepáricos. La firma de convenios de colaboración con propietarios de fincas está permitiendo paliar el deterioro del hábitat de la avutarda común, hecho motivado por circunstancias como la intensificación agrícola, la pérdida de linderos y del mosaico vegetal o la fragmentación causada por las grandes infraestructuras. Esta problemática dificulta a los ejemplares existentes el acceso al alimento, les obliga a realizar mayores desplazamientos y les ocasiona diversas molestias durante el periodo reproductivo, motivo por el que se considera prioritaria una intervención en este sentido.
Otras de las causas que han generado el fuerte declive de la población de avutardas, experimentado años atrás en la campiña gaditana y en el resto de Andalucía, está relacionado con la práctica de la caza furtiva, el choque con tendidos eléctricos que afecta a los machos principalmente lo cual ha producido una disparidad de sexos a favor de las hembras.
La Consejería de Medio Ambiente ha confirmado que el pasado 2008 se produjo la cría en libertad de la avutarda común en el medio natural de la provincia de Cádiz, circunstancia alcanzada nueve años después de que se observase por última vez en la zona la reproducción de esta especie amenazada. Los técnicos han logrado determinar la presencia de al menos cuatro ejemplares en la provincia gaditana, dos hembras y dos machos –uno de los cuales es una cría- lo que confirma la mejoría de las poblaciones de esta ave ya apuntada desde la primavera de 2007 con la localización de varios ejemplares adultos.
La actuación de seguimiento desarrollada el pasado año se engloba dentro del ‘Programa de actuaciones para la conservación de las aves esteparias en Andalucía’, estrategia puesta en marcha en 2004 que ha permitido conocer el estado poblacional de esta especie y rescatarla de la situación de fuerte retroceso en la que se encontraba, y del plan de seguimiento de fauna silvestre amenazada. Esta circunstancia había dado lugar incluso a que la avutarda común llegase a considerarse desaparecida de la provincia de Cádiz tras producirse en abril de 2006 en La Janda la muerte de un macho adulto controlado, por entonces el único ejemplar conocido.
Una vez frenado el descenso en el número de ejemplares, tras la declaración de especie como protegida y catalogada de amenazada y la ejecución de actuaciones para la conservación de la misma, la población global a nivel andaluz se estima actualmente en unos 359 individuos, 107 machos y 252 hembras. Además, los datos obtenidos el año pasado invitan al optimismo puesto que han reflejado un cambio de tendencia en el que tradicionalmente ha sido uno de los mayores factores de riesgo para la especie: la baja tasa reproductiva. En 2008 no sólo se ha registrado el mayor índice de productividad conocido en la comunidad autónoma, sino que se ha constatado el éxito reproductivo en todos los núcleos andaluces de avutarda común (Córdoba, Sevilla, Jaén, Huelva y Cádiz).
Por otro lado, la Consejería de Medio Ambiente, con la ayuda de agricultores y propietarios, está desarrollando en Cádiz distintas actuaciones de mejora para asegurar la conservación de la diversidad biológica asociada a los hábitats estepáricos. La firma de convenios de colaboración con propietarios de fincas está permitiendo paliar el deterioro del hábitat de la avutarda común, hecho motivado por circunstancias como la intensificación agrícola, la pérdida de linderos y del mosaico vegetal o la fragmentación causada por las grandes infraestructuras. Esta problemática dificulta a los ejemplares existentes el acceso al alimento, les obliga a realizar mayores desplazamientos y les ocasiona diversas molestias durante el periodo reproductivo, motivo por el que se considera prioritaria una intervención en este sentido.
Otras de las causas que han generado el fuerte declive de la población de avutardas, experimentado años atrás en la campiña gaditana y en el resto de Andalucía, está relacionado con la práctica de la caza furtiva, el choque con tendidos eléctricos que afecta a los machos principalmente lo cual ha producido una disparidad de sexos a favor de las hembras.
Manuel J. Márquez Moy/Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía