miércoles, junio 20, 2007

JUNTA DE ANDALUCÍA Y EL PUERTO DE SEVILLA PARTICIPAN EN UN DELICADO ESTUDIO DE LA ACTIVIDAD HUMANA SOBRE EL ESTUARIO DEL GUADALQUIVIR

El estudio durará 30 meses, las obras de la
ampliación del Puerto de Sevilla comenzaron en
el 2.005.




En total serán 42 los investigadores participantes pertenecientes a las disciplinas de Ciencias Marinas, Químicas y Ambientales, Física Aplicada, Biología Vegetal, Veterinaria o Paleontología.

La Junta de Andalucía colabora en la puesta en marcha de un proyecto de investigación impulsado por la Autoridad Portuaria de Sevilla denominado “Propuesta metodológica para diagnosticar y pronosticar las consecuencias de las actuaciones humanas en el estuario del Guadalquivir”, un estudio que dará como resultado no sólo un análisis de la situación actual de este ecosistema como consecuencia de los cambios naturales y los impactos de la actividad humana acumulados en el tiempo, sino también permitirá realizar un pronóstico de su evolución tanto por los procesos naturales como por las actividades del hombre (navegación, agricultura, urbanismo, acuicultura,…), en especial en su influencia en el área de Doñana. Este estudio está financiado por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa con una cuantía de casi dos millones y medio de euros (2.478.241 euros), a través de una subvención excepcional concedida a la Autoridad Portuaria de Sevilla y en el marco del Plan de Innovación y Modernización de Andalucía (PIMA).







El Guadalquivir en su desembocadura en Sanlúcar de Barrameda, lugar donde se desarrollarán estos estudios por la Autoridad Portuaria.











Son muchas las situaciones que confluyen en una desembocadura esquilmada por marineros sin reparos y una gran cantidad de oportunistas.














El proyecto tiene como objetivo establecer un modelo de funcionamiento del estuario del río Guadalquivir con la recogida de datos que mejoren la gestión integral de esta parte del río. Con esto se pretende, según se desprende de la nota facilitada por la Junta, determinar de una vez por todas la situación en profundidad del estuario del Guadalquivir. Sin embargo, estos casos hay que tomarlos con cierta cautela, porque aunque contribuyan a conocer a fondo la situación, después hay que contar con los imprevistos que la propia naturaleza del agua impone.


Tantos años de investigación del Profesor Carlos Fernández Delgado, le permitió junto a dos compañeros más descubrir para la ciencia en el año 2.002 en los caños de las Salinas de Sanlúcar una nueva especie: el Aphanius baeticus, conocido popularmente como Salinero










Esperemos que esto no quede en un mero lavado de imagen ante las posibles consecuencias de la ampliación del Puerto de Sevilla con las esclusas incluídas. Una vez más no hemos sido los sanluqueños conscientes de la magnitud de esta situación a la que se ha llegado, con lo que suponen los constantes dragados y la manipulación o "manejo" que se va a hacer del medio. A esto hay que añadirle el Estudio de Impacto Ambiental próximo a realizar para la ubicación del Puerto Deportivo de Sanlúcar. Vuelvo a repetir que los límites a todas estas actuaciones los va a poner la propia Naturaleza que reaccionará quizás de manera imprevista y el caladero tampoco está, y para nada estoy siendo catastrofista, para mucho jaleo.



Aún así se considera una herramienta que se ejecutará de manera casi exclusiva en el ámbito del área europea, que se supone asegurará la adecuada toma de decisiones de gestión dentro del ámbito de la Directiva Marco del Agua. Esta experiencia permitirá, entre otras cuestiones, abordar la evolución de los efectos sobre los ecosistemas de Doñana de las obras de dragado incluidos en el Proyecto de Actuaciones de Mejora en Accesos Marítimos al Puerto de Sevilla, y ofrecer una respuesta acerca de la magnitud de dichos efectos.De todos modos insisto mucho en que hay que estar bastante cautelosos ante los resultados que se vayan derivando de estos estudios y análisis.



Uno de los grandes impulsores de que se haya conseguido al menos hacer estos estudios minuciosos de manera casi continua ha sido el Profesor Carlos Fernández Delgado, de la Universidad de Córdoba, que ha dedicado bastantes años a investigar toda la desembocadura del Guadalquivir, incluso con escasos recursos prestados por el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda, teniendo que vivir en una barca en medio del río, por no tener suficiente presupuesto para alquilarse una casa.


En tiempos intenté por todos los medios mediar con uno de los tantos Delegados de Medio Ambiente "fantasmas" que han pasado por este Ayuntamiento, sin que le dedicaran la más mínima atención, cuando lo único que pedía era una casa en la Colonia de la Algaida para guardar enseres y resultados de sus análisis.

Ha sido, desde 1.992 uno de los que advirtieron seriamente de las consecuencias de las Esclusas del Guadalquivir y de la ampliación del Puerto hispalense, pero pocos lo han escuchado y muchos los que han mirado para otro lado.




Ahora no queda más remedio que ampararse en estos estudios para garantizar en cierto modo la conservación del caladero de Sanlúcar.





Manuel J. Márquez Moy

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