jueves, agosto 16, 2007

MANUEL DE DIEGO LORA Y LAS MAÑANITAS DE PIANO














Comento que habría que declarar Bien de Interés Público, los ensayos de Manuel de Diego Lora "las mañanitas" de todo el año al frente de su piano con un repertorio variado. Pasear por la Calzada y pasar frente a su casa es una delicia, es como si el sonido del piano parara por momentos el tiempo. Manuel de Diego Lora forma parte de mi memoria desde niño, por las afinidades con mi familia, y con la Hermandad de la Esperanza. Le digo a Manuel que se me hace inevitable tutearle por su espíritu juvenil, aunque este 16 de Octubre próximo cumple 92 años. Su modestia es exquisita y conserva una memoria brillante. Hablamos apaciblemente en su casa junto a su piano durante una de las mañanas de este verano suave e intercambiamos preguntas mientras toca ora una copla o una zarzuela o una pieza de Bach.
Calle dedicada a este sanluqueño insigne apasionado de la música
-¿Tu primera toma de conciencia de la música clásica cuándo te llegó?

- Mis primeros pasos en la música fueron los conciertos que daban la Banda de Don Julián Cerdán en la Calzada, otras veces iba al Teatro a oir conciertos de piano. Mi madre que era muy aficionada me inculcó dicho motivo y ya fui avanzando, avanzando y a los 8 años ya empecé a estudiar Música con Doña Mª Gutiérrez Ramos. Estuve en el Conservatorio de Cádiz. Bueno, tuve que hacer la carrera casi dos veces. Porque la primera vez era la Real Academia de Santa Cecilia de Cádiz. Cuando yo llegué a cuarto de Piano lo hacen Conservatoria de Música y Declamación de Cádiz y los estudios que había hecho antes no servían para nada, entonces tuve que hacerlo nuevamente, por lo que me he examinado dos veces de la carrera, hasta llegar a octavo que era el último curso que se daba de Piano.

- ¿Y dónde nace Manolo?

- Nací en la Calle Bolsa, no recuerdo el número, que era la casa de Luis Pérez, cerca de la Esquina donde está el Cristo. Ya después nos trasladamos a la calle Sagasta 22, y ya cuando mi padre se murió, cuando yo tenía unos 6 años, nos trasladamos a la Calle Ancha, donde todavía tenemos el Comercio, que allí todavía perdura, desde los años treinta, que lo abrió mi madre al quedar viuda.







- Eso sería a principios del siglo pasado

- Yo empecé a estudiar más o menos en el año 1.923 Música. Y ya seguí hasta que me hice profesor en el Conservatorio de Música y Declamación de Cádiz. Mi padre murió el año 1.921 , yo era muy pequeño, yo tenía 6 años.



-Era tu madre, Rosario Lora, entonces tu principal benefactora

-La que me inculcaba el amor a la música y tenía mucha afición era mi madre. Vamos, no nos perdíamos una noche en la Calzada sentado en las sillas de eneas a escuchar la música desde que empezaba a las 10 de la noche hasta que terminaba a las 12. Esa era su pasión. Y así estuvimos toda mi juventud. Y mi hermano José Mª también le hizo estudiar y estuvo en la Banda de Música de saxofón, un hermano que me seguía a mí en edad.. Ya el chico, que era Carmelo, ese no aprendió la música, pero también le gustaba mucho. Yo le acompañaba porque le daba por cantar tangos y cosas de aquellos tiempos y entonces nos daba por armar el follón.


- Hoy hay música de todo tipo , en aquel tiempo la música clásica estaba más presente, no?.

- Decir clásica, es música de Orquesta, buena, buenos pianos, porque la clásica no se puede considerar todo, tiene una época, el Clasicismo es una época. Existió una época que fueron los tiempos de Mozart, Beethoven, y después vino el Romanticismo, y después otras, pero la música clásica, también era la Zarzuela, la Ópera, pero realmente la clásica fue una época. Una música buena, selecta.
-¿Las primeras interpretaciones tuyas aquí en Sanlúcar?

- Las primeras interpretaciones recuerdo cuando yo era muy jovencito, para unos bailes de carnaval que había en el Teatro Reina Victoria, me llamaron para que yo tocara con la Orquesta de baile y fueron mis primeros pasos. Con Enrique Alfaro, con Rafael Rodríguez, o sea, muchachos de la banda que formaban una agrupación que entonces la dirigía Moisés Cerdán, hijo de Don Julián. Éste se fue a hacer la mili, entonces ellos se encontraron que no tenían pianista y acudieron a mí y me formé con ellos. Estuvimos ensayando en el Teatro Reina Victoria todas las tardes, poniendo ahí el Programa diario. También fue el contacto con el órgano de la Parroquia Mayor de la O, porque a la vez que yo daba clases con Doña María que vivía en la calle Caballero, después que terminaba la clase me iba a la Parroquia para que me dieran lecciones de órgano Ramón Moreira. Ramón Moreira era el organista de la Parroquia. Allí ya aprendí a manejar el órgano, porque eso tiene muchas complicaciones de registros y de cosas.

-¿Qué te ha aportado la Música Buena, Clásica.?

- Sensibilidad, porque es una cosa que llega muy adentro. Yo cuando por ejemplo me ponía a dirigir el Coro ni me acuerdo que estaba delante del público, sino que me encierro en la música.

- ¿Y Turina, llegaste a conocerle en sus veraneos en Sanlúcar, a pesar de que eras un chiquillo?

- Yo era un chaval, estaba entonces yo estudiando. Lo conocí porque eso de “ahí vá Turina”, también era como un semi-dios que pasaba. Pero no tenía yo edad ni contacto porque no era mi círculo. Yo nací el año 1.915, pero Turina estuvo viniendo aquí hasta el año treintaitantos , o los cuarenta, pero ya no era como antes que veraneaba en Sanlúcar, sino que venía esporádicamente.

- ¿Y con Lucas Moreno?

- Con Lucas Moreno sí tuve algunos contactos. Tanto que un día vino aquí a casa a escuchar a mi hijo a ver cómo estaba y lo que le dijo era, “Nada, lo que tiene que hacer es irte al extranjero y a estudiar”. Y nada estuve en contacto con él para que mi hijo pudiera hacer sus estudios de música en el extranjero. Y fue el consejo que él me dio.

- ¿Cuántos años entonces de profesor?

- Yo tenía que atender también aquí mi tienda, por lo que simultaneaba las dos cosas, tienda y estudios. Entonces en vez de hacerme profesor en el Conservatorio pues estuve dando clases a muchas alumnas que yo tengo, bueno, que tuve. Ellas tenían su piano y yo iba a sus casas y otras veces venían a dar las clases a mi casa. Aquí no había Escuela de Música, ni nada. Había una profesora de Música en la Huerta Grande, la Madre Ruiz, que era una monja con muchos años, después estaba la Madre Pascual, también en la Huerta Grande. Después yo mi hice cargo de algunas alumnas que estaban dando clases con esas señoras y se examinaron, una de ellas era Angelita Núñez, hija de Isidro Núñez.

- ¿Te identificas más con algún músico clásico en especial?

- Me gustan todos, lo mismo de orquesta que de piano. La música de cámara. Todos tienen algo que arrastre a uno a ser aficionado.

- Y de los españoles que han pasado a la Historia: Falla, Albéniz, Granados y Turina, imagino que habrán otros de gran nivel no tan conocidos

- Hombre, había muchos músicos que tenían mucho mérito


Manuscrito original de Manuel de Diego de la partitura de su obra dedicada a la Virgen de la Caridad

















- Y sigues practicando

- Si, todas las mañanas dos horitas destrozo la música de Beethoven. Jeje, Cada diez días cambio el programa.. Tengo un programa cada día para tener algo que perfeccionar y nunca se perfecciona del todo. Muchas veces se tiene muchos tropiezos y sobre todo cuando los dedos ya no responden

- ¿Por qué elegiste el piano?

- Pues mira porque quizás es más completo. Porque con un pito o un violín necesitas tú alguien que te acompañe. Pero en cambio con el piano siempre puedes tú cantar o hacer lo que quieres.

- ¿Qué momento de mayor satisfacción recuerdas?

- Para la interpretación no estoy hecho yo, eso lo hago yo en mi casa. Yo en la calle he tocado cosas de música de zarzuela, pero siempre con acompañamiento, con voces, con orquesta. Yo como concertista no he sido. Únicamente he sido profesor de música, he dado mis clases, he tenido muchos motivos para estar satisfecho. Primero conseguir que mi hijo cogiera esa afición y adquirir esa categoría, no quiero yo presumir ahora de ñiño, pero está demostrando que lo hace bien y eso para mí ha sido una satisfacción muy grande y lo de la calle que aunque yo sé que no lo merecía, me habían hecho la dedicación esa y tenía la satisfacción que había sido aprobado por unanimidad por el Cabildo a petición de Juventudes Musicales

Calle dedicada a éste insigne maestro de la música









- ¿No te ha dado por componer?


-Tengo cosas hechas a las imágenes. Yo soy demasiado exigente conmigo mismo. Cuando me pongo y hago alguna cosa siempre me parece que está mal y procuro hacerlo lo menos posible. Tengo hechas unas canciones a la Virgen de la Esperanza, tengo unas cosas que se cantaban en la Novena de la Caridad, hecha para la Virgen de la Caridad, tengo también al Cristo de los Milagros, las Coplas. Pero más que nada por obligación, porque siempre me lo pedían pero yo me encontraba que no era capaz.

-Pues a seguir disfrutando de la Música.

- Ya poco me queda ya para seguir disfrutando de mis mañanitas de piano.
- Eso nunca se sabe, así que adelante.



Manuel J. Márquez Moy







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