Fueron otros tiempos cuando uno de los barones del PSOE, Manuel Chaves, se acercaba a Sanlúcar, pero ahora como Vicepresidente Tercero del Gobierno y sin Presidir la Junta las cosas han cambiado.
Todo fueron parabienes en aquéllas elecciones municipales de 2.007. Fue noticia a nivel nacional por ser la Alcaldesa más joven de España. Contó con el apoyo del mismísimo Chaves y de Zapatero. Y su discurso de empuje se fue convirtiendo en verborrea acompañada de sonrisa de molde.
La Alcaldesa de Sanlúcar de Barrameda, Irene García, se ha ido desinflando de poder, ni ya cuenta con el interés de Chaves, ahora en otras, ni de Zapatero, que se le derrama el partido desde el Cabo de Gata hasta Finisterre, como para pensar en Irene García. Luis García Garrido era para los sanluqueños el Alcalde de Sanlúcar en Sevilla, aunque por respeto y deferencia hacia Irene García a él no le gustaba ese nombramiento en el colectivo imaginario, dejó su asiento a Rosa Aguilar, un verso suelto que la Alcaldesa no consigue que rime con su maltrecho Equipo de Gobierno.
A estas alturas Irene García ha caído en la cuenta que se acabaron las prebendas y que ahora le toca a ella ir a buscar dinero. Pero su fuerte son otras actividades. Los dardos envenenados que lleva años lanzando a propios y extraños se han vuelto en su contra, y cuentan en los mentideros que hasta Cabañas le ha retirado su apoyo incondicional.
Ahora somos los sanluqueños y ciudadanos de esta tierra los que tenemos que pagar las maniobras políticas partidistas de Irene García y su Equipo, que opino que es lo que realmente le ha preocupado y donde todos nos vemos envueltos sin comerlo ni beberlo.
Este PSOE de Sanlúcar-al que sigo sin ver lo de socialista por ningún lado, y no digamos ya lo de obrero,- aprovechó un momento que le pusieron “a huevo” los del PP y sus excesos tóxicos, pero Sanlúcar de Barrameda vuelve de nuevo a estar huérfano de políticos serios, que tengan capacidad de gestionar sin perder de vista el horizonte, y que sepan dinamizar la economía de la ciudad.
Es cierto que han pasado las elecciones Europeas, que no es lo mismo que votar para unas municipales. Pero habiendo aquí un PSOE con mayoría absoluta, no se entiende la poca participación, de lo que deduzco que Sanlúcar ha vuelto a desencantarse. El otro día afirmaba Irene García que “parece que me culpan a mí de la crisis”, y aunque es cierto que ella no la ha provocado, lo que se le critica es que no sepa ir poniendo cimientos para las reformas estructurales. Soy muy pesado con esto. Pero, ¿de qué vive actualmente Sanlúcar?, y lo más sangrante ¿de qué va a vivir?. Se acabó la tríada del langostino, la manzanilla y el paisaje. Sinópticamente, Irene García no le interesa la situación del caladero, no ha sabido mediar con los productores de manzanilla ni presentarle alternativas, y el paisaje ha seguido destruyéndolo sin respetar la normativa cultural de conjuntos históricos-artísticos, y normativas ambientales, como ya dijimos. Pero eso será tema para otro artículo.
Manuel J. Márquez Moy
La Alcaldesa de Sanlúcar de Barrameda, Irene García, se ha ido desinflando de poder, ni ya cuenta con el interés de Chaves, ahora en otras, ni de Zapatero, que se le derrama el partido desde el Cabo de Gata hasta Finisterre, como para pensar en Irene García. Luis García Garrido era para los sanluqueños el Alcalde de Sanlúcar en Sevilla, aunque por respeto y deferencia hacia Irene García a él no le gustaba ese nombramiento en el colectivo imaginario, dejó su asiento a Rosa Aguilar, un verso suelto que la Alcaldesa no consigue que rime con su maltrecho Equipo de Gobierno.
A estas alturas Irene García ha caído en la cuenta que se acabaron las prebendas y que ahora le toca a ella ir a buscar dinero. Pero su fuerte son otras actividades. Los dardos envenenados que lleva años lanzando a propios y extraños se han vuelto en su contra, y cuentan en los mentideros que hasta Cabañas le ha retirado su apoyo incondicional.
Ahora somos los sanluqueños y ciudadanos de esta tierra los que tenemos que pagar las maniobras políticas partidistas de Irene García y su Equipo, que opino que es lo que realmente le ha preocupado y donde todos nos vemos envueltos sin comerlo ni beberlo.
Este PSOE de Sanlúcar-al que sigo sin ver lo de socialista por ningún lado, y no digamos ya lo de obrero,- aprovechó un momento que le pusieron “a huevo” los del PP y sus excesos tóxicos, pero Sanlúcar de Barrameda vuelve de nuevo a estar huérfano de políticos serios, que tengan capacidad de gestionar sin perder de vista el horizonte, y que sepan dinamizar la economía de la ciudad.
Es cierto que han pasado las elecciones Europeas, que no es lo mismo que votar para unas municipales. Pero habiendo aquí un PSOE con mayoría absoluta, no se entiende la poca participación, de lo que deduzco que Sanlúcar ha vuelto a desencantarse. El otro día afirmaba Irene García que “parece que me culpan a mí de la crisis”, y aunque es cierto que ella no la ha provocado, lo que se le critica es que no sepa ir poniendo cimientos para las reformas estructurales. Soy muy pesado con esto. Pero, ¿de qué vive actualmente Sanlúcar?, y lo más sangrante ¿de qué va a vivir?. Se acabó la tríada del langostino, la manzanilla y el paisaje. Sinópticamente, Irene García no le interesa la situación del caladero, no ha sabido mediar con los productores de manzanilla ni presentarle alternativas, y el paisaje ha seguido destruyéndolo sin respetar la normativa cultural de conjuntos históricos-artísticos, y normativas ambientales, como ya dijimos. Pero eso será tema para otro artículo.
Manuel J. Márquez Moy
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Muy buena reflexión atinada, como acostumbra, sin remiendos ni prebendas por tu parte. Salud.
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