El espacio interprovincial protegido crecerá un 230% y alcanza las 255.000 hectáreas
El proyecto de ampliación territorial de la Reserva de la Biosfera de Doñana propuesto por la Unesco ha recibido el espaldarazo del Consejo de Participación del Espacio Natural (END) y cuenta con el apoyo expreso de los ayuntamientos de 11 municipios del ámbito onubense, sevillano y gaditano de la Reserva formalizado en sucesivos acuerdos plenarios. La ampliación prevé una nueva configuración interprovincial de la reserva para cumplir las directrices de la Unesco, cuyos técnicos sugirieron cambios, que incluyeran a las poblaciones, durante sus últimas visitas a Doñana para renovar las distinciones y diplomas internacionales.
No obstante, muchos hemos visto la solución a los conflictos y tensiones de Doñana con las poblaciones que la rodean desde principios de los sesenta del siglo pasado, cuando se crea la primera superficie de la Reserva Biológica de Doñana en 1.963-64. Desde entonces no ha sido un camino fácil. Ahora habrá que trabajar intensamente para que realmente las localidades se sientan parte de Doñana e integradas en la gestión de la Reserva de la Biosfera. El problema está en que estas instituciones internacionales se han visto también depreciadas, han perdido credibilidad. Y una cosa es el Espacio Natural Doñana (antes Parque Nacional), otra el Patrimonio de la Humanidad, que es este espacio y otra la Reserva de la Biosfera. Esto último es lo que se ha ampliado, la Reserva de la Biosfera de Doñana que depende de la UNESCO. Las Reservas de las Biosferas es una categoría que hay que revitalizar en muchos lugares del mundo, y la de Doñana precisamente es una de las más controvertidas.
La propuesta de ampliación pasa por incorporar 30.000 hectáreas del Parque Natural a la zona ahora considerada tampón (donde se permitirán actividades blandas) y la inclusión de una zona de transición (donde viven los habitantes del entorno) de 155.000 hectáreas en la que se desarrollan la mayor parte de las actividades socioeconómicas de la comarca. La zona núcleo, Reserva Biológica, corazón del Parque Nacional, seguirá quedando restringida a investigación y conservación.
La calle Barrameda en Sanlúcar, por ejemplo, pasaría a ser Reserva de la Biosfera de Doñana, según la UNESCO |
Las fronteras de la Reserva de la Biosfera de Doñana, que pueden crecer un 230%, serán ahora la autovía A-49, al norte; los términos de Coria del Río, Los Palacios-Villafranca y el cauce del Guadalquivir, al este; la zona atlántica, y Sanlúcar de Barrameda y Trebujena; al sur, y Mazagón y Lucena, al oeste. La Reserva se queda a las puertas del Polo Químico de Huelva.
Los ayuntamientos onubenses de Bollullos, Almonte, Bonares, Hinojos y Rociana; los sevillanos de Aznalcázar, Isla Mayor, Pilas, La Puebla del Río y Villamanrique, y el gaditano de Sanlúcar de Barrameda han dado luz verde a la propuesta incluida en el programa MaB de la Unesco que engloba en la Reserva de la Biosfera todo lo que era Espacio Natural de Doñana.
El apoyo municipal es una de las claves para que la propuesta salga adelante, pues la figura distingue a ecosistemas de gran valor por su capacidad de aunar la conservación de la biodiversidad y el desarrollo humano.
Manuel J. Márquez Moy/Rafael Moreno
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