lunes, julio 09, 2007

"EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA"

De manera clara, desde mi óptica, Luisa Isabel expone su visión sobre la controvertida asignatura de "Educación para la Ciudadanía", a la que califiqué en esta misma revista de urgente y necesaria.












Luisa I. Álvarez de Toledo en la foto




Décadas de endoctrinamiento en un relativismo salvaje, que niega la verdad y erradica la ética, bajo el imperio intelectual de la moral católico - capitalista, que diluye los conceptos equidad y justicia, en el de "caridad" virtud teologal, han mutado al ciudadano en siervo. Lo es de un sistema, que al necesitar vender más para producir más, hace del sano cliente de laboratorio, si no del quirófano, fomentando el rechazo del "yo" exterior, modelado por madre naturaleza, y del racional en general eterno descontento, condenado a trabajar más, porque al desear más, ha de satisfacerse, privándose del tiempo que le permitiría disfrutar de lo que adquirió. Esclavo del mercado lo es del banco. Y por extensión del jefe. Aferrado al puesto de trabajo, si no a la posición económico social, adquirida en precario, se aferra al salario y emolumentos, que permiten saldar trampas. Por dinero soporta humillaciones, comete vilezas y se deja la dignidad, por temor a verse lazando al abismo de la masa excedente, excluida de la sociedad, por estarlo del mercado.

Obnubilada la mayoría por la necesidad de poseer; silenciada, marginada y perseguida minoría en extinción, que aún conserva el sentido de la verdad y los valores éticos, hemos dado en sociedad controlada el puñado de individuos, que al detentar el poder económico, controlan el político. Creados los dirigentes a su medida, hacen de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial instrumentos a su servicio, fabricando directivos que han convertido los medios de información y la creación intelectual, en vehículo del mensaje y presión psicológica, modulado y modelado según conviene al capital. Reducida la humanidad a suma de unidades esclavas, asumen la función asignada, sin protestas ni pretender mudanza. Dedicado el excedente a la actividad delictiva, que justifica la presencia de un estado protector, el productor - consumidor mantiene el ciclo económico, ejerciendo en los dos extremos, considerándose privilegiado el sector de colaboradores necesarios, cuya utilidad se reduce, cualquiera que sea la naturaleza del empleo o actividad, a mantener el orden que permite al capitalista ganar más, con el fin de tener más, empeñado en carrera desenfrenada, abocada a terminar en descalabro, por crisis, guerra, destrucción del entorno y muerte, cualquiera que sea la dirección elegida.




Representación del capitalismo salvaje en una viñeta













Creían el poder temporal del dinero y el espiritual de la iglesia del capital, haber terminado para siempre con desagradables incordiones, condenados a la muerte civil, por obstinarse en romper su discurso, cuando surgieron inesperados escollos. No estaba previsto que Chavez se mantuviese en Venezuela. Ni que el voto sudamericano se inclinase a la izquierda. Donde lo tuvieron a la mano, frenaron el desagradable viraje, tentando a la corrupción, por aquello de que igualando se ahoga el cambio. Y donde acudieron a la maledicencia. Los que adjudicaron a Irak armas de destrucción, buscando pretexto para usarlas en su guerra de conquista, no se paran ni tienen por qué pararse, en el uso de mentiras de menor enjundia, por no ser tan fácilmente comprobables. Utilizadas con profusión en su constante guerra psicológica, en las modalidades de difamación y calumnia, apenas se anunció la introducción en la enseñanza, con carácter de asignatura obligatoria, una "Educación para la Ciudadanía", que empezaba por enseñar al alumno a distinguir la verdad de la mentira, siguiendo por instrucción concienzuda en materia de ética y lógica, el poder temporal y espiritual del dinero se pusieron en guardia, correspondiendo a la Iglesia, propietaria de la moral y de la formación de todas las generaciones, poner el grito en el cielo.
La jerarquía de la Iglesia Católica ha sido de las primera en poner el grito en el cielo sobre esta asignatura, con todo tipo de descalificaciones (nota del editor).

No había aparecido texto, ni tan siquiera orientativo, cuando los medios arremetieron contra la nueva asignatura. La acusaron de propiciar un neo libertinaje de cintura para abajo, con ribetes de ateismo talibán, cuyos efectos, en cuanto se refiere a la deformación de intelectos, serían más nocivos que la "movida", de infausto recuerdo. Escuchándolos no pude menos que rememorar la actitud del capital y de la iglesia, en aquellos inicios del sistema, conocido por democracia. Aquella promoción descarada de la chabacanería, del despilfarro en la promoción de seudo talentos, de incitación a promiscuidad sexual, objetivamente arriesgada, estando el SIDA recién presentado en sociedad y suelto, del consumo del hachis en particular y de la droga en general, no levantó una voz de protesta, ni tan siquiera de crítica. Aplaudió el capital y le coreó la iglesia, siendo motejados de fascistas, los pocos que enterados de lo que se traía entre manos, advirtieron de las lamentables consecuencias, que aún perduran.
A partir de este recuerdo, concluí que la "Educación para la Ciudadanía", debía ir por muy diferente camino, pero me abstuve de opinar, hasta tanto no hubiese un texto cuando menos, subtitulado "Democracia, Capitalismo y Estado de Derecho", del que son autores Carlos y Pedro Fernández Liria y Luis Alegre Zahonero, editado por Akal. Lo supongo destinado a cursos superiores, si no a instrucción de maestros, pero considerando que su lectura es suficiente, para informarme de la línea de la asignatura, he de decir que a más de ser acertada la idea, la exposición no puede ser más clara. Ni la dirección más correcta.
No hay atisbo de incitación a una forma de conducta o comportamiento sexual. Ni los autores se inmiscuyen en el credo del lector. Por ninguna parte apunta ese "ateísmo confesional", surgido en el siglo XIX, al que tan aficionado ha sido el español, que es, en definitiva, la cara opuesta y paralela, del talibanismo cristiano. En las creencias, como cuestión íntima y personal de cada cual, no se inmiscuye. Como tampoco lo hace en la forma de relaciones que el "otro" establezca. Deja únicamente sentado, que cada cual es libre de establecer las relaciones familiares que mejor le parezca, formalizando la forma de familia que tenga a bien, sin que esto afecte para nada a la respetabilidad, por ser todas igualmente respetables, dando la prueba de buen sentido de no apelar a la "tolerancia", porque "tolerar" no es ni puede ser lo mismo que respetar, con la naturalidad que en todos los casos, hemos de respetar la intimidad del "otro".
Destruyendo el relativismo capitalista, que somete al mundo al imperio de la mentira constante, empieza por restablecer la "verdad objetiva", probando su presencia y existencia, de manera que el lector pueda distinguirla de esa falacia, que es la "verdad relativa". Magnífica por sencilla y contundente, la definición del Estado de Derecho y la explicación del "por qué" no puede ser asimilado al falso estado de derecho, imperante en las dictadura personales u oligárquicas, que son de hecho ciertos sistemas, apellidados "democracia". Sorprendentemente lúcido el análisis del capitalismo, pues en pocas páginas, demuestra las razones por las cuales vine a parar en el desastre, por todos los caminos, lo es igualmente el de los errores, que hicieron inviables los sistemas comunistas, instaurados y extintos en el curso del siglo XX.
Terminada la lectura, a más de adquirido el sentido de la verdad, los principios éticos y de la lógica, por vía de la aplicación práctica, el lector podrá contemplar con claridad, lo que antes presentía, confuso y difuminado. Dotado de herramientas intelectuales para "conocer su necesidad", se habrá puesto en vía de satisfacerla, al comprender "dónde", "por qué" y "cómo" está donde se encuentra.
Hace mucho que se hizo evidente la urgencia de introducir en la enseñanza esta asignatura o similar, de la primaria a la universidad, a través de textos adecuados a la edad del alumno. Tarde ha sido, pero hemos de felicitarnos de que haya sido. En cuanto a las críticas, eran de esperar. Nadie se deja arrebatar el arma que utiliza y le sirve - en este caso la mentira y la falacia de una moral, que es moralina, cambiante y opuesta a la ética y la lógica de todos los tiempos -, sin oponerse, por cuantos medios tenga a su alcance. Como suele decirse, en este caso difamación y calumnias, entran en el sueldo. Igualmente conjura e intriga. Complicada la asignatura para quien ha de impartirla, pues desde la primaria ha de exigir capacidad de análisis y síntesis, a más sentido de la ética y la lógica, es probable que tropiece con la oposición, si no la torpeza de determinados maestros, no habiendo sido adiestrados en estas lides, cuando no con vulgar mala fe. Del profesor o de quien designe para la tarea al más inepto.
En todo caso, a los que contemplamos el hecho desde fuera, solo nos queda felicitarnos ante uno de los pocos intentos, sólidos y serios que se han hecho de mejorar la sociedad y el mundo. Y pedir para los adultos, que no pasamos por esa escuela, que a través de los medios se nos permita participar del aprendizaje de asignatura, que dista de ser una "María".






Luisa I. Álvarez de Toledo (Duquesa de Medina Sidonia)

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