lunes, junio 15, 2009

LA ARBOLEDA PERDIDA DE SANLÚCAR DE BARRAMEDA Ó CUANDO APRIETA EL CALOR


Parque de los Scouts totalmente abandonado.



Hace tiempo un buen amigo Etólogo me advirtió que si quería fijarme en el nivel cultural de una ciudad observara la presencia o ausencia de los parques y arboledas. Evidentemente si no existían ya era más que preocupante y si habían pero estaban abandonados pues la ciudad carecía de buenos cimientos culturales. Con el paso de los años me he ido dando cuenta que es bien cierta esa apreciación.

Parece mentira que a estas alturas, cuando se preconiza (digo bien) tanto sobre el cambio climático y otras catástrofes, tenga uno que volver a asuntos del parvulario ecológico. No hay que ser climatólogo, ni ecólogo, para darse cuenta de los beneficios de las arboledas, especialmente en las ciudades, que son a las que me quiero referir. Otros científicos, políticos y divulgadores advierten sobre el cambio climático con rigor.

Cuando llega el calor asfixiante y abrasador, no hay nada mejor que tratar de equilibrar el ambiente y la situación con una gran arboleda. Una arboleda, está más que estudiado, no sólo absorbe el anhidrico carbónico, sino que son grandes benefactores para el equilibrio emocional y psicológico de los ciudadanos,(necesitamos generalmente volver a nuestros paisajes silvestres, y eso está en nuestra genética).

Aparte de otros muchos atractivos, me quiero centrar en lo que los ciudadanos de Sanlúcar de Barrameda demandan a nuestros mandatarios. Nuestra ciudad no se puede permitir que viva única y exclusivamente con los Jardines del Palacio Ducal de Medina Sidonia, los Jardines del Palacio Municipal del Ayuntamiento y poco más que destacar.

Primeramente, y es la enésima vez que insisto en años que se planten especies autóctonas, que las hay bellas y adaptadas perfectamente a nuestro clima mediterráneo. No necesitan excesivas atenciones y están adaptadas también a enfermedades. Sujetan bien la tierra y apenas necesitan agua.

Imagino que nuestros políticos mandatarios (mandan, pero no gobiernan), habrán paseado por los Jardines del Palacio Ducal de Medina Sidonia ó los del Palacio Municipal y notarán las cualidades que aporta un jardín bien cuidado con cariño e interés y el fresco que aportan con suelo natural y arboleda.







Cada zona de Sanlúcar tiene sus características y en base a ello pues habrá que plantar unas especies u otras. Si llegan tiempos calurosos como los de estos días y los que nos esperan no hay nada mejor- natural, me refiero- que zonas arboladas sobre tierra. Aquí existe la costumbre de poner mucho cemento, con lo que se evita la transpiración necesaria del suelo. Por lo tanto, si tenemos temperaturas agobiantes, empiezan a recalentar los asfaltos, los edificios, las zonas cementadas, esos aparatos de aire acondicionado escupiendo aire más caliente y viciado, el óxido nitroso de los coches-que no son pocos en Sanlúcar-, se va concentrado con el paso de las horas de sol infernal una "acumulación de calor por compresión" que durante las noches no da tiempo a que se ventile, con lo que día tras día vamos creando una olla a presión en la ciudad, donde suben algún grado más la temperatura y nosotros empezamos a hervir como garbanzos.

Aquí todo es alquitrán y cemento. No hay realmente parques urbanos donde uno se pueda cobijar del calor. Plantan árboles y si pueden en un alcorque cuanto más estrecho, mejor para ahogarlos-parecen pensar-. En definitiva, ni se planifica desde el Ayuntamiento los árboles que se plantan, ni dónde, ni cómo. No creo que sea tan difícil entender la necesidad de parques en Sanlúcar de Barrameda. Y ahora que empiezan las obras en la calle Santo Domingo espero que estén a la altura de la situación para salvar el árbol del amor (Cercis siliquastrum) de la Plazoleta de Santa Ángela de la Cruz.


Enlace relacionado: Toda una Vida





Manuel J. Márquez Moy

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