viernes, diciembre 11, 2009

AYER SE CELEBRÓ EL 20º DÍA DE APOYO A LOS PERIODISTAS ENCARCELADOS DEL MUNDO


En la imagen del acto de ayer Malén Aznárez, Tito Drago, Nativel Preciado, y Mamen Gurruchaga

170 periodistas y 99 ciberdisidentes se encuentran encarcelados hoy en el mundo. ¿Su crimen? Divulgar informaciones molestas, reclamar un mayor respeto por las libertades individuales, negarse a someterse a la censura o a una línea de pensamiento... En una palabra, simplemente por haber cumplido con su trabajo.

Ayer, jueves 10 de diciembre, con ocasión del 61 aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en la sede de la Asociación de la Prensa, Reporteros Sin Fronteras (RSF) – España, celebró su 20º Día de apoyo a los periodistas encarcelados en el mundo bajo la dirección de María Dolores Masana y Malén Aznárez, respectivamente Presidenta y Vicepresidenta de RSF España.

De los 55 actuales periodistas, de más de 40 medios de comunicación y asociaciones de periodistas, que se comprometen a apadrinar a un periodista o ciberdisidente encarcelado hasta su liberación- documento adjunto del “Cuadro de apadrinamientos”- asistieron ayer varias madrinas y padrinos, aportando su testimonio personal sobre su ahijado: Rosa Montero, Nativel Preciado, Carmen Gurruchaga, Montserrat Domínguez, Teresa Pérez Alfageme, Carmen Enríquez, Isabel Gómez, Pedro Lázaro, Tito Drago, Javier Arenas, Alejandro Fernández Pombo, Luis Conde y Álvaro Vega.

La presidenta, la vicepresidenta de RSF España y todos los padrinos allí congregados, hacen un llamamiento al Gobierno de Zapatero, en víspera de presidir la Unión Europea, para que todos los estados miembros exijan el respeto de los derechos humanos en todo el mundo, en particular la libertad de expresión y de prensa.

Todos ellos coincidieron en que su apadrinamiento responde, ante todo, a la preocupación por evitar a los periodistas una segunda cárcel: la del silencio y el olvido. Recalcaron su deber moral para con los colegas que sufren en una dimensión de gravedad bien alejada de la que podamos padecer en nuestro primer mundo o aquí en España. Todos se mostraron conmocionados por los casos de sus ahijados, las condiciones de sus encarcelamientos, y que a la par son ejemplos para nosotros en periodismo, valentía y compromiso con la libertad. Reafirmaron la importancia de que se denuncie frecuentemente ante la opinión pública para que los gobiernos incriminados no se queden inmunes y se preocupen por la suerte de sus presos. El apadrinamiento representa por tanto un auténtico “seguro de vida”, que contribuye directamente a la protección de los detenidos.

Los padrinos dan así prueba de solidaridad con unos colegas que, como ellos, comparten la pasión por un oficio vital para la democracia.
Manuel J. Márquez Moy (Reporteros Sin Fronteras)




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