Hace ya 20 años que abrimos al público Cañada de los Pájaros, fundamentalmente para difundir, educar y concienciar sobre nuestro medio ambiente, para poner nuestro pequeño granito de arena en la conservación, aunque realmente llevamos más de 20 años dedicados a la conservación.
Corren tiempos muy difíciles para el medio ambiente, todos lo sabemos, y aunque sea siempre el sector más olvidado de nuestra sociedad, es, sin duda el más importante, ya que el planeta está formado por ecosistemas y dentro de ellos vivimos y desarrollamos nuestra actividad los seres humanos. Si los ecosistemas se degradan o desaparecen, no nos quepa duda de que desapareceremos con ellos, hagamos lo que hagamos, porque nuestro modelo económico obvia, evidentemente, al medio ambiente. No somos conscientes del valor económico que suponen los ecosistemas en el desarrollo de nuestras propias vidas. ¿Cuánto vale el oxígeno que respiramos, producido por nuestros bosques? ¿Cuánto vale el agua que bebemos, que sale de los manantiales? ¿Cuánto vale la belleza que nos refuerza el alma y los sentidos?
Los humedales son, quizá, el ecosistema más degradado y, sin duda el más importante para nuestra supervivencia y el de las generaciones futuras.
En estos 20 años de andadura hemos observado cambios en la sociedad, parece estar más concienciada, es más responsable con el cuidado del medio ambiente…, pero no es suficiente; todos tenemos que asumir que el derroche y la especulación de estos últimos años no puede seguir igual, que tenemos que cambiar el chip y valorar lo que realmente es importante: proteger nuestro planeta, o lo que queda de ese planeta azul que se ve desde el espacio.
Nosotros hemos realizado un esfuerzo importante en estos 20 años por contribuir a todo eso y, creemos, que algún fruto a dado, por lo menos en nuestro círculo más cercano, porque pensamos que el cambio no puede hacerse de forma global, es imposible, hay que realizar muchos pequeños cambios en pequeñas zonas, a lo largo y ancho de este mundo. Además debemos asumir el cambio global inminente que ya estamos viendo.
Pero de cualquier forma, no debemos perder el optimismo y las ganas de seguir contribuyendo a que la situación no empeore.
Queremos hacer un recorrido desde nuestros comienzos hasta ahora en los diferentes aspectos en los que hemos trabajado
La especie que nos ha movido a llegar donde estamos y a la que estamos intrínsecamente vinculados es la Focha cornuda, una de las especies que hoy liberamos, como desde hace 20 años. Queremos contar un poco el “cómo se hizo” con esta especie, aunque ya lo hemos hecho muchas veces. La historia se remonta a 1988, cuando casualmente llegó a nuestras manos una nidada de Focha común, salvada de una quema de aneal (práctica habitual en aquella época), que luego resultó ser de Focha cornuda, eran 6 huevos, que incubamos en una pequeña incubadora que teníamos (aún la Cañada se estaba restaurando), acudimos a la entonces Agencia de Medio Ambiente, de la que era Delegado Provincial Antonio Camoyán, al que ya conocíamos. Le expusimos la situación y nos dio los permisos oportunos, así que consideramos que Antonio es casi tan responsable como nosotros de la situación actual de esta especie.
Haciendo un recordatorio de la situación de la Focha cornuda, o Gallareta crestúa (que es su nombre marismeño), a principios de los 90 estaba al borde de la extinción en Andalucía, y por tanto de España y de Europa, ya que no existía en otros lugares. No se sabía apenas nada de ella, prácticamente había muy pocas publicaciones haciendo referencia a la alimentación. Consideramos que algo había que hacer; por aquel entonces, todo el mundillo de la conservación en Doñana, hablaba de ella, de su precaria situación y de que había que tomar medidas al respecto, decidimos dedicar nuestro empeño y esfuerzo prioritariamente a esta especie.
Después de algunas escapadas y una muerta, quedaron dos ejemplares que no sabíamos realmente si eran macho y hembra, por suerte eran pareja y en septiembre de 1990 realizaron su primera puesta. Ahí comenzó el Programa de Reproducción, que dio sus frutos y en abril de 1992 logramos liberar al medio natural los primeros 22 ejemplares.
La población española era muy escasa y débil genéticamente, conseguimos, al cabo de los años, y después de ser muy pesados, traer huevos de la población marroquí, mucho mayor y más diversa genéticamente, para reforzar la población española, que no dejaba de ser una población residual. Fue en 1998, mediante un INTERREG II Andalucía - Marruecos, cuando pudimos, gracias a la Consejería de Medio Ambiente, traernos huevos de allí y reforzar el Programa.
Hemos liberado, hasta la fecha, más de 900 ejemplares en humedales de casi todas las provincias andaluzas.
Pero la Cañada de los Pájaros juega un papel muy importante en el mantenimiento de la población de esta especie, porque sirve como alternativa cuando las condiciones en los humedales andaluces no son las adecuadas, sequía por ej. Es como volver a casa pero no por navidad, sino sobre todo al final del periodo estival hasta las primeras lluvias, este año se está dilatando su marcha ya que está resurgiendo la primavera y aún no se han ido, hemos llegado a contar a final de agosto en alguna ocasión 80 ejemplares, actualmente hay más de 70 ejemplares, según el último censo.
De estos pollos que hoy se liberan unos serán pasto de los depredadores, otros serán cazados, y una buena parte morirán en las mortandades estivales que azotan nuestros humedales desde 1973.
En la parte que nos toca, o que nosotros hemos querido asumir, en la Conservación, creemos que La Cañada ha cumplidos con creces los objetivos que nos fijamos en un principio: criar y poner en libertad, cada año, un nutrido grupo de individuos que refuercen la población salvaje. Estimamos que más de la mitad de estos individuos llegan a la siguiente primavera y pueden completar el ciclo y además con coste cero, en la mayoría de los años, para la Administración.
Pero sería preciso, o mejor indispensable, para rentabilizar óptimamente el/los Programas de cría, que se solventasen los problemas que afectan a los humedales andaluces donde viven estas dos especies y muchas más, amenazadas o no, por parte de los estamentos responsables, ya que hoy en día existe legislación suficiente tanto local como nacional como europea, para que se aplique y se haga cumplir. Es nuestra llamada de atención para que la vida continúe en nuestros humedales, que beneficiaría a muchas especies, incluida la nuestra.
La Focha cornuda es nuestra especie estrella y bandera, pero hay otras especies amenazadas con las que trabajamos, como la Cerceta pardilla o el Porrón pardo. Otra especie que ha constituido un reto importante ha sido la Grulla común, antigua nidificante en Andalucía. Nuestro objetivo era volver a instaurar un núcleo reproductor en Doñana, que hemos conseguido, aunque el resultado no haya sido el esperado por que las condiciones en Doñana no son las mismas que en los años 50, cuando criaba esta especie. Hay más gente, más depredadores….
Esta Reserva funciona además como reservorio de reproductores, por si hubiera que acometer cualquier proyecto relacionado con aves acuáticas.
Llevamos colaborando 20 años en proyectos de investigación, es un laboratorio experimental muy cómodo y donde se pueden obtener resultados interesantes para la conservación, para el estudio de comportamiento, de alimentación, de virus, etc
Durante estos 20 años han pasado miles de niños, algunos son ya padres que traen a sus hijos, y creo que es un centro especial por la cercanía de las aves, no es lo mismo, ni impacta igual en el alma un “en vivo y en directo” que un “a lo lejos” o en un panel. Creemos que se ha realizado una labor importante y que de alguna forma hemos contribuido a concienciar y sensibilizar al ciudadano de a pie
Por aquí han pasado cientos de alumnos que se han formado con nosotros, uso habrán aprendido más que otros, eso pasa en todas partes, pero la oportunidad que existe aquí de aprender no existe en otro lugar.
Hemos conseguido crear un referente a nivel, me atrevería a decir, internacional en muchos aspectos y un lugar diferente, donde convivimos y aprendemos cada día con la propia naturaleza, con la vida. Y está abierto para quien quiera compartirlo. Pero hay que tener muy clara una cosa: Esta es su casa, aquí mandan ellas. No me gusta mucho la definición de santuario de las aves, más bien es un pequeño Paraíso. Lo que no sabemos es el tiempo que podremos mantenerlo así, pero siempre diremos, mientras duró fue maravilloso.
Para terminar, queremos llamar vuestra atención y pedir vuestra colaboración, económica, para que puedan seguir desarrollándose estos Programas y podamos citaros al año que viene este mismo día para volver a liberar al medio más ejemplares. Tenemos una FOCHUCHA, o una hucha focha, que recauda fondos que se destinarán a la continuidad de estos Programas
Gracias por vuestra atención y vuestra colaboración
Maribel Adrián Dossío y Plácido Rodríguez Parada
Redacción "La Aventura Humana"