En la garra derecha se puede apreciar los perdigones en la radiografía, y arriba suelta del águila pescadora |
La Junta de Andalucía ha conseguido salvar a un ejemplar de águila pescadora gravemente herida y con signos de haber sufrido un disparo. Tras recibir tratamiento durante nueve días en el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) Dunas de San Antón, de El Puerto de Santa María, el animal ha sido liberado en las salinas de la localidad.
El pasado día 1 de febrero, un particular encontró este ejemplar de águila pescadora (Pandion haliaetus), una hembra adulta, en la cuneta de la carretera que une Bornos con el Coto de Bornos. Éste avisó a la Policía Local, que a su vez alertó al CREA. Técnicos del Centro recogieron el ave y los trasladaron a San Antón para recibir inmediatos cuidados veterinarios.
La exploración externa reveló que el paciente se encontraba en estado de shock, con signos de dolor y con una grave dificultad respiratoria; las heces presentaban abundante cantidad de sangre. El estudio radiológico mostró un encharcamiento pulmonar y restos de perdigones en una de las patas, aunque por el lugar donde fue encontrado el paciente, en la cuneta de una carretera, se había pensado en un principio que estas lesiones se podían deber a un atropello. Las hipótesis más probables es que una fuerte caída, consecuencia directa de recibir un disparo, le provocara las lesiones o bien que éstas lesiones fueran consecuencia de un atropello y que el tiroteo se hubiera producido con anterioridad.
El tratamiento inicial que instauraron los veterinarios estaba encaminado a revertir el shock, suprimir el dolor y restablecer la respiración normal del ave; el tratamiento se completó con fluidoterapia y oxigenoterapia. Durante los cuatro días siguientes el paciente mostró una gran mejoría durante su estancia en la UCI del CREA, con una buena respuesta al tratamiento que se le estaba administrando; el águila pescadora presentaba una respiración prácticamente normal, su actitud ante el manejo era el propio de su especie y comenzaba a comer por sí misma.
Ante la favorable evolución, el lunes día 6 fue trasladada a un voladero del CREA, una instalación tranquila y de grandes dimensiones que le permitió dar sus primeros vuelos durante como convaleciente. Durante los días siguientes, el águila mejoró notablemente su capacidad de vuelvo, su respiración se hizo completamente normal y también su alimentación: cada día comía las dos caballas que le suministraban sus cuidadores.
Los síntomas de una total recuperación, como son los vuelos perfectos, la recuperación de las lesiones y del comportamiento propio de esta especie, hicieron posible liberarlo el pasado día 9 de febrero tras marcarlo con una anilla metálica que permitirá realizar su seguimiento en campo y verificar la correcta reinserción en el medio. El águila pescadora recobró la libertad, ya sana y salva, en la Salina de la Tapa de El Puerto de Santa María.
Redacción "La Aventura Humana"
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