Visita de la Delegada Provincial de Innovación, Ciencia y Empresa, Angelines Ortiz, junto a la Alcaldesa, a la nueva sede de la Federación de Vecinos y a la Gran Superficie a principios de Febrero de este año.
"Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros. " (Groucho Marx)
En esta ciudad las dos asociaciones que normalmente vertebraban la sociedad sanluqueña siempre fueron en estos largos años de democracia la Asociación de Empresarios y la Federación de Asociaciones de Vecinos “Guadalquivir”. Pero las cosas han ido cambiando mucho, porque con el tiempo ambas han perdido credibilidad y peso específico. Durante las dos legislaturas del PP a nivel local, el que fuera Presidente casi vitalicio, Enrique Guisado y José Parada, yo les llamaba cariñosamente “la extraña pareja”, eran las únicas cabezas visibles de una Federación en precario. El cambio de la Junta Directiva trajo numerosas refriegas que todavía coletean a nivel interno, por cuestiones estatutarias que se están dirimiendo en la Delegación Provincial de Justicia de la Junta de Andalucía, a través de la Ley Orgánica de 22 de marzo de 2.002 Reguladora del Derecho de Asociación.
Pero lo que llama la atención en todo este asunto es que la Junta Directiva actual que preside Antonio Jiménez, muy crítica con las gestiones de la Alcaldesa Irene García y el Equipo de Gobierno al principio de la legislatura, se encuentran como respuesta a tales críticas la cesión de una sede nueva que venían demandando desde hacía años, porque en honor a la verdad, la que tenía en la calle Carmen Viejo no reunía las condiciones idóneas para una organización que estaba recuperando su peso en Sanlúcar de Barrameda.
A todo esto coincide la puesta en marcha de los trabajos de obras en la Gran Superficie que regenta el conocido Tomás Olivo. Hace ya unos meses, parece ser incluso antes de las elecciones municipales que el Presidente de la Federación, Antonio Jiménez trabaja como pintor en dicha Gran Superficie en la Carretera del Puerto. La cosa no tendría mayor importancia si no fuera por las connotaciones políticas que se le han dado a la puesta a punto de la Gran Superficie con la tutela del Ayuntamiento sanluqueño. Ya quisieran muchos pequeños y medianos empresarios encontrar las facilidades que al Sr. Tomás Olivo se le ha dado para ejecutar su gran proyecto comercial. Agilización de trámites administrativos, reuniones varias, recogida de curriculums, y todo lo que sea para que el próximo 4 de Marzo se inaugure por fin, con muchos remiendos la tan esperada para muchos Gran Superficie “Las Dunas”.
Curiosamente desde que el Presidente Antonio Jiménez trabaja como pintor las relaciones entre la Federación y el Ayuntamiento son bastante suaves. Coincide también que la zona donde de forma acelerada están haciendo los accesos a la Gran Superficie, que tantos quebraderos de cabeza y caos armó en la zona, entre el vecindario, es donde opera la Asociación de Vecinos “Majadilla Baja” que curiosamente también Preside Antonio Jiménez. Esto no tendría mayor importancia, pues todo el mundo tiene derecho a un trabajo, si el Ayuntamiento y la Administración Pública no hubiera intervenido en esta inversión privada con un más que dudoso protagonismo. Ahí radica el que se cuestione la contratación del Presidente de la Federación.
El Delegado de Comercio Juan Marín, declara no conocer a tal persona ni tener ni idea de si está trabajando o no, ya que su cometido y el del Equipo de Gobierno ha sido velar porque cumpla el Centro Comercial con toda la normativa. De cualquier manera resulta sospechosa la contratación del Presidente de la Federación de AA.VV “Guadalquivir”, por las connotaciones políticas que se le está dando por parte del Ayuntamiento a esta inversión privada.
“En el centro comercial de la carretera del puerto, desde hace años, trabajan muchas subcontratas y de muchos oficios, yo desconozco si la persona en concreto que tú dices trabaja allí o no, es más me da igual. Como responsable politico me he preocupado que la empresa promotora del centro cumpla con la legalidad más absoluta y esa ha sido la labor de los que estamos gobernando esta ciudad en estos momentos. Podrá o no gustarte, ese es tu problema y si no estas de acuerdo, pues decide con tu voto en el 2011”. Es la respuesta dada por Juan Marín al interpelarle que siempre ha sido práctica común del Ayuntamiento desde siempre comprar voluntades y el silencio de muchos. Pero lo más llamativo es el sentido nada democrático de su respuesta. Es decir, si no estoy de acuerdo, pues hasta las próximas votaciones. Ese concepto "democrático" de Juan Marín, de un representante público, tiene un tufillo extraño.
Espero que la Federación no caiga en la trampa de a cambio de participación en los diferentes Consejos creados, y algún puesto de trabajo más que puede caer en la Gran Superficie presuntamente para beneficio de algún miembro más de la junta Directiva, pierdan el carácter reivindicativo de cuestiones muy graves que sacuden a la ciudad.
Pero lo que llama la atención en todo este asunto es que la Junta Directiva actual que preside Antonio Jiménez, muy crítica con las gestiones de la Alcaldesa Irene García y el Equipo de Gobierno al principio de la legislatura, se encuentran como respuesta a tales críticas la cesión de una sede nueva que venían demandando desde hacía años, porque en honor a la verdad, la que tenía en la calle Carmen Viejo no reunía las condiciones idóneas para una organización que estaba recuperando su peso en Sanlúcar de Barrameda.
A todo esto coincide la puesta en marcha de los trabajos de obras en la Gran Superficie que regenta el conocido Tomás Olivo. Hace ya unos meses, parece ser incluso antes de las elecciones municipales que el Presidente de la Federación, Antonio Jiménez trabaja como pintor en dicha Gran Superficie en la Carretera del Puerto. La cosa no tendría mayor importancia si no fuera por las connotaciones políticas que se le han dado a la puesta a punto de la Gran Superficie con la tutela del Ayuntamiento sanluqueño. Ya quisieran muchos pequeños y medianos empresarios encontrar las facilidades que al Sr. Tomás Olivo se le ha dado para ejecutar su gran proyecto comercial. Agilización de trámites administrativos, reuniones varias, recogida de curriculums, y todo lo que sea para que el próximo 4 de Marzo se inaugure por fin, con muchos remiendos la tan esperada para muchos Gran Superficie “Las Dunas”.
Curiosamente desde que el Presidente Antonio Jiménez trabaja como pintor las relaciones entre la Federación y el Ayuntamiento son bastante suaves. Coincide también que la zona donde de forma acelerada están haciendo los accesos a la Gran Superficie, que tantos quebraderos de cabeza y caos armó en la zona, entre el vecindario, es donde opera la Asociación de Vecinos “Majadilla Baja” que curiosamente también Preside Antonio Jiménez. Esto no tendría mayor importancia, pues todo el mundo tiene derecho a un trabajo, si el Ayuntamiento y la Administración Pública no hubiera intervenido en esta inversión privada con un más que dudoso protagonismo. Ahí radica el que se cuestione la contratación del Presidente de la Federación.
El Delegado de Comercio Juan Marín, declara no conocer a tal persona ni tener ni idea de si está trabajando o no, ya que su cometido y el del Equipo de Gobierno ha sido velar porque cumpla el Centro Comercial con toda la normativa. De cualquier manera resulta sospechosa la contratación del Presidente de la Federación de AA.VV “Guadalquivir”, por las connotaciones políticas que se le está dando por parte del Ayuntamiento a esta inversión privada.
“En el centro comercial de la carretera del puerto, desde hace años, trabajan muchas subcontratas y de muchos oficios, yo desconozco si la persona en concreto que tú dices trabaja allí o no, es más me da igual. Como responsable politico me he preocupado que la empresa promotora del centro cumpla con la legalidad más absoluta y esa ha sido la labor de los que estamos gobernando esta ciudad en estos momentos. Podrá o no gustarte, ese es tu problema y si no estas de acuerdo, pues decide con tu voto en el 2011”. Es la respuesta dada por Juan Marín al interpelarle que siempre ha sido práctica común del Ayuntamiento desde siempre comprar voluntades y el silencio de muchos. Pero lo más llamativo es el sentido nada democrático de su respuesta. Es decir, si no estoy de acuerdo, pues hasta las próximas votaciones. Ese concepto "democrático" de Juan Marín, de un representante público, tiene un tufillo extraño.
Espero que la Federación no caiga en la trampa de a cambio de participación en los diferentes Consejos creados, y algún puesto de trabajo más que puede caer en la Gran Superficie presuntamente para beneficio de algún miembro más de la junta Directiva, pierdan el carácter reivindicativo de cuestiones muy graves que sacuden a la ciudad.
Manuel J. Márquez Moy