Una de las pasarelas de madera que ha instalado la Demarcación de Costas como acceso a la Playa de Bonanza. Justo al fondo pasa uno de los aliviaderos de aguas fecales que vierten sus depósitos a la desembocadura.
No. No me interpreten mal. Para nada quiero decir que ya no se podrán utilizar las sombrillas en la playa, como cuando se retiraron definitivamente las casetas. Me quiero referir a que la nueva ordenación del litoral en España está cambiando, la óptica con la que debemos mirar los ciudadanos a estos espacios libres debe ser otra, además de seguir buscando la sombra en estos inviernos y veranos cada vez más cálidos y llenos de imprevistos meteorológicos.
En invierno a los chavales cuando molestábamos al vecindario, nos mandaban a la playa, porque allí no rompíamos la tranquilidad a nadie. Con el tiempo la playa se ha ido convirtiendo en un lugar más frecuentado para las actividades más variopintas. Desde los paseantes, a los gimnastas, atletas, caballistas, pescadores, mariscadores, coleccionistas...
Entre paseos marítimos erróneos desde los 60 del siglo XX, el primero de ellos que le comió demasiado terreno a la playa en la época del Alcalde Juan Garat, hasta el problemático y escandaloso del Plan Colón 92, que despertó una de las mayores manifestaciones que se recuerdan en Sanlúcar en contra del famoso muro que impedía las vistas al horizonte de Doñana, liderada por el recordado Federico Pozo, pasamos a otros remiendos interminables y tediosos.
Parece que la Demarcación de Costas, con el Ministerio de Medio Ambiente a la cabeza lleva unos años queriendo poner orden en ese paseo marítimo sanluqueño. Ahí andan con las obras. Para ir abriendo boca, se han instalado pasarelas de madera como accesos a las playas de Sanlúcar. Según un Convenio suscrito también se incluye la recuperación del Baluarte de San Salvador (BIC) Bien de Interés Cultural, del siglo XVII, situado en la Playa de Bonanza.
Todavía quedan muchas cosas que ir solucionando y en ello tengo puesta mi esperanza, pero mucho me temo que se especulará con los terrenos de las Piletas. Pero en esta ordenación del litoral quiero depositar un cierto margen de confianza.
En invierno a los chavales cuando molestábamos al vecindario, nos mandaban a la playa, porque allí no rompíamos la tranquilidad a nadie. Con el tiempo la playa se ha ido convirtiendo en un lugar más frecuentado para las actividades más variopintas. Desde los paseantes, a los gimnastas, atletas, caballistas, pescadores, mariscadores, coleccionistas...
Entre paseos marítimos erróneos desde los 60 del siglo XX, el primero de ellos que le comió demasiado terreno a la playa en la época del Alcalde Juan Garat, hasta el problemático y escandaloso del Plan Colón 92, que despertó una de las mayores manifestaciones que se recuerdan en Sanlúcar en contra del famoso muro que impedía las vistas al horizonte de Doñana, liderada por el recordado Federico Pozo, pasamos a otros remiendos interminables y tediosos.
Parece que la Demarcación de Costas, con el Ministerio de Medio Ambiente a la cabeza lleva unos años queriendo poner orden en ese paseo marítimo sanluqueño. Ahí andan con las obras. Para ir abriendo boca, se han instalado pasarelas de madera como accesos a las playas de Sanlúcar. Según un Convenio suscrito también se incluye la recuperación del Baluarte de San Salvador (BIC) Bien de Interés Cultural, del siglo XVII, situado en la Playa de Bonanza.
Todavía quedan muchas cosas que ir solucionando y en ello tengo puesta mi esperanza, pero mucho me temo que se especulará con los terrenos de las Piletas. Pero en esta ordenación del litoral quiero depositar un cierto margen de confianza.
El siempre abandonado Baluarte de San Salvador, del siglo XVII, siendo un Bien de Interés Cultural (BIC).
Espero antes que nada que se respete íntegramente el Acantilado del Espíritu Santo y la vegetación natural que la rodea. Es testimonio vivo del bosquete que un día cubrió aquella zona hoy desaparecida bajo agresivas urbanizaciones. Pero no por pura melancolía, sino por su valor altamente científico.
Aliviadero de aguas fecales en la Playa de la Calzada. Este problema no se puede seguir solucionando cerrándolos en verano, sino haciendo una obra de la red de alcantarillado.
Espero también que se gestione definitivamente la desaparición de los aliviaderos de aguas fecales con la reparación del alcantarillado y la red de distribución de aguas.
Tampoco hay que olvidarse de la presencia del Corral de Merlín, declarado Bien de Interés Etnográfico y hoy totalmente abandonado a su suerte.
Lo que me parece vergonzoso que no haya habido ninguna declaración institucional del Ayuntamiento de Sanlúcar en torno a las consecuencias en nuestra desembocadura a los continuos dragados del rió por motivo de la ampliación del Puerto de Sevilla. Todavía no se ha escuchado nada, ni tampoco con respecto a los probables vertidos de las Minas “Las Cruces”, situada en el triángulo de las localidades sevillanas de Gerena, Guillena y Salteras. La Red de Ciudades que se ha creado para entre otras cosas solicitar a la UNESCO la declaración de Patrimonio de la Humanidad para el Guadalquivir, se merecería antes que nada la salvaguarda del caladero, de las especies que habitan el entorno ribereño, y la salud de todos. La desembocadura no puede seguir siendo una cloaca de todos los pueblos por donde transcurre el río desde Jaén.
Y todo esto se amplía con un probable Puerto de Atraque o Puerto deportivo, que en un principio no es mal sitio junto al Muelle de Bonanza.
Otra cosa distinta es la regulación y los equipamientos en época de verano en las Playas. La Demarcación de Costas también tiene contemplado recuperar las Marismas de Bonanza, dentro del Espacio Natural de Doñana. Estaremos atento a ello. El trabajo no dudo para nada que es arduo en su conjunto, pero a ver si por una vez disfrutamos de una playa para todos y en condiciones saludables.
Tampoco hay que olvidarse de la presencia del Corral de Merlín, declarado Bien de Interés Etnográfico y hoy totalmente abandonado a su suerte.
Lo que me parece vergonzoso que no haya habido ninguna declaración institucional del Ayuntamiento de Sanlúcar en torno a las consecuencias en nuestra desembocadura a los continuos dragados del rió por motivo de la ampliación del Puerto de Sevilla. Todavía no se ha escuchado nada, ni tampoco con respecto a los probables vertidos de las Minas “Las Cruces”, situada en el triángulo de las localidades sevillanas de Gerena, Guillena y Salteras. La Red de Ciudades que se ha creado para entre otras cosas solicitar a la UNESCO la declaración de Patrimonio de la Humanidad para el Guadalquivir, se merecería antes que nada la salvaguarda del caladero, de las especies que habitan el entorno ribereño, y la salud de todos. La desembocadura no puede seguir siendo una cloaca de todos los pueblos por donde transcurre el río desde Jaén.
Y todo esto se amplía con un probable Puerto de Atraque o Puerto deportivo, que en un principio no es mal sitio junto al Muelle de Bonanza.
Otra cosa distinta es la regulación y los equipamientos en época de verano en las Playas. La Demarcación de Costas también tiene contemplado recuperar las Marismas de Bonanza, dentro del Espacio Natural de Doñana. Estaremos atento a ello. El trabajo no dudo para nada que es arduo en su conjunto, pero a ver si por una vez disfrutamos de una playa para todos y en condiciones saludables.
Manuel J. Márquez Moy
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