Esta semana se pudo observar la presencia ya en nuestras latitudes del águila calzada, que normalmente regresan de sus cuarteles de invierno en África en Marzo y Abril. Paulatinamente este hecho ha ido adelantándose en el calendario, pues ya se observaban a finales de Febrero los primeros ejemplares de esta rapaz en los últimos años en su paso a Centroeuropa y a la misma Península Ibérica. Este año se pudo observar sobrevolando a gran altura un ejemplar de águila calzada. He podido confirmar incluso un hecho casi insólito de realización de las paradas nupciales con la pareja con la que se producirá la reproducción de una de las especies de águilas más pequeña de la Península Ibérica. Está precisamente muy adaptada a desenvolverse en los bosques, siendo en el caso de Sanlúcar de Barrameda, el Pinar de la Algaida su mejor refugio. Tradicionalmente han sido tres parejas de águilas calzadas las que se han venido reproduciendo durante la primavera y el verano en este monte situado en la margen izquierda de la desembocadura del Guadalquivir.
Esta rapaz se caracteriza en sus vuelos nupciales por su espectacularidad y belleza, con grandes picados y juegos en el aire, a la vez que emiten sonidos característicos como de un piar prolongado. Casi todos los años se podía presenciar esta escena repetidas veces en la zona de las Cabrerizas, en plena primavera y con cielos totalmente azules y en plena mañana.
Con respecto a la biología de este animal podemos encontrar numerosos datos en guías de campo e incluso en internet. Pero los comportamientos a veces varían de unos lugares a otros. Por ejemplo las tres parejas reproductoras de la Algaida han venido siendo de fase clara, ya que existen otros ejemplares de la misma especie con el plumaje color crema. Son aves con una gran habilidad en el vuelo, capaces de desenvolverse en espacios cortos, con cabriolas y recortes en el aire para descender aquí en esta zona normalmente en busca de conejos y lagartos ocelados, que son los que habitan estas áreas sureñas y componen la base de su alimentación. Sobrevuelan espacios cortos con una gran visión hasta que detectan la posible presa y en un picado se precipitan hacia el suelo con enorme agilidad.
El águila calzada suelo poner dos huevos, aunque normalmente es una cría la que sólo sale hacia adelante. Su apelativo de calzada, como puede observarse en la fotografía responde al denso plupaje que cubre sus patas
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La versatilidad en la alimentación y al no ser demasiado duros los últimos inviernos no van a acarrear problemas a estas rapaces, ya que la fenología (calendario biológico de las especies) se esta viendo alterado en los postreros años, por lo que los lagartos, lagartijas colilargas, colirrojas e ibéricas principalmente, ya incluso en este tiempo suelen salir a solearse hacia el mediodía, a diferencia de otros inviernos atrás donde se aletargaban.
Lo preocupante de esto es que viene a indicarnos una vez más la situación de desorientación que se reflejan en infinidad de especies animales y vegetales desde hace unos años, producto de los desajustes climatológicos. Las nidadas se llevan a cabo más pronto de lo que viene siendo lo habitual. Aquí en la Algaida, en el Parque Natural, las tres parejas de águilas calzadas anidan en tres pinos viejos situados en lugares dispares del monte. Aun así no desdeñan otear desde grandes alturas zonas marismeñas o la propia ciudad sanluqueña.
Manuel J. Márquez Moy
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