Situación de abandono de uno de los pocos contenedores de recogida selectiva de basura.
Parece que es casi una obligación hacer un análisis de los cien días de gobierno de nuestros nuevos gestores políticos del Ayuntamiento. Yo, la verdad, como que he notado en este tiempo desde aquél Pleno de Investidura que los aires han cambiado. Antes todo era más irrespirable, asfixiante y monótono. Hablando el otro día con un destacado sindicalista, me decía que con los mimbres que teníamos ahora todavía no podía dar mucho más resultado la gestión municipal: principiantes, un verano de por medio, y vacaciones. Quizás tenga algo de razón. Pero me da la sensación que seguimos un poco a salto de mata. Hoy curiosamente había Pleno Ordinario, pero para nada se me apetecía asistir y cubrir la información que podía generarse en el tratamiento de los diferentes puntos del Orden del Día. La noticia del Ayuntamiento precisamente es que no es noticia. Alguna acertada gestión en cooperación con otras Administraciones Públicas y poco más que contar.
Tristeza la situación que la gestión de cosas básicas no se hayan afrontado. La limpieza pública deja muchísimo que desear, sólo se requiere agua y desinfección en muchísimos lugares concretos. Las obras que nos llevan inundando las calles desde hace años no se les exigen que reparen asfaltos, acerados dañados con motivo de sus construcciones. Los jardines, se repite hasta la saciedad, sólo necesitarían plantas autóctonas que no requieren cuidados especiales, pudiéndose combinar especies floreadas y aromáticas incluso, y arbolado que soportan bien las calores y las restricciones hídricas, y si me apuran, los suelos pobres.
Después de decenas de campañas infructuosas de recogida de Residuos Sólidos Urbanos durante años, y recogida selectiva de basura, nada de nada. Los contenedores no se friegan ni desinfectan, los de variados colores para seleccionar la basura son tan escasos que la gente concienciada no pueden responder a sus principios ecológicos. IBERMAD, la empresa promotora de la Agenda Local 21 me sigue pareciendo más oportunista que oportuna. Mucho diagnóstico y plan de acción para una ciudad sostenible, pero ellos se lo guisan y ellos se lo comen, y el Ayuntamiento se apunta al carro y así tiene cubierta su cuota de responsabilidad ambiental. Pero sigue sin hablarse qué va a pasar con la ampliación del Puerto de Sevilla y los dragados del Guadalquivir en su desembocadura, sigue sin analizarse la situación de la Mina de Las Cruces y sus vertidos químicos a nuestra desembocadura.
Tristeza la situación que la gestión de cosas básicas no se hayan afrontado. La limpieza pública deja muchísimo que desear, sólo se requiere agua y desinfección en muchísimos lugares concretos. Las obras que nos llevan inundando las calles desde hace años no se les exigen que reparen asfaltos, acerados dañados con motivo de sus construcciones. Los jardines, se repite hasta la saciedad, sólo necesitarían plantas autóctonas que no requieren cuidados especiales, pudiéndose combinar especies floreadas y aromáticas incluso, y arbolado que soportan bien las calores y las restricciones hídricas, y si me apuran, los suelos pobres.
Después de decenas de campañas infructuosas de recogida de Residuos Sólidos Urbanos durante años, y recogida selectiva de basura, nada de nada. Los contenedores no se friegan ni desinfectan, los de variados colores para seleccionar la basura son tan escasos que la gente concienciada no pueden responder a sus principios ecológicos. IBERMAD, la empresa promotora de la Agenda Local 21 me sigue pareciendo más oportunista que oportuna. Mucho diagnóstico y plan de acción para una ciudad sostenible, pero ellos se lo guisan y ellos se lo comen, y el Ayuntamiento se apunta al carro y así tiene cubierta su cuota de responsabilidad ambiental. Pero sigue sin hablarse qué va a pasar con la ampliación del Puerto de Sevilla y los dragados del Guadalquivir en su desembocadura, sigue sin analizarse la situación de la Mina de Las Cruces y sus vertidos químicos a nuestra desembocadura.
Y la playa con sus respectivos cinco aliviaderos que merecen una atención urgente, ahí sigue. Habría que acometer de una vez las obras de la red de alcantarillado que separen las aguas pluviales de las aguas fecales, que esa es la raiz, no limitarse únicamente a cerrar y abrir las cloacas, para entendernos.
Quizás son demasiadas cosas para cien días, pero mucho me temo que se deberá reaccionar para gestionar asuntos como los citados y los de mayor calado. Sigo pensando que existe una especie de apagón informativo sobre el modelo de gestión que se va a seguir en los próximos meses.
Quizás son demasiadas cosas para cien días, pero mucho me temo que se deberá reaccionar para gestionar asuntos como los citados y los de mayor calado. Sigo pensando que existe una especie de apagón informativo sobre el modelo de gestión que se va a seguir en los próximos meses.
Manuel J. Márquez Moy
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