Ocurre que desde hace unos meses una familia amiga vive una auténtica tragedia. El padre de esa gran familia le detectaron hace unos meses una Esclerosis Lateral Amiotrófica, conocida generalmente con las siglas ELA. Las neuronas quedan incapacitadas de manera progresiva para "lanzar" los mensajes eléctricos a través de las sinapsis a la musculatura del cuerpo, que empieza a degenerarse por atrofia. Cualquier avance en el sentido de la Investigación de nuestra Salud es realmente necesaria e importante. Pero se sigue dedicanndo escaso presupuesto nacional para estos menesteres de la Ciencia. Aun así, en este caso debemos felicitar una vez más a dos científicos españoles del Instituto Ramón y Cajal, dependiente del CSIC, porque han conseguido atender a unas células que estaban como marginadas por decenios, dándose el caso que éstas, llamadas astrocitos, cumplían una función en el cerebro más importante de lo que se venía pensando. En otra ocasión hablaré de la ELA, pero creo que es importante que se resalte las investigaciones realizadas por estos dos científicos y su equipo. Esto supondrá un avance en nuevos estudios neurobiológicos y por lo tanto, una nueva puerta para descifrar patologías que tienen su origen en el desconocimiento que tenemos aún en el funcionamiento del cerebro.
Un cambio en la visión del cerebro
Un estudio español demuestra que no sólo las neuronas intervienen en la información
Los astrocitos, otro tipo de células, cumplen un papel en la memoria y el aprendizaje
El concepto ampliamente aceptado de que las neuronas son las principales responsables de la transmisión y el almacenamiento de la información cerebral ha caducado. Según un estudio español, publicado en 'Science', otras células nerviosas, los astrocitos, participan activamente en la transmisión de información en las conexiones neuronales y en sus modificaciones a largo plazo, base de la memoria y el aprendizaje.
Desde el siglo XIX se venía asumiendo que las neuronas, un tipo de células del sistema nervioso, eran las principales protagonistas en los mecanismos cerebrales implicados en la elaboración y transmisión de información, un proceso denominado sinapsis. Aunque se conocía la existencia de otro tipo de células, los astrocitos, se creía que sólo participaban a nivel estructural, como soporte del entorno de las neuronas.
Gracias al trabajo de dos investigadores del Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Madrid, Alfonso Araque y Gertrudis Perea, la visión que se tenía del cerebro cambiará. La investigación, llevada a cabo íntegramente en este centro, ofrece datos para esa transformación.
"Hasta hace pocos años, cuando se quería entender cómo funcionaba el cerebro sólo se necesitaba estudiar las neuronas. Ahora hay que considerar cómo actúan los astrocitos y cómo trabajan en relación con las neuronas", explica Alfonso Araque. Este fisiólogo e investigador insiste en que el trabajo muestra que los astrocitos "son parte activa del 'motor' [funcionamiento del cerebro] ya que modulan la información".
Una técnica nueva
Estos resultados se han obtenido aplicando una técnica nueva denominada 'Calcium uncaging' que consiste en activar selectivamente los astrocitos. A partir de muestras del cerebro de ratas, llenaron con un microlectrodo un astrocito de una sustancia que al ser expuesta a la luz ultravioleta provoca un aumento de calcio en la célula.
El incremento de calcio genera la producción de glutamato, que regula la transmisión en las sinapsis (sitio de contacto entre neuronas). Esta recreación en el laboratorio representaría lo que ocurre habitualmente en el cerebro.
Los investigadores observaron que cuando los astrocitos están activos generan esa 'señal' química y la sinapsis es más eficaz a la hora de transferir información.
Otro hecho que comprobaron en su investigación fue que cuando se hace coincidir la activación del astrocito con la de la neurona, el aumento de la eficacia sináptica es persistente, es decir, que se produce un aprendizaje a nivel celular. "Esto nos indica que el astrocito genera cambios plásticos en esa neurona, lo que representa un nuevo mecanismo celular implicado en el proceso de memoria y aprendizaje", explica Alfonso Araque.
"Las neuronas transmiten la información a muy alta velocidad, y los astrocitos tienen un papel más lento pero no menos importante: modulan el volumen del sistema. Si la conexión entre neuronas fuera fija, el sistema podría hacer pocas cosas. Con los astrocitos, el cerebro puede hacer muchas más, tiene más grado de libertad", concluye Araque.
Otro hecho que comprobaron en su investigación fue que cuando se hace coincidir la activación del astrocito con la de la neurona, el aumento de la eficacia sináptica es persistente, es decir, que se produce un aprendizaje a nivel celular. "Esto nos indica que el astrocito genera cambios plásticos en esa neurona, lo que representa un nuevo mecanismo celular implicado en el proceso de memoria y aprendizaje", explica Alfonso Araque.
"Las neuronas transmiten la información a muy alta velocidad, y los astrocitos tienen un papel más lento pero no menos importante: modulan el volumen del sistema. Si la conexión entre neuronas fuera fija, el sistema podría hacer pocas cosas. Con los astrocitos, el cerebro puede hacer muchas más, tiene más grado de libertad", concluye Araque.
Información de Ángeles López
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