ENTRE ÁRBOLES Y ALGAIDAS EN LA CIUDAD

Desde 1989 tendría que estar hecho el catálogo de todas las especies y ejemplares de árboles protegidos en todo el término municipal de Sanlúcar de Barrameda

Siempre pensé que los jardines y ciertos árboles que plantamos hoy en las ciudades, se debe a que el ser humano realmente no soporta verse alejado tanto tiempo de sus paisajes silvestres, de sus orígenes, por lo que se rodeó de trozos y espacios donde plantar un poco de floresta entre tanto cemento gris. A lo largo del tiempo dse han venido utilizando todo tipo de especies, principalmente en la antigüedad, árboles autóctonos hasta que se fueron naturalizando especies ornamentales. Incluso las macetas tienen unos orígenes curiosos, aunque la cuestión está en tener un poco de contacto con zonas verdes.

Sanlúcar de Barrameda se ha caracterizado hasta hace unas décadas por atrapar entre la ciudad a espacios de un alto valor ecológico y científico: Pinares de Bonanza, Alto de las Cuevas, Huerta Iraola, Puntal del Espíritu Santo, sin saber integrarlas en el paisaje urbano. Zonas periurbanas de antiquísimas algaidas que han ido sobreviviendo al desarrollismo, auque no sabemos por cuanto tiempo. Aparte de estas zonas atrapadas en la ciudad, insistimos, de un alto valor ecológico, se han ido creando arboledas, -pocas- y jardines emblemáticos histórico-artísticos, caso de los del Palacio de los Duques de Medina Sidonia y del Palacio de Orleáns y Borbón, las Piletas, además de algunos palacetes o casas señoriales. Y después tenemos los que se han ido plantando en estas últimas décadas. Jardines y árboles con poca planificación y conocimiento.

Como ejemplo más claro pongo los álamos blancos que había en las aceras del Cerro Falón, donde a una vecina le salieron las raíces de uno de estos ejemplares por el water. Nadie pensó nunca en los perjuicios que traen el plantar ciertas especies en lugares con características muy poco favorables. Repetimos una y otra vez que antes de plantar una especie de árbol, por muy ornamental y estético que sea, hay que ver el terreno, la humedad, la orientación del sol y si puede ser, yo incluso lo obligaría por ley, que fueran autóctonos. Hay muchas especies autóctonas que son muy ornamentales. Además, están mejor adaptadas al suelo, se defienden mejor ante posibles plagas y enfermedades y necesitan poco agua, pensando en tiempos de sequías.

Imagen de los Pinares de Bonanza

Y para finalizar viene la parte de qué se puede talar y qué no. Hay un catálogo Nacional y Regional de Especies de Flora protegidas. En estos casos está estrictamente prohibido tocar estas especies, salvo excepciones que se tienen que tramitar y justificar debidamente ante la Administración competente. Por otro lado tenemos las especies que no están protegidas en estos catálogos, pero forman parte del patrimonio municipal, caso en Sanlúcar de las araucarias y ejemplares de árboles centenarios, como el eucalipto que había junto al Castillo de Santiago . Por último tenemos pendiente, según las Ordenanzas Municipales de Medio Ambiente, la cofección de un catálogo de todas las especies y árboles de todo el término municipal que deben protegerse. Este catálogo está pendiente de realizarse desde 1.989, algo totalmente increíble.

Lo que el PP ha denunciado con muy buena voluntad son talas de Brachitos (Brachychito sp.), no siendo especies de interés ecológico y que deberían ser sustituídos por especies más acordes con el medio en el que están plantados. Hubo un tiemplo en que proliferaron estos Brachitos por toda Sanlúcar, posiblemente por ser más baratos y de crecimiento rápido. De cualquier modo se está esperando como agua de mayo ese catálogo que garantice la protección de las especies arbóreas de Sanlúcar, garantizar que no se toque la Barranca del Alto de las Cuevas, los Pinares de Bonanza, los de la Huerta Iraola y cualquier arbolado. Otra cosa son los parques naturales, como La Algaida y las Marismas de Bonanza, pertenecientes al Espacio Natural de Doñana.

Manuel J. Márquez Moy