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Bancos de niebla según su autor
“Con Bancos de niebla cierro una especia de trilogía sobre la creación literaria, en la que los tres protagonistas son escritores que, de un modo u otro, escriben la novela que el lector ti ene en ese momento en sus manos. También se podría decir que es una trilogía “descendente” en el senti do más literal del término, ya que si en La vida en espiral la textura de novela negra facilitaba una acción trepidante y más compleja, en Tren de cercanías todo se ralentizaba mucho más adoptando los moldes de la novela románti- ca, y finalmente, en Bancos de niebla he tratado de llegar a la depuración máxima, casi a un poema en prosa
donde la acción es casi inexistente y avanza gracias a la evocación y a la nostalgia.Bancos de niebla se puede leer como un homenaje a la infancia, casi como una versión más bien oscura de Peter Pan. Mario es el niño que no quiere crecer, que se siente diferente y tiene dificultades para entablar relaciones. Todos se aprovechan de su debilidad para hacerle daño. No asume su entrada en la edad adulta y decide renunciar a todo.
En Mario confluyen recuerdos personales y autobiográficos, pero también rasgos que le emparentan con las víctimas del acoso escolar, hoy tan desgraciadamente de actualidad. El narrador, su amigo de la infancia, trata de reconstruir su imagen apelando a su memoria y a unas grabaciones que le descubren detalles insospechados. La voz de Mario, siempre tímida y balbuciente, se va alternando así con la de su “biógrafo” hasta que casi llegan a confundirse.”
Juan Carlos Palma
“Dedos temblorosos como los de un anciano, la garganta seca como el
explorador que agota sus últimas fuerzas antes de caer rendido sobre la arena,
pero lo peor es no saber por dónde empezar, cómo entrar en la vida de alguien
que nunca tuvo puertas ni ventanas para mirar a hurtadillas en su interior. (…)”
Primeras líneas de Bancos de niebla
El autor
Juan Carlos Palma (Sanlúcar de Barrameda, 1972), licenciado en Ciencias de la Información, es autor de dos novelas anteriores, La vida en espiral (2001, IV Premio de Novela Negra Rodrigo Rubio) y Tren de cercanías (2005, Accésit X Premio de Novela Corta Universidad de Sevilla). Ha publicado también Sopa de cine (2000) y editado los cuentos de José Luis Acquaroni con el título de Liturgias del fracaso (2002). En 1999 recibió el Premio Asecan a la mejor Labor Informativa en Prensa por el suplemento cultural Mosaico que coordinó junto a su hermano Félix J. Palma. Ha colaborado en revistas como Mercurio, Clarín, Lateral, Leer, Turia o Renacimiento.
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