Con Ginés Sáez Hernández, que fue Práctico de la Barra del Guadalquivir durante 30 años y que tanto me enseñó a conocer y respetar la desembocadura. Aquí, los dos ante un famoso mapa del Geomorfólogo francés Loic Menantau.
Hay un tímido empuje político, más que social, por realizar proyectos para el Guadalquivir. Lo más significativo y nada desdeñable, la lucha para conseguir el distintivo de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO para el río. Desde el año 2.004 en que se declaran como zonas de Reservas de Pesca diferentes lugares de la desembocadura por la Consejería de Agricultura y Pesca se nota una sana intención por parte de la Administración Pública de preservar muy especialmente la zona de cría y engorde, el caladero, de toda esta área. (Pulsando en cada subrayado conduce a un reportaje sobre el asunto que se cita)
Pero para no hacer tan espeso este reportaje, ya que habría que tratar muchas cosas ahora que se va a crear por enésima vez un organismo supramunicipal del Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda con la Costa Noroeste para velar por los intereses del río voy a citar las problemáticas que hay que abordar para que el Guadalquivir sea un recurso natural sostenible, ya que le han cogido gusto a la palabra-no sé si al concepto-la clase política:
- Cuando ocurrió el Desastre de Aznalcóllar, se hicieron informes por parte de Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y en base a ellos se creó la Oficina del Corredor Verde del Guadiamar por la Junta de Andalucía y el Plan Doñana 2.005 por la Administración Central. Éste último, este año no se había finalizado aún, pero se cerró en falso sin mayores explicaciones. Hay que exigir esas explicaciones y el resultado de los estudios y trabajos.
Pero para no hacer tan espeso este reportaje, ya que habría que tratar muchas cosas ahora que se va a crear por enésima vez un organismo supramunicipal del Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda con la Costa Noroeste para velar por los intereses del río voy a citar las problemáticas que hay que abordar para que el Guadalquivir sea un recurso natural sostenible, ya que le han cogido gusto a la palabra-no sé si al concepto-la clase política:
- Cuando ocurrió el Desastre de Aznalcóllar, se hicieron informes por parte de Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y en base a ellos se creó la Oficina del Corredor Verde del Guadiamar por la Junta de Andalucía y el Plan Doñana 2.005 por la Administración Central. Éste último, este año no se había finalizado aún, pero se cerró en falso sin mayores explicaciones. Hay que exigir esas explicaciones y el resultado de los estudios y trabajos.
- .La ampliación del Puerto de Sevilla y la construcción de una Esclusa va a conllevar 20 años consecutivos de dragados del Guadalquivir con graves riesgos para el equilibrio ecológico de la desembocadura especialmente.
- La construcción de la Mina del Cobre “Las Cruces” en el punto de la Algaba con vertidos contaminantes de metales pesados y productos químicos altamente tóxicos y peligrosos al río requiere más que una explicación.
- Todos los vertidos provenientes de río arriba por muy diferentes municipios de residuos industriales y agrícolas hay que atajarlos de una vez por todas.
- Hay que exigir como marca la Ley que no se pueden construir más embalses y presas en la cuenca del Guadalquivir, pues ya supera en número lo establecido, alcanzando casi 60, una cifra brutal que convierte al Guadalquivir más que en un río, en un canal de desagüe.
- Aunque ya lo va a presentar como moción ante el Parlamento Andaluz IU, exigir un Plan de Emergencia específico para posibles accidentes, como los que podrían haber ocurrido este verano en dos ocasiones con CEPSA y el buque mercante encallado en la barra del Guadalquivir.
- Aunque lo propuse hace años y se estudió a partir del año 2.005, reemprender las posibilidades de crear las Denominaciones de Origen para los langostinos de Sanlúcar e incluso el pescado fresco.
- No olvidar que desde este año toda la desembocadura del Guadalquivir está protegida por la Consejería de Cultura como Zona de Servidumbre Arqueológica, para evitar el expolio o la destrucción de todos los yacimientos arqueológicos subacuáticos que existen en esta zona.
- Acabar con los aliviaderos o cloacas que vierten aguas residuales a las playas de Sanlúcar de Barrameda y revisar de una vez por todas qué se piensa hacer con la depuradora, que no cumple la normativa europea.
- Reforzar la protección del Acantilado del Espíritu Santo, protegido desde 1.986 en el Plan del Medio Físico de Cádiz.
- Reforzar la Protección del Corral de Merlín en la Playa de la Media Legua (de la Jara), catalogado como Bien de Interés Etnográfico por la Junta de Andalucía.
- Reforzar la protección del Baluarte de San Salvador en la Playa de Bonanza, declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía.
Existen muchos más puntos. Pero creo que para empezar hay bastante trabajo. El río está sometido en su desembocadura a un estrés ambiental insostenible por más tiempo. Así que está muy bien la creación de Organismos como la Red de Ciudades del Guadalquivir o el Grupo de Desarrollo Pesquero, pero sería una gravísima irresponsabilidad por parte del Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda no seguir atendiendo estas agresiones sobre la Desembocadura.
Desembocadura del Guadalquivir, un Estuario aprisionado (Ver en YouTube)
Manuel J. Márquez Moy