jueves, noviembre 16, 2006

MANOLO SANLÚCAR, UN GENIO PEGADO A UNA GUITARRA por Manuel J. Márquez Moy








Manolo Sanlúcar no deja de reivindicar en este libro el lugar que se merece el Flamenco como disciplina musical, fuera de la magia y los duendes que a su parecer tanto le han perjudicado

Portada del libro escrito por Manolo Sanlúcar (a la izda).


Ahí anda Manolo, escribiendo sus memorias, lentamente, introduciéndose en los recovecos de sus emociones, de su historia personal y profesional. Ahí anda peleándose con las nuevas tecnologías de los ordenadores, que tan bien manejaba su hijo Nano, que le ha dejado huérfano, como escribe Manolo en la dedicatoria del libro que a finales del pasado año salió a la calle. Ahí anda Manolo dando conciertos, componiendo, investigando, cayéndosele el alma y volviéndosela a levantar, porque es humano, aunque a veces dá la sensación que está ausente porque su mente trabaja en otros planos distintos a la anodina cotidianeidad que muchas veces nos embarga.
Él ha nacido para crear, y pocos tienen la autoridad moral para hablar de Flamenco.


Manolo Sanlúcar ha escrito un libro cuidando el más mínimo detalle. Se lo ha prologado su amigo Luis de Pablo, compositor y músico vinculado a otros estilos, pero conocedor de la genialidad de este artista de la guitarra. "Ahora necesitaba más instrumentos para expresar su música", me comentó hace más de diez años y se puso a bregar con ello, creando obras para orquesta, como su reconocida "Aljibe", por poner un ejemplo de tantas. O "La Gallarda", estrenada en la Expo de Sevilla. Ahora ha estado en Perpiñán, en la XIII Edición del Otoño Musical Soriano, ha adaptado la suite "Iberia" de Albéniz para la película que ha sido estrenada en el Festival de Cine de Toronto, dirigida por su -también amigo- Carlos Saura. Y el pasado año en Septiembre se llevó una calurosa ovación en el Maestranza de Sevilla por su obra original "11-M" como homenaje a las víctimas del terrorismo.


Pero volvamos al libro. "SOBRE LA GUITARRA FLAMENCA: Teoría y Sistema para la guitarra flamenca", editado con motivo del 25 Aniversario del Festival de la Guitarra de Córdoba, donde lleva dando clases todos los veranos a cientos de alumnos procedentes de todos los países del mundo. Manolo expone en este libro con una gran clarividencia el momento actual que vive el Flamenco, y el poco respeto que se viene teniendo a esta cultura docta, como él mismo la define.


"Existe la creencia, más o menos extendida, de que el Flamenco es una cultura informal, fruto de la improvisación y el divertimento, asociada a la fiesta y a la juerga. Teniendo que admitir que más de una botella se ha descorchado escuchándose cantar flamenco, no deberían ser éstas las credenciales de nuestra cultura, sino el vasto contenido artístico que la sostiene. Pero para que así fuese - continúa Manolo Sanlúcar- tendrían que ocurrir al menos dos cosas: Por un lado, que muchos de los componentes, responsables y aficionados de nuestro mundillo flamenco fueran despojándose de la idea de que pertenecen a una cultura mágica y misteriosa, y por otro, que los ajenos, como punto de partida, se dispusieran a respetar nuestra cultura y a juzgarla solamente por sus contenidos artísticos. Claro que, para ello, no sólo se precisa buena voluntad, sino también conocimiento".




En definitiva, Manolo Sanlúcar sigue desgranando a lo largo del libro las razones por las que lucha para que el Flamenco no sólo sea un argumento antropológico, sino que se fundamenta en una densa base musical ignorada incluso por los propios intérpretes. Por ello él mantiene que la guitarra flamenca y su estudio tiene una entidad propia, pero que se ha venido desvirtuando por dejadez , desidia o intereses institucionales erróneos. La cadencia andaluza, y otras cuestiones más especializadas constituyen una obra que no tiene desperdicio para los estudiosos del Flamenco y para los amantes de la cultura.

Manolo no puede estar quieto, lo mismo se maravilla con los cuadros impresionantes que tiene de Romero Ressendi, que terminando de perfilar la edición de otras de sus obras magnas que no estaban editadas en CD y que ha salido a la venta recientemente "Medea". Allí en el Pedroso, en las estribaciones de la Sierra Norte de Sevilla busca la tranquilidad que le dá el campo. Ahora anda bregando con un libro que dejó inconcluso antes de la muerte de su padre. "Dos almas gemelas" parece ser que lo va a titular. Título acertado porque él siempre se miró en el espejo de su padre, de Isidro Muñoz.


Por su mente corren las ideas a borbotones y tanto mundanal ruido le despista de sus refugios creativos, siempre acompañado de quien mejor le entiende, su mujer.

Manuel J. Márquez Moy , Director de la "Aventura Humana"


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