Soy un admirador del Paleontólogo, Biólogo y Divulgador neoyorquino Stephen Jay Gould, que curiosamente solía ponerle títulos curiosos a sus libros de divulgación. Esto de los lodos empieza ya a parecerse a la sátira ecológica “La cena”, que se estrena estos días en Sevilla por Els Joglars. Pues sí, hemos convertido, o han convertido en una sátira ecológica el problema de los lodos del Estuario del Guadalquivir. Me parece muy poco serio que Hermelindo Castro, un científico metido a político venga a explicarnos con un lenguaje esperpéntico que lo del Guadalquivir es casi una exclusiva mundial. Claro, de ahí que hayan tardado tanto tiempo en darnos más acertijos. Vaya por delante mi respeto a los científicos que se han tomado muy en serio todo esto. Hermelindo no puede venirnos en pleno mes de Mayo a contarnos que hay un centenar de científicos estudiando el fenómeno de los lodos. No, señor Hermelindo. Esos cien científicos vienen estudiando desde el pasado año otras cuestiones relativas al río en relación a la Autoridad Portuaria de Sevilla, del que usted es Director del Comité Científico.
Ese comité científico se creó para antes de empezar con los dragados desde Sevilla hasta la Piedra de Salmedina, observar y estudiar previamente la situación del Guadalquivir. Y de camino, de tanto insistir se han tenido que ocupar de los lodos que en un proceso de embolsamiento se encuentran desde noviembre en nuestra desembocadura.
Además usted Hermelindo, dirige también el Programa Doñana 2.005, que curiosamente está paralizado porque no ha llegado el dinero que falta. Para los neófitos, esto de “Doñana 2.005”, es otro trabajo de un nutrido grupo de científicos que desde pocos años después del desastre de Aznalcóllar están haciendo un seguimiento de las afecciones al Parque Nacional de Doñana.
Pero como lo que ustedes han presentado no va a ser definitivo tristemente, tendremos lodos para largo, quiera o no quiera la Alcaldesa de Sanlúcar de Barrameda. En los meses que ustedes no han descubierto las razones de un “fenómeno natural” del Guadalquivir, a otros científicos le han dado tiempo de descifrar el genoma del ornitorrinco. Curioso hecho. Quizás tengamos suerte y con los 50 hectómetros cúbicos que estaban embalsados destinados a los arrozales que van a desembalsar se vayan los lodos hacia mar abierto.
Hace poco tiempo se advirtió con serios informes a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que la construcción de tantos embalses en la cuenca iban a traer problemas al río. Llevan casi 60 embalses construidos. Evidentemente si estamos en periodos de sequías la poca agua no corre río abajo, sino que se queda embalsada. ¿Cómo piensan solucionar ese asunto?. ¿Desembalsando como indica el Plan Hidrológico del Guadalquivir cada Primavera?.
¿Y si las sequías se hacen más frecuentes?. Aquí ha habido una irresponsabilidad tremenda con respecto a la Gestión del Guadalquivir. Evidentemente Hermelindo Castro no es el único responsable. Vamos a ver cómo van a ir evolucionando las zonas de cría y engorde, el caladero, protegido como Reserva de Pesca por la Junta de Andalucía.
Mientras tanto, ¿a qué se ha dedicado Irene García?. ¿A anteponer los intereses de nuestra ciudad, o a preocuparse de su carrera política?. Tendrá que explicarnos muy clarito todo esto. ¿Porque no se atreverá a atribuir lo de los lodos al cambio climático? Ya es lo que nos faltaría.
Ese comité científico se creó para antes de empezar con los dragados desde Sevilla hasta la Piedra de Salmedina, observar y estudiar previamente la situación del Guadalquivir. Y de camino, de tanto insistir se han tenido que ocupar de los lodos que en un proceso de embolsamiento se encuentran desde noviembre en nuestra desembocadura.
Además usted Hermelindo, dirige también el Programa Doñana 2.005, que curiosamente está paralizado porque no ha llegado el dinero que falta. Para los neófitos, esto de “Doñana 2.005”, es otro trabajo de un nutrido grupo de científicos que desde pocos años después del desastre de Aznalcóllar están haciendo un seguimiento de las afecciones al Parque Nacional de Doñana.
Pero como lo que ustedes han presentado no va a ser definitivo tristemente, tendremos lodos para largo, quiera o no quiera la Alcaldesa de Sanlúcar de Barrameda. En los meses que ustedes no han descubierto las razones de un “fenómeno natural” del Guadalquivir, a otros científicos le han dado tiempo de descifrar el genoma del ornitorrinco. Curioso hecho. Quizás tengamos suerte y con los 50 hectómetros cúbicos que estaban embalsados destinados a los arrozales que van a desembalsar se vayan los lodos hacia mar abierto.
Hace poco tiempo se advirtió con serios informes a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que la construcción de tantos embalses en la cuenca iban a traer problemas al río. Llevan casi 60 embalses construidos. Evidentemente si estamos en periodos de sequías la poca agua no corre río abajo, sino que se queda embalsada. ¿Cómo piensan solucionar ese asunto?. ¿Desembalsando como indica el Plan Hidrológico del Guadalquivir cada Primavera?.
¿Y si las sequías se hacen más frecuentes?. Aquí ha habido una irresponsabilidad tremenda con respecto a la Gestión del Guadalquivir. Evidentemente Hermelindo Castro no es el único responsable. Vamos a ver cómo van a ir evolucionando las zonas de cría y engorde, el caladero, protegido como Reserva de Pesca por la Junta de Andalucía.
Mientras tanto, ¿a qué se ha dedicado Irene García?. ¿A anteponer los intereses de nuestra ciudad, o a preocuparse de su carrera política?. Tendrá que explicarnos muy clarito todo esto. ¿Porque no se atreverá a atribuir lo de los lodos al cambio climático? Ya es lo que nos faltaría.
Manuel J. Márquez Moy
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