miércoles, marzo 25, 2009

TODA UNA VIDA

















Cercis siliquastrum es el nombre que utilizamos para reconocerlo científicamente, ya que en español se puede confundir por los distintos nombres que recibe, aunque el más extendido es Árbol del Amor. Pero el Árbol del Amor es un nombre genérico para todos los ejemplares de la especie que ha terminado por naturalizarse, es decir, adaptarse y reproducirse por sí solo en toda la región de Clima Mediterráneo, como es nuestro caso, siempre que las condiciones sean las adecuadas.

Pero decía que es el nombre de la especie, porque yo realmente me quiero referir al Árbol del Amor de la Plazoleta de Santa Ángela de la Cruz de Sanlúcar de Barrameda. Es difícil que haya pasado desapercibido en todos estos años para el ciudadano, bien si no ha sido por algún chocazo de mal gusto con su retorcido tronco, o espero que la mayoría lo identifiquen por el trabajo que ha hecho durante sus casi 40 años de vida. Lo conozco desde niño, embelleciendo año tras año la primavera de la plazoleta cercana con el que fue mi colegio: La Salle de San Francisco.

Siempre, en estos últimos años he temido por él, porque lo talaran, ya que todavía no se ha realizado un Catálogo de ejemplares y especies que hay que proteger en el término municipal de Sanlúcar. No es raro que su tronco rugoso, oscuro, casi negruzco se retuerza con el paso de los años. Lo que pasa que ha acelerado ése proceso el alcorque tan estrecho que le dejaron, una de las podas que le efectuaron, que le hizo enfermar y debilitarse. Pero ahí anda desde que yo era un niño.

Ahora sí temo más por él con eso del levantamiento de las calles. Sus hojas acorazonadas le dan el nombre en español y tiene un color rosado las flores increíblemente atractivas..

Lo que más me preocupa es que no echamos mucha cuenta de nuestros árboles en la ciudad. No se estudia y planifica bien los árboles que son más adecuados en cada sitio, y lo más grave, el desconocimiento generalizado entre las nuevas generaciones de la fauna y especies arbóreas urbanas-y no hablemos ya de las silvestres-. Espero poder seguir viendo este árbol de la Plazoleta durante mucho tiempo, a pesar de su vejez. No duden nunca que cuanto más árboles se planten en nuestra ciudad y el término municipal más agradable se hace la vida para los habitantes.










Manuel J. Márquez Moy

No hay comentarios:

Publicar un comentario