ISRAEL MANTIENE LA CENSURA SOBRE GAZA E IMPIDE LA ENTRADA DE PERIODISTAS EXTRANJEROS

Continúa la ofensiva de Israel sin ninguna tregua contra los resquicios de tierras donde se concentran los palestinos, liderados por el grupo terrorista Hamás en el gobierno, pero donde conviven con ciudadanos árabes que nada tienen que ver con este moviento y que también están sufriendo los ataques de los israelíes.

Israel mantiene la censura sobre las consecuencias de los bombardeos en Gaza y las autoridades militares siguen impidiendo la entrada a la Franja de Gaza a los periodistas extranjeros, pese a una orden en sentido contrario emitida el jueves 1 de enero por la Corte Suprema.La Asociación de Prensa Extranjera (FPA) en Israel se dirigió en diciembre a la Corte Suprema para que ordenara a las autoridades militares que permitan el ingreso a Gaza de los periodistas extranjeros, después de un cierre de los pasos casi total en las últimas semanas, y la Corte ordenó que se autorizara al menos a ocho periodistas.
Para los periodistas israelíes se mantiene la prohibición absoluta de entrar en la Franja de Gaza, por temor a que sean raptados.
Uno de los viceprimeros ministros israelíes, Eli Ishai, de Comercio e Industria, apoya la prohibición para que los periodistas entren en Gaza porque "no podemos permitir a la prensa internacional que sirva de oficina para las relaciones públicas de los terroristas de Hamas".
"Los periodistas que insisten tanto en entrar en Gaza deberían ir mejor a ver los niños de Sderot, Ashkelon y de toda la periferia de la franja, y tener vergüenza", había declarado a su vez el pasado 31 de diciembre el director de la Oficina Gubernamental de Prensa, Daniel Seaman, encargado de las acreditaciones para los periodistas que trabajan en Israel.
Seaman se refería a las localidades hebreas en las que impactan los cohetes palestinos disparados desde la franja.
Desde el inicio de la ofensiva israelí contra el territorio palestino, los puntos de paso entre ambos territorios están abiertos únicamente para el envío de ayuda humanitaria internacional.

P-ES./Manuel J. Márquez Moy