jueves, enero 29, 2009

BRUSELAS CUESTIONA EL "PLAN-E" DE ZAPATERO Y ADVIERTE QUE ESPAÑA DEBE MEJORAR SU COMPETITIVIDAD Y NIVEL Y CALIDAD EN EDUCACIÓN


Imágenes del Foro Económico Mundial de Davos
La UE tampoco está para dar demasiados golpes de autoridad, pero entre tantos órganos dependientes de la Eurozona, Bruselas tiene que hacer su tarea para que no siga debilitándose aún más la frágil situación financiera. Por otro lado la Conferencia de Davos en Suiza, donde se deciden por medio de los grandes gurús económicos y grandes expertos internacionales la orientación que deberían de seguir los diferentes Estados para que la situación ruinosa sea más llevadera, ya han apuntado la probabilidad de expulsar a España de la Eurozona. Además se habla por parte de la UE de los grandes cambios estructurales, aumentar la competitividad, no sólo a nivel de Estado, sino que se incentive desde las Comunidades Autonómicas e incluso los Ayuntamientos los sectores productivos, innovando y explorando nuevas posibilidades en diferentes campos de la economía. Lo que no se puede es no crear nuevos tejidos empresariales o realizar cursos de formación sin pensar en el contexto social actual del mercado. Innovar y explorar todas las posibilidades en los diferentes sectores sociales que compitan con el exterior de España y no quedarnos anclados esperando que las soluciones lleguen de otras Administraciones, lo que dá un sentido de orfandad o excesiva dependencia, como ocurre en Sanlúcar de Barrameda.



España está oficialmente en recesión y la Comisión Europea no parece dispuesta a quedarse de brazos cruzados. Bruselas publicó ayer los cambios económicos que, a su juicio, el Gobierno español debe introducir en su Programa Nacional de Reformas. La receta anticrisis de Bruselas pasa por “continuar con las reformas estructurales, corregir el enorme déficit por cuenta corriente y facilitar la reestructuración del sector de la vivienda”.



Más dura es la UE en relación al mercado laboral. Después del plan de Zapatero de 8.000 millones para rescatar a los ayuntamientos y dar trabajo a, según sus cálculos, 400.000 personas, la Comisión Europea reclama a España más medidas para facilitar la recolocación de los parados. Y es que la UE estima que el paro alcanzará el 19% de la población activa en 2010. Estas recomendaciones, que se enmarcan dentro de la llamada Estrategia de Lisboa, pensada para hacer de la economía europea una de las más competitivas del mundo, deberían haberse publicado en diciembre.


Pero Bruselas prefirió retrasar su publicación para no entorpecer los planes de relanzamiento que preparaban los Estados para hacer frente a la crisis económica. La Comisión Europea insiste en que el ciclo recesivo español requiere respuestas importantes. En concreto, todo debe estar orientado a “mejorar la competitividad de la economía”, anclada en niveles muy por debajo de la media europea, gracias a “un esfuerzo sostenido en la innovación, el reforzamiento de la competencia en los servicios sobre todo, la mejora de la regulación del mercado de alquiler y lograr un salto de calidad en los planes de formación a lo largo de la vida y en el sector de la educación”.


Asimismo, Bruselas pide que “la evolución de los salarios esté vinculada más estrechamente a la productividad, dentro del diálogo social”. Se recomienda a España que materialice medidas concretas que favorezcan la búsqueda de empleo, gracias al apoyo a la movilidad, la mejora en la formación y la ruptura de la segmentación del mercado laboral. Bruselas estima que hay que reducir las diferencias entre contratos temporales y fijos, aumentando los derechos de los primeros y flexibilizando los segundos. España ha mejorado en este aspecto pero debe proseguir su marcha, a ser posible mediante el acuerdo de los interlocutores sociales.



Por otro lado, recomienda enfáticamente que se apliquen las medidas necesarias para reformar la educación, también a nivel regional, con el objetivo de reducir el elevado porcentaje de abandono escolar entre los jóvenes y mejorar los resultados de la educación secundaria. Para mejorar la competitividad pide incrementar la competencia en los servicios y continuar con las medidas necesarias para eliminar el bajo coste de la electricidad, es decir, pide un “aumento los precios de la electricidad y suprimir las tarifas reguladas”. La Comisión Europea es consciente que en este momento, con la crisis que sufren los ciudadanos, no es la situación ideal para aumentar los costes de la energía, pero insiste en que este problema debe resolverse a medio plazo. La institución que preside Durao Barroso recuerda que Bruselas abrió a principios de 2007 una investigación donde ya advirtió a España de que si se concluye que las tarifas reguladas constituyen una ayuda de Estado ilegal podrá exigir su recuperación.


El dedo en la llaga: el déficit público


La hipotética recuperación económica de España, que el Gobierno espera para 2010, contradice los últimos pronósticos lanzados por la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional. El Ejecutivo confía prácticamente a ciegas en que el denominado Plan E de estímulo de la economía sacará a España del ciclo recesivo adverso. Sin embargo, ni el fondo de 8.000 millones de euros para impulsar las obras públicas desde los ayuntamientos no los tímidos avances del diálogo social han captado la atención de Bruselas. Más aún, en las próximas semanas, posiblemente en la segunda quincena de marzo, la Comisión Europea abrirá un procedimiento por déficit excesivo contra España por haber superado en 2008 el umbral del 3% de déficit público y porque las previsiones indican que, a raíz de los últimos gastos anunciados por el presidente, el déficit seguirá creciendo durante 2009.


Información por gentileza de Expansión/Manuel J. Márquez Moy

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