En estos días se publican en varios medios de comunicación los estudios nada nuevos que el Profesor Mattew Webster está llevando a cabo dentro de lo que podríamos llamar genética molecular.
Lo que el Profesor de Genética expone en su teoría con respecto a otros efectos que actúan, que no siempre responden a la necesidad adaptativa, ya fue comprobada también por Darwin, aunque Mattew Webster viene a significar en sus estudios según se puede entresacar de su investigación es que los genes por sí solos son capaces de evolucionar sin responder siempre a estímulos de selección natural. Lo que no explica suficientemente el Profesor Webster es que muy probablemente responden estos cambios en genes a estímulos del propio organismo que evidentemente puede convertir a ciertos genes en dañinos y transmitir ese daño a las nuevas generaciones a nivel genético siguiendo el curso de la evolución por derroteros desconocidos, lo que yo denominaría deriva evolutiva y que creo que ya éste término se ha utilizado por científicos en épocas pasadas. Hasta el momento eso es lo que en resumidas cuentas ha querido decir Mattew Webster. Es un campo de exploración interesante, pero muy similar a lo expuesto por el Profesor Richard Dawking en su popular libro "El gen egoísta".
¿Por qué algunos de nuestros genes evolucionaron rápido? Está ampliamente extendida la creencia de que la selección natural darwiniana es la responsable, pero una investigación realizada por la Universidad de Uppsala (Suecia) sugiere que un proceso neutral separado (no adaptativo) ha contribuido enormemente a la evolución humana. Sus resultados han sido publicados en 'PLoS Biology'.
Los investigadores identificaron los genes humanos que evolucionan rápido comparando nuestro genoma con el de otros primates. Sin embargo, sorprendentemente, los patrones de evolución molecular en muchos de los genes que hallaron no contenían señales de selección natural.
En cambio, sus evidencias sugieren que un proceso independiente llamado conversión génica sesgada (BGC, por las siglas de biased gene conversion) aceleró el ritmo de evolución en ciertos genes. Este proceso aumenta el índice en el que algunas mutaciones se expanden entre una población, al margen de si son beneficiosas o dañinas.
"La investigación no sólo mejora la comprensión de la evolución humana, sino que también sugiere que muchas técnicas utilizadas por los biólogos evolucionistas para detectar la selección pueden ser erróneas", dice Matthew Webster.
Se cree que BGC es más potente en regiones con alta recombinación, y puede hacer que las mutaciones dañinas se expandan entre las poblaciones. Los resultados del estudio van más allá e insinúan que, más que un resultado de la selección darwiniana para nuevas adaptaciones, muchos de los cambios genéticos que se dirigen a los caracteres específicamente humanos pueden ser fruto de la fijación de mutaciones dañinas.
Esta hipótesis contrasta con la visión darwinista tradicional de que los caracteres son el resultado de una selección natural en favor de mutaciones adaptativas.
Agencias/Manuel J. Márquez Moy
¿Por qué algunos de nuestros genes evolucionaron rápido? Está ampliamente extendida la creencia de que la selección natural darwiniana es la responsable, pero una investigación realizada por la Universidad de Uppsala (Suecia) sugiere que un proceso neutral separado (no adaptativo) ha contribuido enormemente a la evolución humana. Sus resultados han sido publicados en 'PLoS Biology'.
Los investigadores identificaron los genes humanos que evolucionan rápido comparando nuestro genoma con el de otros primates. Sin embargo, sorprendentemente, los patrones de evolución molecular en muchos de los genes que hallaron no contenían señales de selección natural.
En cambio, sus evidencias sugieren que un proceso independiente llamado conversión génica sesgada (BGC, por las siglas de biased gene conversion) aceleró el ritmo de evolución en ciertos genes. Este proceso aumenta el índice en el que algunas mutaciones se expanden entre una población, al margen de si son beneficiosas o dañinas.
"La investigación no sólo mejora la comprensión de la evolución humana, sino que también sugiere que muchas técnicas utilizadas por los biólogos evolucionistas para detectar la selección pueden ser erróneas", dice Matthew Webster.
Se cree que BGC es más potente en regiones con alta recombinación, y puede hacer que las mutaciones dañinas se expandan entre las poblaciones. Los resultados del estudio van más allá e insinúan que, más que un resultado de la selección darwiniana para nuevas adaptaciones, muchos de los cambios genéticos que se dirigen a los caracteres específicamente humanos pueden ser fruto de la fijación de mutaciones dañinas.
Esta hipótesis contrasta con la visión darwinista tradicional de que los caracteres son el resultado de una selección natural en favor de mutaciones adaptativas.
Agencias/Manuel J. Márquez Moy
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