Parece estar claro que el arresto de Mohamed Attaoui el 8 de marzo de 2010 es el resultado de un golpe preparado. Su interpelación coincide con la publicación de un artículo en el diario arabófono Al-Monataf, el 16 de febrero de 2010, y de un comunicado de prensa, el 14 de enero, en los que denunciaba la “mafia del cedro”. Asimismo, su detención tiene lugar tres días antes de que su asociación se constituyese como acusación particular en un juicio contra unos responsables de esta mafia.
Mohamed Attaoui está pagando ahora por su compromiso militante por el medio ambiente. Empezó una huelga de hambre el 29 de marzo para denunciar su arresto.
La asociación “Futuro para el cedro y el muflón”, fundada en 2006, organiza coloquios y publica comunicados de prensa “para denunciar y sensibilizar la opinión pública acerca del despilfarro de la riqueza que representa el cedro”, le declara Mohamed Attaoui a Reporteros sin Fronteras desde su celda de Midelt.
En sus textos recientes, el periodista y militante describe de manera precisa y detallada cómo unos responsables de los municipios rurales de la región de Midelt, con la complicidad de la gendarmería y del Oficio Nacional de Aguas y Bosques (ONF) trafican con la madera de cedro. Se trata de una especie protegida en Marruecos.
“Los mafiosos talan esos árboles centenarios por su precio: un metro cúbico de esta madera puede valer hasta 20 000 dírhams (1 790 euros). Y por lo general, el tráfico se lleva a cabo por la noche. Cada camión transporta hasta 20 m3, explica Mohamed Attaoui. “Por la noche del 11 al 12 de febrero de 2010, siete camiones pasaron. Cada uno llevaba 20m3 de madera. Sobre las 4 de la madrugada, un cordón policial falso en el que se encontraban tres gendarmes de Tounfite, el capitán de Aguas y Bosques de Tounfite y el jefe del distrito de Tounfite detuvieron el séptimo camión con 20 m3 de madera, para disimular el tráfico y mostrar cierta represión para los demás traficantes. Arrestaron al conductor mientras el resto de los traficantes se esfumó. El conductor pagó 50 000 dírhams (4470 euros) para que la gendarmería y las Aguas y Bosques modificasen el atestado que menciona ahora que el camión sólo transportaba 1,5 m3 de madera. El 12 de febrero por la mañana, dos gendarmes y el responsable de las Aguas y Bosques del distrito transfirieron la madera a Taghouchet, situado a 7 km de Tounfite. Ahora bien, unos obreros vieron a los gendarmes descargando el camión. Sacaron fotos y me llamaron. A las 10h00, yo estaba ahí. Llamé enseguida a mi periódico y a otros periodistas para que vinieran y constataran el tráfico de la madera. El día 16, mi artículo se publicó.”
“El 8 de marzo, me arrestaron. Casi me secuestraron tres gendarmes, acusándome de querer extorsionar dinero al responsable de Aguas y Bosques de Bouadine. La explicación es sencilla: soy técnico especializado, de tercer grado, en el municipio de Tounfite. Me presenté a un examen profesional para pasar a un grado superior. Aprobé las pruebas escritas, pero aun tenía que presentarme al examen oral. Le dije al responsable de las Aguas y Bosques de Bouadine que me dio información sobre el tráfico que vivía una situación complicada en ese momento, sabiendo además que había recibido una convocatoria el 6 de marzo para un examen oral el 19 de marzo en Meknes o en Rabat. Me entregó 1 000 dírhams para que fuese al examen. Pero luego me denunció por extorsión ante el fiscal el lunes 8 a las 16h30. La gendarmería me arrestó dos horas más tarde.”
“La asociación “Futuro para el cedro y el muflón” había redactado un informe sobre el tráfico de madera. Se constituyó como acusación particular en el juicio del conductor, que debía presentarse a una vista oral ante el fiscal el 11 de marzo. Dio la extraña casualidad de que me arrestaron el día 8, es decir antes. Afortunadamente ya había recibido la convocatoria para el examen oral. Esta es la prueba de que querían tenderme una trampa. Eso sin contar con las grabaciones que hice de mis conversaciones con el responsable de Aguas y Bosques de Bouadine.” Mohamed Attaoui ha declarado que piensa presentar un recurso ante el tribunal de apelación por esta condena de dos años de cárcel. Se le transferirá a la prisión de Meknes el 1 o el 5 de abril. Una vez que se encuentre ahí, se le informará acerca de la fecha de su juicio en apelación.
Con su huelga de hambre, reclama el derecho a un juicio justo. También pide que se abra una investigación sobre lo que considera un secuestro por parte de la gendarmería. Incita también a que las autoridades investiguen sobre el tráfico de cedro que denunció en muchas ocasiones.
“Al final de cada uno de sus comunicados, la Asociación futuro para el cedro y el muflón hace referencia al trabajo de la Fundación Mohammed VI para la protección del medioambiente. Actualmente, pedimos su apoyo en este caso”, concluye Mohamed Attaoui.
Manuel J. Márquez Moy (Reporteros Sin Fronteras)/Soazig Dollet
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