Greenpeace y Ecologistas en Acción han coincidido este sábado en señalar que, detrás de la "grata" impresión que el comité internacional de expertos ha dicho llevarse de su visita a Doñana por no ver ninguna "gravedad excepcional" en las denuncias planteadas por las organizaciones ecologistas, existen ciertas "presiones políticas".
En declaraciones a Europa Press, el responsable de contaminación de Greenpeace España, Julio Barea ha apuntado que este tipo de declaraciones por parte de las comisiones internacionales suelen "ir unidas a presiones políticas y de las instituciones, en este caso seguramente la Junta de Andalucía, que con razones como la crisis, los despidos y otros argumentos, hacen que estas cosas, desgraciadamente, prevalezcan antes que el medio ambiente".
Por ello, Barea ha considerado que el comité de expertos "se ha precipitado" en hacer este sábado una valoración acerca de la visita a Doñana, entre otras cosas, por no haber analizado aún la documentación que se le ha facilitado antes de emitir "este juicio de valor" y también por minimizar el "impacto de las amenazas, que son reales y muchas".
En ese sentido, el portavoz de Greenpeace también ha criticado la actitud de la Junta de Andalucía por "seguir mirando para otro lado y tomarse estas cuestiones tan a la ligera". De hecho, ha asegurado que "sólo el 20 por ciento o menos del tiempo" que la comisión internacional ha estado en Doñana, ésta ha "pisado 'in situ' el parque natural". El resto del tiempo, ha dicho, "han sido visitas de despachos".
Una sensación similar de la visita tiene el portavoz de Ecologistas en Acción en el Consejo de Participación de Doñana, Juan Romero. Según ha explicado a Europa Press, el comité internacional, si quería actuar "objetiva, rigurosa e imparcialmente", debería haber analizado toda la documentación que se le ha entregado "antes de hablar, y no al revés".
A su juicio, existen "muchos estudios y argumentos científicos" que desaconsejan, para preservar el entorno de Doñana, no sólo no ampliar el dragado del río Guadalquivir a los 8,5 metros, sino también impedir la construcción del oleoducto de la Refinería Balboa. Además, Romero ha asegurado que el Consejo de Europa le renovó el Diploma Ambiental a Doñana el pasado año 2010 "con la condición de que mirara con lupa el dragado del Guadalquivir y de que elaborara un Plan de Emergencia y un mapa de riesgos de la zona", cosas que, en su opinión, la Consejería de Medio Ambiente "no está haciendo".
WWF SE DISTANCIA
Por su parte, la organización WWF se ha mostrado más condescendiente con estas primeras declaraciones del comité internacional al entender que se trata de "una primera impresión que se han visto más o menos obligados a hacer por la presión mediática".
La portavoz de WWF España Eva Hernández ha asegurado a Europa Press que, aún así, tiene la sensación de que el comité es "consciente de las amenazas que hay sobre Doñana", como las de la "mala gestión del acuífero" debido a los cultivos intensivos, las del oleoducto o las del dragado del Guadalquivir.
Sobre éste último, Hernández ha destacado que el comité se ha interesado "por tener acceso a toda la documentación disponible" porque el debate al respecto va más allá de Andalucía y se extiende a otras zonas del mundo como Europa Central, donde también se están analizando las posibilidades de dragar el río Danubio.
Redacción "La Aventura Humana"/Europa Press
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