martes, diciembre 02, 2008

ALCALDES EN LA SOMBRA




Manuel Romero Caro en un Pleno reciente como sindicalista (dcha.) junto al concejal José Luis Cuevas (AS)
Que el Gobierno Municipal del PP-AS fue un desastre en todos los sentidos, no lo pone en duda casi nadie, incluso en períodos anteriores. Que los alcaldes en la sombra del PP hicieron mucho daño quizás se compruebe algún día. Ya lo he comentado más de una vez con miembros del PP, que el lastre de los 8 años y muy especialmente los últimos 4 de ejercicio al frente de la ciudad les va a pesar mucho, y ese san benito va a ser muy difícil de hacerlo desaparecer. Que no tenemos una oposición eficaz, tampoco cabe duda. Es justo reconocer que sólo el PA es la mosca cojonera del PSOE-CIS. Si hubiera oposición seria y eficaz otro gallo cantaría, pues el Equipo de Gobierno con Irene al frente es reiterativo con sus proyectos quiméricos que llevan como bandera. En cuanto a lo más doméstico es cierto que se están esmerando algo más.

Luis García Garrido, Consejero de Obras Públicas y Transportes hay que reconocer que es el Alcalde de Sanlúcar en Sevilla, en la Junta, y no por decisión suya, sino porque así lo proclama el pueblo, que gracias a su interés por el desarrollo de esta ciudad esta tierra tira en algunas cosas para adelante. Pero como todo no es Obras Públicas, Irene García y su equipo no termina de entender lo que es gestionar una ciudad. No sé si hubiera seguido María del Mar Moreno como titular de Obras Públicas si le hubiésemos visto el pelo por aquí, pero cambiaron las tornas para que la jiennense se marchara a Madrid, Luis a Sevilla, y nuestra Irene García aquí.

Habrá que depurar muchas responsabilidades en las liquidaciones que se están haciendo de las cuentas municipales, faltaría más. Lo que no se termina de entender es cómo ha tardado tanto Manuel Romero Caro en descubrir facturas o facturones que el PP-AS tendrá que aclararnos a todos los ciudadanos. Yo pensé que el Comité de Empresa y Junta de Personal del Ayuntamiento en todos estos años, incluso en época de Agustín Cuevas estaban al tanto de lo que se hacía en el Ayuntamiento y fiscalizaba por el bien de los trabajadores que no nos quedáramos con un Ayuntamiento en quiebra. Desconozco los entresijos, aunque no es nada nuevo que ora CC.OO ora UGT han realizado una labor de marcaje a los equipos de gobierno locales que ni Javi Navarro en sus buenos tiempos en el Sevilla.




Como escribía hace poco mi amigo Luis Fuentes en su columna de "El Mundo" : "Los grandes sindicatos, es decir, UGT y CCOO (al resto, ya ven, se les suele llamar “independientes”, aceptando la sumisión de estos dos), son sucursales de la política en el tajo, y eso se nota en que su interlocutor no es ya el empresario, personaje secundario, sino la Administración y los despachos de los partidos. La gran trampa que ha adormecido a los trabajadores, como a los niños a los que se les da un chupete mojado en anís, se llama concertación social, nombre manso que esconde ese prorrateo en el que los sindicatos “mayoritarios” se aseguran subvenciones públicas a cambio de mantener a la tropa calladita, mientras que los políticos tranquilizan con eso mismo a los empresarios, que sólo son como carteros de todo aquel tejemaneje interno. Hay unos sindicatos que ya no hacen ruido con las tuercas, ni traen un nuevo siglo ni una revolución de bieldos para arriba. Sus dirigentes sólo esperan ese funcionariado del “liberado” en el que crecen tan bien sus barbas, el dinero bajo cuerda o la recompensa que les regale el poder como una ínsula. Si empujan a la gente a la calle, adornados de mendrugos, es para cantar rondallas a sus políticos o someterlos a un pequeño chantaje cuyo fruto suele ser siempre el mismo: el silencio comprado."


Entiendo que es una labor ingrata, que cuestan hasta una huelga y más, pero es difícil creerse que Manuel Romero Caro, sindicalista de pro, ahora en Bloque de Progreso y en la Federación de Vecinos, no conociera la situación municipal y no pidiera responsabilidades entonces con mayor contundencia. Ya se vió que no fue suficiente para que se tomara el pueblo en serio lo que se denunció en tiempos de cólera y huelgas por los sindicatos en el momento en que Rafael Rubio por ejemplo andaba todavía por aquí, y no ahora que está recomponiendo el PP en Navarra, desde que rompieron con UPN –¡¡¡¡si los navarros supiesen!!!. Eso son las consecuencias que tiene el no saber hasta dónde llega la labor sindical y dónde empieza la labor política, craso error a mi entender que cometen ciertos sindicalistas. Y una cosa es el aprecio personal y otra la gestión, que es lo que aquí se trata. Porque me duele que se diga que el Alcalde de Sanlúcar en la sombra es Manuel Romero Caro, ¡¡¡¡ qué cosas se inventa la gente!!!!!.

Manuel J. Márquez Moy

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