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Foto de archivo, fechada en septiembre de 2008: Antonio Domínguez (en el centro de la imagen con bastón), con familiares de las mujeres que fueron localizadas en la fosa de Grazalema.
DEDICÓ SUS ÚLTIMOS AÑOS A LA BÚSQUEDA DE FUSILADOS
Y FOSAS COMUNES EN LA SIERRA DE CÁDIZ
En el verano de 1936, con 13 años, Antonio Domínguez Caro fue testigo del apresamiento ilegal de su hermano en Benamahoma (Grazalema) por parte de los sicarios del falangista Zamacola y su posterior conducción a El Bosque donde fue fusilado, junto a otros vecinos, junto a la tapia del cementerio. Oficialmente su hermano José estaba desaparecido, si bien toda su familia conocía la certeza de su ejecución. Sesenta y ocho años más tarde –en el 2004- encontraron al fin sus restos en una fosa común. Antonio había comenzado, por su hermano José, una activa búsqueda de los vecinos fusilados tras la represión desatada en la Guerra Civil. Una búsqueda que culminó el pasado lunes con su fallecimiento a la edad de 88 años.
El Servicio para la Recuperación de la Memoria Histórica, adscrito a la delegación de Ciudadanía de Diputación, quiere expresar sus condolencias por la pérdida de Antonio (Benamahoma, 1922- El Bosque, 2010). Antonio Domínguez Caro fue, en el ámbito de la Sierra de Cádiz, un precursor en la investigación histórica y en la dignificación de las víctimas de la Guerra Civil y la represión franquista. Una tarea a la que se sumaron con posterioridad historiadores como Jesús Román o Joaquín Ramón Gómez.
Fue portavoz de la Asociación de Familiares de Víctimas de la Guerra Civil en El Bosque y Benamahoma (Grazalema) y facilitó, a través de su testimonio, datos de gran valor para localizar fosas comunes. El documental ‘La memoria se abre paso’, realizado por Diputación, relata el relevante papel afrontado por Antonio Domínguez en dicho terreno. Antes de morir pudo conocer, con satisfacción, la localización de la fosa de las mujeres de Grazalema así como la reciente inauguración del Parque de la Memoria en Benamahoma.
Parte de las coronas de flores de su entierro fueron depositadas en el panteón del cementerio de Benamahoma donde se alojan los restos de las 17 personas localizadas en la fosa común de El Bosque. A título póstumo el Ayuntamiento de Grazalema-Benamahoma le ha concedido la Medalla de Oro de la Parroquia de San Antonio de Padua. Antonio Domínguez Caro era un hombre de arraigadas convicciones religiosas, elegante y solidario. Trabajó junto a su padre en la primera fábrica de abastecimiento eléctrico instalada en la Sierra de Cádiz y tuvo cuatro hijos.
Diputación, además de sumarse a las condolencias –patentes en el entierro celebrado ayer con asistencia de familiares, vecinos y autoridades municipales- quiere agradecer su trayectoria en defensa de la justicia, la democracia y la libertad. Igualmente la Redacción de "La Aventura Humana" se une a dichas condolencias.
Y FOSAS COMUNES EN LA SIERRA DE CÁDIZ
En el verano de 1936, con 13 años, Antonio Domínguez Caro fue testigo del apresamiento ilegal de su hermano en Benamahoma (Grazalema) por parte de los sicarios del falangista Zamacola y su posterior conducción a El Bosque donde fue fusilado, junto a otros vecinos, junto a la tapia del cementerio. Oficialmente su hermano José estaba desaparecido, si bien toda su familia conocía la certeza de su ejecución. Sesenta y ocho años más tarde –en el 2004- encontraron al fin sus restos en una fosa común. Antonio había comenzado, por su hermano José, una activa búsqueda de los vecinos fusilados tras la represión desatada en la Guerra Civil. Una búsqueda que culminó el pasado lunes con su fallecimiento a la edad de 88 años.
El Servicio para la Recuperación de la Memoria Histórica, adscrito a la delegación de Ciudadanía de Diputación, quiere expresar sus condolencias por la pérdida de Antonio (Benamahoma, 1922- El Bosque, 2010). Antonio Domínguez Caro fue, en el ámbito de la Sierra de Cádiz, un precursor en la investigación histórica y en la dignificación de las víctimas de la Guerra Civil y la represión franquista. Una tarea a la que se sumaron con posterioridad historiadores como Jesús Román o Joaquín Ramón Gómez.
Fue portavoz de la Asociación de Familiares de Víctimas de la Guerra Civil en El Bosque y Benamahoma (Grazalema) y facilitó, a través de su testimonio, datos de gran valor para localizar fosas comunes. El documental ‘La memoria se abre paso’, realizado por Diputación, relata el relevante papel afrontado por Antonio Domínguez en dicho terreno. Antes de morir pudo conocer, con satisfacción, la localización de la fosa de las mujeres de Grazalema así como la reciente inauguración del Parque de la Memoria en Benamahoma.
Parte de las coronas de flores de su entierro fueron depositadas en el panteón del cementerio de Benamahoma donde se alojan los restos de las 17 personas localizadas en la fosa común de El Bosque. A título póstumo el Ayuntamiento de Grazalema-Benamahoma le ha concedido la Medalla de Oro de la Parroquia de San Antonio de Padua. Antonio Domínguez Caro era un hombre de arraigadas convicciones religiosas, elegante y solidario. Trabajó junto a su padre en la primera fábrica de abastecimiento eléctrico instalada en la Sierra de Cádiz y tuvo cuatro hijos.
Diputación, además de sumarse a las condolencias –patentes en el entierro celebrado ayer con asistencia de familiares, vecinos y autoridades municipales- quiere agradecer su trayectoria en defensa de la justicia, la democracia y la libertad. Igualmente la Redacción de "La Aventura Humana" se une a dichas condolencias.
Redacción "La Aventura Humana"
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