Hacia algún tiempo que no escribía un artículo de opinión político, porque la precampaña me resulta anodina, futil, falta de sustancia, y esas rondas de visitas a última hora del mandato de oposición y gobierno municipal no me gustan nada. Estaba esperando el día de ayer para calibrar y tomarle el pulso a este PSOE sanluqueño, liderado por Irene García. Quería saber cómo y por dónde respiraba, si la fotosíntesis del rosal era la adecuada.
La Bodega la Carbajo era el lugar elegido, el mismo que hace cuatro años impulsó a este PSOE a la Alcaldía. Ayer era el turno de Griñán, que acompañó como Presidente de la Junta de Andalucía a la Alcaldesa durante el día, pero por la tarde se enfundaron ambos el traje de faena de la máquina del PSOE. Ni González Cabaña, ni José Antonio Griñán quisieron meterse en fangales y tierras movedizas de EREs y otras problemáticas, y cogieron el camino de exaltar las bondades de la candidata a la que venían a arropar. Me asustan las adulaciones y los aduladores, pero se les vieron cierta sinceridad en las intervenciones al Secretario General Provincial, Presidente de la Diputación, Francisco González Cabañas, y Pepe Griñán cuando valoraron las grandes dificultades a las que había tenido que hacer frente la Alcaldesa Irene García para gestionar el Ayuntamiento con la que está cayendo. González Cabaña le quiso despejar cualquier duda a Irene de sus posibles contrincantes políticos, tanto "al trimilenario Antonio Prats", refiriéndose a los años que llevaba ya dando por saco, y a una Laura Seco que se había quedado en el camino.
El PP tiene todavía muy difícil cargar con el lastre de los 8 años de gobierno protagonizados por ciertos personajes oscuros.
Pepe Griñán, como le gusta que le llamen, tomó el relevo tras la emisión de un video ágil, hábil, fresco, que reflejaba que todos los candidatos de la lista se comprometían con Irene García en llenar la ciudad de respuestas.
Griñán estuvo serio, relajado, contando las ilusiones renovadas de Irene, que le había hablado durante el día de sus proyectos para Sanlúcar de Barrameda y también elogió la importancia de la Alcaldesa en momentos tan difíciles.
Y abrevio porque a donde quiero llegar es a Irene García. El preludio a su intervención fue un video musical por mirabrás elaborado y compuesto por el artista José Miguel Évora, sello propio de su impronta y su visión de Sanlúcar de Barrameda. Irene salió a la platea distinta en varios aspectos. Empezó muy comedida, sin aspavientos, nada histriónica, los impulsos de la otrora vez hace cuatro años no eran ahora el momento. Le puso pasión a lo que decía, porque no fue un mitin, fue un discurso hilvanado desde el corazón. Conozco bien a Irene y por eso he sido muy crítica con ella durante el mandato, porque sabía que podía dar más de sí y de otra manera. Destaco ante todo un discurso desde el corazón porque habló también de sus sentimientos, padecimientos, de la política que no es heroína y tiene que esconder muchas veces su humanidad. Fue embaucando al público que abarrotaba la bodega, algo menos que hace cuatro años, y con serenidad y poniendo acento en cada frase fue sincerándose con el auditorio. Dificultades, errores, crisis, …ella conoce a Sanlúcar. No tiene la varita mágica, pero está convencida que con esfuerzo se puede sacar adelante los grandes proyectos pendientes. Casi ninguna palabra malsonante al resto de candidatos de los otros partidos. Fue urdiendo un discurso lleno de mensajes esperanzadores, ni siquiera lleno de promesas grandilocuentes, porque ella sabe bien lo que le ocurre al pueblo, igual que el mismo pueblo lo padece. “Llevo el ser socialista en el ADN, pero eso no es suficiente, quiero ser una socialista digna”. “Estoy dispuesta a dedicar esta parte de mi vida a Sanlúcar”. Entiendo profundamente esta frase porque, todo hay que decirlo, por decisión propia, ella se comprometió con la política, pero en estos cuatro años se ha dado cuenta que está en los años más decisivos de su juventud, para dedicarse a otras cuestiones, pero ha meditado quedarse y hacer frente a los problemas de su ciudad. Especialmente por las nuevas generaciones que ve reflejada en su hija Alicia y en los hijos de otros tantos compañeros, por lo que, según dijo, la juventud será una de sus profundas dedicaciones.
Sigo pensando que Sanlúcar ya no está para más experimentos, y a Irene García se la vió ayer madura, consciente de los graves problemas de los marineros, los viñistas, los empresarios y emprendedores, el número de parados y la realidad que hay tras ellos. Lo que me preocupa, con franqueza, es el equipo de personas que estarán a la altura. Apuesto y aposté por Mª José Valencia e Inmaculada Muñoz, espero algo más de Victor Mora. Del resto es cosa de ustedes.
Sólo hubo dos momentos de aplausos durante el discurso de Irene García, porque creo que la gente le cogió con el pie cambiado, porque esperaba más de lo mismo y no fue más de lo mismo La gente allí presente captó que la candidata Irene García hablaba con los pies muy en el suelo y se hacían cargo que esa era la realidad que existía. Espero que no se repita el pacto con un Juan Marín pusilánime y de actitud parasitaria. Sanlúcar de Barrameda necesita un gobierno estable dispuesto a gestionar esta crisis con mesura. y arrojo.
Manuel J. Márquez Moy es Director de "La Aventura Humana"
viernes, marzo 25, 2011
RESPUESTAS CONTUNDENTES DE IRENE GARCÍA CON SERENIDAD Y REFLEXIÓN por Manuel J. Márquez Moy
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