ÁRBOLES DE QUITA Y PON por Manuel J. Márquez Moy

Una vieja y robusta Morera en la Avda.
de la Estación

Si el Ayuntamiento arrasa con un bosque, no te preocupes que planta otro, sin sotobosque, sin lo que hoy llamamos biodiversidad. Se cultiva un pinar y ya han repuesto lo que han quitado porque estorbaba para unas obras. Se espera unos añitos, unas décadas o centenares de años y ya queda solucionado todo.

Creo que nuestros administradores políticos han entendido mal lo de quitar tres árboles con la idea de que ya se repondrán. El árbol, parece que huelga decirlo, pero por lo visto no, es un ser vivo. No es un cenicero que está ahí cubriendo alcorques. “Vamos a plantar árboles para rellenar los alcorques vacíos”, decía hace poco la Delegada de Infraestructuras, Milagrosa Gordillo. No es eso. No se trata de eso. No es plantar árboles para rellenar alcorques vacíos. Se planta árboles porque se cree necesario para mejorar la calidad de vida de la ciudad, por los muchos beneficios que aportan los jardines boscosos, y no pelados como los de aquí. Y qué manía con traer exotismos con la cantidad de árboles autóctonos que existen!!!!!.

Así, que es el árbol el que hace la ciudad, no el alcorque. Donde haya que plantar un árbol, por favor, bien estudiado y planificado para evitar problemas, es donde hay que poner un alcorque y no al revés.

Y en cuanto a lo primero. Los Plátanos Orientales que se han arrancado ya sufrieron otro aberrante y cruel ataque por parte de nuestros políticos y tecnócratas hace dos décadas. Todo no se arregla con que “ya plantaremos otro cuando acaben las obras”. Y no es una actitud de sensiblería. Soy el primero que si hace falta en un caso extremo talar un árbol, no pasa nada. Pero llevo años pidiendo que se haga un Catálogo de árboles a proteger en todo el término municipal, por su singularidad, necesidad, paisajismo. Pero creo ya poco en tantos documentos que no se cumplen, por lo que esto debería ser una cuestión de concienciación y sensibilidad política.

Y no digamos ya en el medio rural de Sanlúcar de Barrameda, donde nadie lleva ningún control y donde son tan necesarias las arboledas. Pero eso es un tema profundo que hunde sus raíces precisamente en la sostenibilidad que tanto preconizan ahora.

Exijo que se tomen medidas sancionadoras con los responsables de la tala o arranque de cuajo de Plátanos Orientales de la Calle Puerto. Y que de aquí en adelante se tenga una actitud más propia de una ciudad civilizada. Que aumenten la presencia de los árboles apropiados en los parques y jardines, plazas y plazoletas y acerados anchos.

Manuel J. Márquez Moy