Vivimos tiempos difíciles, como otros muchos en la Historia, pero estamos en el que estamos y la ciudadanía se cuestiona cosas. Yo me quiero referir a los partidos políticos y casi por ende a los sindicatos. Hay un distanciamiento entre la población y los partidos políticos, y más con los que ostentan el poder que se ven incluso como una clase privilegiada. Legal y legítima porque los refrendamos con nuestro voto.
Pero si lo analizamos detenidamente funcionan como agencias públicas, del estado, con intereses privados que se sustentan con nuestro dinero. Nosotros apenas decidimos nada. Y encima sacan pecho, como si fueran una casta diferente. Realmente funcionan como organizaciones con el cartel de público, con la fachada de público, pero realmente son organizaciones privadas. Con la cuota de lo afiliados no creo que se pudieran sostener por mucho tiempo, por lo que los que alcanzan el poder son y se exhiben en la mayoría de los casos como privilegiados que deciden con nuestro dinero hacer en muchas ocasiones lo que les viene en ganas.
No es demagogia, porque es una realidad. ¿Cuántas veces se ha pedido que los sueldos son desorbitados? Y para nada. ¿Cuántas veces se ha pedido que se eliminen gratificaciones, productividad y horas extraordinarias-salvo excepciones muy justificadas en este último caso-? . Pues nada. ¿Cuántas veces se les han pedido a los partidos políticos que actúen ante problemas de interés público y han hecho los oídos sordos?. Después actúan como agentes de colocación. Que esa es otra. Y para colmo se nos profesionalizan que es un gusto. Después te vienen que están al servicio de la sociedad, y terminan burlando para que hagamos lo contrario. Nos ponemos a su servicio. Se visten de la autoridad que la democracia les da. O que nos hemos dado. Una democracia que se va debilitando por días.
A tal extremo está la libertad de expresión tan muerta, que todo aquel que tiene que ver con una subvención del Ayuntamiento, de la Junta de Andalucía o del Estado no se han querido pronunciar en público para este artículo, por miedo a perder lo que les dan para vivir.
Ellos saben que los casos de corrupción los están poniendo en el candelero, me refiero a los partidos, porque eso está provocando una frustración en el ciudadano, una desconfianza y un descrédito arriesgado. Y muchos ciudadanos observan atónitos como muchos-no todos-se sirven del Estado, de ese puesto de responsabilidad (o irresponsabilidad) para lucrarse personalmente, cosa que no hubieran conseguido si hubieran permanecido como el común de los mortales.
En definitiva, pensemos muy en serio qué papel juegan hoy los partidos políticos en nuestra sociedad democrática. Así, que no nos extrañemos el desapego, el distanciamiento, insisto, entre el pueblo y las convocatorias, porque los partidos políticos se han convertido en un espectáculo lamentable.
Manuel J. Márquez Moy, Director de "La Aventura Humana"
viernes, mayo 07, 2010
PARTIDOS POLÍTICOS, ¿ORGANISMOS PRIVADOS QUE GESTIONAN CON NUESTROS DINEROS? por Manuel J. Márquez Moy
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