A ELISABETH
Los gatos lloraban,
el tejado era de zinc,
no pude llegar a ti.
Chimeneas humeaban palabras y versos,
las estrellas iluminaban tu rostro.
El maullido sonó a muerte,
cada paso fue inesperado.
Nunca hubo tanto dolor en tan poco tiempo:
Si fuera ésta la última noche
no sabría a dónde ir.
Adolescentes de la Iglesia Cristiana Evangélica Tharsis de Sanlúcar de Barrameda y Manuel J. Márquez Moy
Hay muchas maneras de despertar las emociones y la sensibilidad en la Educación Ambiental. Incluso juegos de motivación que van conduciendo a los alumnos a expresar poco a poco sus sentimientos e inquietudes. Esta poesía nació de un juego espontáneo entre un grupo de adolescentes y yo hace unos años, algo que significó mucho para los que participamos. Se descubren también numerosa información para la ciencia, y todo en torno a un juego de poesía. Entre todos creamos una poesía para cada uno de los que estábamos presentes. He cogido como ejemplo esta poesía. Lo importante es hacerlo con total naturalidad, sin preparación previa. De cualquier modo la actividad la he realizado en muchas ocasiones con otros grupos de adolescentes, jóvenes o adultos de culturas distintas.
Manuel J. Márquez Moy, Experto en Educación Ambiental en Interpretación del Paisaje
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