Mientras me quede un resquicio
de imaginación.
Mientras los sueños
conquisten nuestra vida,
no descansaré.
Hasta que la libertad no cruce
la bóveda celeste
con su alma de plata,
hasta que acaricies la mejilla
de quien te mira callada,
no descansaré.
Aunque por los pasillos
de la política
no camine Cervantes,
aunque arrebates mi flaqueza
en el campo de batalla,
en este mundo
de mudos cobardes
lucharé sin espada.
Paseará mi locura
por las calles
muy de mañana,
junto al antiguo Coliseo de Comedias
sus mariposas blancas,
e inventará castillos en el aire
que defenderá
con poesías, flamenco y palabras.
Paseará mi locura
el Quijote
que tú rechazas.
Te convertirás en un gigante,
pero yo seré tu alma.
Manuel J. Márquez Moy
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